Pasajeros Inocentes – Niños con Cáncer …a bordo del Tren Maya

14 septiembre, 2020 en

No me quiero morir Sr. Presidente

*Repleto de almas inocentes que murieron

  por no tener medicamento, y apestando a

  diésel barato, inicia el capricho ferroviario

  de un dictadorcete que acumula miles de

   muertes en su podrida conciencia.

 

Por: Juan A. López Sandoval.-

Dos mil trescientos niños mueren por año en México a causa del cáncer infantil

Qué importa más?…Un Tren Maya, o salvar niños con cáncer???.

Bueno, todo depende de un enfoque de humanismo, de sopesar la integridad del ser como persona o carecer de los más elementales valores.

Esa es la triste realidad que se vive en nuestro país, un país que en los últimos dos años viaja sin brújula y con un presidente que no tiene la más mínima idea del tiempo en que vive ni la responsabilidad que tiene sobre sus hombros.

Los errores son interminables, no acabaríamos de enumerarlos y unos se van compaginando con otros, todos formando poco a poco una bola de nieve que en éste momento ya es imparable y que el mandatario en su natural cobardía, coloca al pueblo bueno como el poder que decide sabiendo que al final, cuando las cosas ya no funcionen, pueda decir con todo el cinismo que le caracteriza:

Ustedes lo quisieron así, ni modo, el pueblo se equivocó, yo no.

Tomando como parámetro la disyuntiva de poner sobre la mesa de discusión, hacia donde se debe inclinar la balanza en un momento determinado de preguntar:

Porque acumular tanto odio entre la sociedad Sr. Presidente?

Cuantos niños más con cáncer se necesitan para que pierdan la vida a costa de solventar el gasto de llevar a cabo un capricho denominado Tren Maya?.

Las cifras de niños con cáncer en México son alarmantes, y más tomando en cuenta que solamente existen 135 oncólogos pediatras en todo el territorio nacional, los cuales atienden a más de cinco mil casos que se registran anualmente.

Más los que ya se tienen según con “tratamiento” y que precisamente por esa escases de medicamentos mueren más de dos mil trescientos niños al año,(uno cada cuatro horas aproximadamente), esperando que “Su Majestad” López Obrador les otorgue licencia para sobrevivir y desplace el dinero de sus caprichos para la compra de su medicina.

Solamente el padre, la madre de un niño con cáncer saben el viacrucis que tienen que pasar para buscar el medicamento para su hijo, y es más la desesperación de ver como el paciente va desmejorando día con día y así, pasan los días, las semanas y ya van dos años que nada se les resuelve.

No nos dan las medicinas Sr. Presidente

Solamente promesas que no se cumplen, y en ese lapso casi 5 mil niños han muerto, por no decir que han sido asesinados por la burocracia, la corrupción galopante y el desestimamiento de las autoridades federales en materia de salud.

Impresionante fue la súplica de un menor hospitalizado que le pidió ayuda al Presidente en noviembre del año pasado (2019): “Le pido, Sr. Presidente que me ayude con las quimioterapias, no me quiero morir”, dijo el pequeño y ante esto, el Secretario de Salud, Jorge Alcocer le respondió:

“No pasa nada, los pacientes pueden esperar si no se les suministran las dosis, además, no es una emergencia médica”.

Esa fue la respuesta y los niños y sus padres tuvieron que resignarse a morir y verlos morir, ni modo de quejarse ante la CNDH, pues ese es un órgano que solamente sirve a los intereses del Presidente.

Los médicos y enfermeras hacen hasta lo imposible, pero no hay medicamentos

Las respuestas siguen siendo banales, promesas, investigaciones según dicen, contra monopolios, mil cosas más, pero a la par no se surte medicamento o en su defecto es insuficiente, porque a final de cuentas no se destinan los recursos para que los tratamientos sean atendidos en forma rápida y accesible para todos.

Pero eso es nada más en lo que se refiere a niños con cáncer, porque problemas de salud hay miles en todo el país, pero de ninguna manera se pararán los programas clientelares del mandatario, tampoco su refinería, y mucho menos su famoso Tren Maya, es preferible que sigan muriendo niños y más niños a diario antes de frenar su egolatría.

146 mil millones de pesos costará el Tren Maya, una obra de dudosa rentabilidad, que se pretende terminar en tres o cuatro años, tiempo en el cual se habrán muerto casi 10 mil niños por carecer de medicamento contra el cáncer, eso sin contar que aumente la incidencia de la enfermedad, pues en los dos últimos años aumentó en un 20%.

Aquí van de viaje todas las almas de los niños muertos por cáncer

Sin embargo estas son cifras, estadísticas que no se dicen en las mañaneras y que si lo hicieran serían de acuerdo a “los datos” del Presidente que comprobado está que son engañosos y bastante fuera de la realidad.

Los niños no son “fifís”, ni “chairos” ni ternuritas, ni adversarios, ni mafias del poder, ni son neoliberales, ni conservadores, ni tantos otros descalificativos que escupe a diario desde su pulpito López Obrador, son solamente niños mexicanos que no quieren morir, porque no son atendidos, aunque los doctores hagan hasta lo inimaginable, lo cierto es que no tienen las armas necesarios para que sus pacientitos sobrevivan.

Es necesario, Sr. Presidente, acumular tanto odio entre la sociedad?, porque esto es solamente un sector de los miles que no solamente no se han atendido sino que por el contrario se les mantiene a la baja con descalificativos diarios y con sonrisas burlonas que son bálsamo para un alma que reboza de maldad.

Tren Maya, una obra a costa de miles de vidas inocentes

En buen plan: Porque no subir a la balanza el tema de los niños con cáncer y el faustuoso Tren Maya que se dice, trabajará con Diésel como las maquinas antiguas, porque nos estamos quedando en el pasado y el presente ya nos rebasó.

Porque no poner en la balanza, a mano alzada, Sr. Presidente, la pregunta: Que es más importante, el Tren Maya o la vida de miles de niños con cáncer, que el pueblo bueno y sabio decida, para que Usted no se manche las manos con la sangre derramada.

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