“Obrador tiene razón, la violencia es lo
lo de hoy. Nunca pierdas el tino”:
Hermenegildo García.
Enviado por Edgar Mereles.-
Se vale estar enojado, se vale mentar madres, gritar por lo que ve uno en la pantalla, en las redes sociales. Pasamos de la indignación por lo de Ucrania a la vergüenza por lo de Querétaro. Estamos consternados.
Escribo estas líneas desde el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de Ciudad Universitaria. Los asistentes comentan, se asombran, condenan; hay indignación.
Un padre, como de cincuenta años, habla con sus hijos, los invita a reflexionar; sin poder evitarlo, lo escucho, atiendo sus palabras, entendiendo su preocupación.
Me grabó las palabras de mi abuela, hace 45 años o más “nunca seas fanático de la política, de un equipo ni de una mujer. Que nadie te motive a la violencia, que nadie te manipule por principios o valores que se resuelvan a golpes; tu equipo favorito podrá ganar o perder, pero tu vida no depende de ese resultado.”
En estos días parece que ser fanático es la moda, estar en el momento y la conducta adecuada. Tengo la percepción de que esta violencia que cada día trasciende a espacios deportivos, culturales, sociales y recreativos es porque la gente es fanática de algo, de alguien o de una idea.
Me preocupa que la máxima autoridad de este país use un discurso de violencia contra sus opositores, no hay una invitación al diálogo, las mesas de gobernación están vacías, en los partidos políticos fecundan las plataformas autócratas, con rencores, facturas y políticas de violencia y exclusión.
La gente está enojada, está furiosa en el transporte público que es el pan de cada día de asaltos, agresiones verbales y físicas. Están ofendidos por los miserables salarios y el elevado costo de los alimentos y los servicios. Con esfuerzo hacen un ahorro para un momento de diversión que termina en tragedia.
Querétaro. Su estadio de futbol es el coliseo moderno de la expresión de la violencia. Dejemos de lado las ingenuidades.
Ese acto de provocación, de agresión fue preparado por profesionales, no vimos amateurs o aficionados, que por pasión e ira se fueron contra los otros, contra las familias, contra las mujeres, contra los niños, contra los hombres que aman el deporte.
No, fueron como manada de gorilas contra los portadores de una playera que era el símbolo de la enemistad.
Iban armados, estaban preparados, llevaban radios de comunicación, realizaron actos coordinados de provocación y ataque por distintos flancos del estadio y la cancha.
Vimos hordas de asesinos, jóvenes alcoholizados y drogados que golpeaban cuerpos inherentes, sin reflejos y mucho menos sin capacidad de defenderse.
Actuaron, los golpeadores, en total libertad; las policías municipales, estatales ausentes, sin el más mínimo asomo de contencion. Los dejaron actuar, golpear, hasta el cansancio.
La consigan desde el primero de diciembre ha sido clara y contundente: madrazos y no abrazos.
¿Y por qué no?. ¿Si el presidente dice que un reportero es conservador, por qué un aficionado del Querétaro no puede decir que otro del Atlas es su opositor?.
Si López Obrador dice que Calderón es un vulgar delincuente, ¿por qué un aficionado del Atlas no puede calificar, perseguir y golpear a otro delincuente del equipo del Querétaro?.
Aquí en México, desde el pulpito matinal se hostiga, persigue y calumnia; se da línea para madrear, se da permiso para joder al prójimo, se otorga patente de corso para ejercer la violencia con todas sus consecuencias.
Si, la violencia va ganando, se va abriendo paso poco a poco, sembrando miedo, esparciendo terror, motivando a las huestes de morena a violar la ley para salvar su consulta de revocación del mandato. ¿La ley?. ¿Qué jodidos es eso?.
Aquí manda el que tiene el poder, el funcionario que para sobrevivir y someter se alía a los narcotraficantes, los hijos del presidente que pueden vivir como reyes mientras su padre gobierna un país de pobres.
¡Claro que se puede!, ¡cómo no se va a poder!. Si Andrés puede, las barras de futbol también. Si Alejandro Gertz Manero puede meter a su ex-cuñada a la cárcel violando todas las leyes, coaccionado a los impolutos Magistrados de la Corte, cómo no se podrá romperle a la madre a un aficionado cualquiera en cualquier estadio de futbol de cualquier equipo. ¡Claro que se puede!, faltaba más.
A Gertz y Scherer lo de Querétaro les cayó como anillo al dedo, solo le pido a Dios, que sus autores intelectuales y materiales, no han sido motivados e incentivados en los pasillos u oficinas de algún edificio del gobierno federal.