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No es femenino, ni masculino.
El género “X”, o tercer género,
está reconocido en muchos países
de un mundo que se abre como
gigantesco closet y revierte encontradas
opiniones de la sociedad.
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“La vida es muy peligrosa, y no por las
personas que hacen el mal, sino por las
que se sientan a ver lo que pasa”: Albert Einstein.
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Ángela Ponce nos retrata la nueva realidad
Existe un tema muy de moda si lo podemos llamar de esta manera, que se ha abierto al dialogo y discusión en diferentes status de la sociedad, no nada más mexicana sino en el mundo entero, en este Siglo XXI, el cual aparte de grandes innovaciones científicas, culturales políticas y económicas, ahora nos aporta esa realidad escondida con una vergüenza injustificada desde los albores de la humanidad.
Sin embargo, a través de los siglos ese mal llamado tercer genero fue germinando y buscando sus espacios cada vez menos reducidos hasta llegar al punto de tomar la decisión de enfrentarse a una sociedad y a una religiosidad que los ha tratado de frenar sin tener éxito.
La parte política de muchos países los ha adoptado entre sus huestes, sabedores que son una fuerza muy importante para sus ideales y han tomado la bandera de la inclusión para lograr sus fines partidistas, sin embargo urge que el mundo defina de alguna manera la forma de catalogarlos legalmente en una sociedad que hoy en día es desigual con los dos géneros que oficialmente existen.
Si tomáramos un censo, en este país o en el mundo entero de cuantos hombres y mujeres nacidos con definición biológica mas no de inclinación sexual, nos sorprenderíamos de los números que existen, y que por alguna razón van aumentando inexplicablemente.
Las iglesias muestran una postura firme de no aceptación, basadas en las sagradas escrituras que dictan que solamente hay hombres y mujeres y que lo demás es una aberración, la gran parte de la sociedad calla, porque en la mayor parte de las familias existe alguien de ese género, y los ambiciosos políticos los acaparan para lucrar con esa parte abrumadora de ese llamado transgenero.
En muchos países del mundo han avanzado en su aceptación y han logrado importantes puntos legales para ser parte activa de la sociedad, países como Nepal, donde desde 2007, existe una tercera opción de género en el censado. Nepal es el primer país asiático que rompe con el binarismo hombre-mujer.
En la India, en Pakistán, en Bangladesh, en Nueva Zelanda, que fue el primer país de cultura occidental a abrir en 2012 una casilla “X”, de género indeterminado, en sus documentos oficiales y pasaportes, en Alemania que fue el primer país europeo en reconocer el “tercer género” en 2014, para niños nacidos con rasgos tanto del sexo masculino como del femenino. No tiene obligación de elegir entre uno de los sexos en su vida adulta, pero esta opción no se aplica a los pasaportes, en Australia, donde se puede llevar en el pasaporte un “sexo indeterminado” desde 2011. esta denominación pasó a ser “tercer sexo” en 2014.
También Dinamarca, donde los ciudadanos daneses de más de 18 años pueden elegir el sexo “X” en sus documentos oficiales, pero los trámites no son inmediatos, en Malta país donde desde 2015 y en los documentos oficiales como el pasaporte, los malteses pueden tener un tercer sexo, o no decidir con la fórmula “X”, y últimamente la ciudad de Nueva York que en días pasados una legislación aprobada el pasado miércoles 3 de octubre del presente año por el Concejo Municipal, las personas que no se identifiquen ni como hombre ni como mujer tendrán la opción de cambiar sus actas de nacimiento a «X».
Estos países son los que reconocen un tercer género, neutro o X. Otros estados aceptan el cambio de sexo pero sin salir del binarismo hombre-mujer: Argentina, Colombia e Irlanda por ejemplo, sin requisitos médicos.
Y México, para no quedarnos atrás en este tema también en nuestro país ya existen tipos de Uniones matrimoniales entre personas del mismo sexo, manifestaciones, desfiles, sindicatos, y se espera que en breve se incluya en la papelería oficial la impresión del tercer género.
Qué significa
la palabra “género”?
Está cada vez más presente en nuestro vocabulario cotidiano. Según el diccionario de la Real Academia Española, en su tercera acepción significa: “Grupo al que pertenecen los seres humanos de cada sexo, entendido este desde un punto de vista sociocultural en lugar de exclusivamente biológico”.
Esto significa que personas de ambos sexos pueden decidir el género que quieran ser, independientemente de su sexo, dicho de otra manera, son personas de ambos sexos que pueden formar parte de un mismo grupo en el que no interesa la biológica diferencia sexual, sino más bien la manera como socio-culturalmente se ve a las personas.
Ya no importa nacer hombre o mujer, aunque sea un rasgo evidentemente claro y parece que no pudiéramos decir en este caso la conocida expresión: “La realidad se impone” sino más bien, cuanto más avance esta comprensión tergiversada de nuestra sexualidad –que según estos no existe– más gravemente difícil será recuperarnos cuando la realidad se imponga.
Y los Niños?
El diálogo y comprensión acerca de la “ideología de género” es algo cada día más importante, en vistas a la manera como se quiere obligar a que los niños desde temprana edad tengan el “derecho” a optar por el género que ofrecen hoy en día los propulsores de esa ideología.
Se han realizado estudios en los que se abordan los peligros de la transexualidad y de la ideología de género, estos estudios se basan puramente en datos científicos y biológicos, e insta a los educadores y a los políticos a rechazar las políticas de adoctrinamiento que pretenden que los niños abracen de forma natural y saludable el cambio de sexo químico y quirúrgico.
Cualquier estudiante inicial de medicina sabe y aprende muy claramente, que la sexualidad humana es un rasgo binario y biológico, los genes ‘XY’ y ‘XX’ son marcadores genéticos de la salud.
Lo normal en el diseño genético humano es ser concebido hombre o mujer, y este principio es evidente por sí solo, además, también es importante entender que no sólo se trata de una evidencia física, sino que el sexo con el cual alguien nace involucra todas las dimensiones de la persona.
Las tendencias personales, manera de pensar y acercarse a la realidad que lo rodea, inclinaciones y comprensión psicológica de la propia identidad, lo emocional y sentimental, la manera como esa persona se relaciona con la realidad que lo circunscribe, hasta la dimensión espiritual, que marca profundamente la identidad personal, desde la propia experiencia, hasta la relación profunda con los demás y como se puede entender, hablar de sexualidad no se trata solamente de una cuestión genital, o algún tipo de “tendencia”.
Ángela Ponce, Miss España nos acaba de mostrar la nueva realidad y la forma tan profunda como se encuentran participando en la sociedad de todo el mundo.
Así las cosas, entramos de lleno a un mundo X, donde la sociedad deberá aprende a vivir con este sector amplio de la sociedad, pero usted amigo lector, es quien tiene la mejor opinión y la última palabra.