El semanario de Coahuila
Editorial
SALUD
Mucho cuidado debe tener el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador en su ajedrez político, pues si bien los temas de seguridad y economía lo han rebasado ampliamente y no se ve que tenga respuestas inmediatas ni a largo plazo para detener esos tsunamis, ahora enfrenta el problema de la salud y ahí las fibras más sensibles de los mexicanos harán que su lancha de la 4T empiece a naufragar.
Fuerte en verdad son las escenas de los niños muriendo de cáncer, y también fuertes los problemas que sus padres enfrentas con los policías de la ciudad de México al mantener un plantón en el Aeropuerto Internacional. Imágenes que le dan la vuelta al mundo y al país.
Pero aún más fuertes y tontas son las declaraciones del mandatario nacional al decir que ante el desabasto de medicamentos, deberían ser los médicos y las enfermeras quienes las compren para que no mueran los niños.
Ante los reclamos cada día más fuertes de la sociedad, López Obrador solamente dice que se están atendiendo el problema, pero la realidad es que no se ven resultados y la tensión crece ante un mandatario que no entiende razones y un ciudadano que exige sus derechos a la salud.
Fea pinta la semana cuando te va mal en lunes, y al actual gobierno ya se le agrió el caldo a un año de estar en el poder. Apenas vamos entrando al segundo año y las alarmas se funden de tanto sonar, lo peor del caso es que Lopitoz no sabe cómo enderezar el barco, y sus enemigos políticos de colmillo retorcido han empezado la ofensiva directa.
Aquí cabe preguntar: El desabasto de medicinas es por ineptitud o es inducido? … en cualquiera de los casos la papa está ardiendo y no hay a quien aventarla.