Insultante – Por salud mental – No hables…con grabadoras

13 abril, 2020 en

El desquiciante mundo moderno

*Es frustrante, indigno y tonto hablar con

  una maquinita, y cuando llegamos al punto

  de reclamarle o enojarnos, definitivamente

  algo ya no está bien dentro de nosotros.

 

Enviado por Carlos Ramos.-

Si te enojas con tu cel.… andas mal

En ocasiones no sé en verdad de qué y para qué sirve la tecnología cuando nos referimos a servicios de asistencia o incluso de emergencia.

En estos difíciles días en donde casi todo está cerrado y algunas dependencias, instituciones o comercios con operaciones parciales, cuando los hospitales están saturados, resulta que de nada sirve la telefonía e incluso las páginas habilitadas para uso a través de la computadora.

De hecho, cotidianamente, ya no hay asistencia personal, HUMANA, toda vez que llamamos por teléfono digamos a un banco o a una empresa de telefonía, por citar dos ejemplos. Contesta una voz mecánica, fría, es una grabación!.

Primero ofrece toda la información de la empresa, habla de sus servicios, ofrece otros, de su publicidad y luego de un par de minutos presenta una serie de alternativas acompañadas de números para ser atendidos.

Si es robo de tarjeta marque uno, si es servicios especializados marque dos, si desea saber cobros o adeudos marque tres, si quiere cambiar de número marque cinco, si desea que lo atienda un ejecutivo espere en la línea o marque cero.

A cualquier opción tenemos que esperar por largo rato acompañados por una musiquita interrumpida por “todos nuestros ejecutivos están ocupados, en breve le atenderemos” y pueden pasar hasta 20 minutos.

Si tenemos suerte y no se corta la línea contesta un empleado para pedir todos los datos personales y claves existentes para podernos escuchar, al cumplir los requisitos se procede a tratar el tema pero viene la sorpresa, “disculpe usted tengo que transferirlo con otro compañero”.

Y así, otra vez la musiquita para luego escuchar una grabación, otra, que indica “su tiempo ya transcurrió, gracias por llamar” y zas cortan la comunicación.

Pues esto está sucediendo en estos momentos de emergencia. Uno opta por abrir la página en la co out adora de una sucursal bancaria, digamos Bancomer (tomado al azar para el ejercicio), y no hay absolutamente ninguna indicación de qué sucursales están operando y con qué horarios.

Dan un teléfono y sucede lo que le comentaba líneas arriba, inténtelo. Solo dos opciones, robo de tarjetas (1) y servicios (2).

El 10 de mayo se levanta la cuarentena… y empieza otra

Para servicios piden todos los dígitos de la cuenta o de la tarjeta de crédito, uno procede a servicios y nos indican que no hay ejecutivos disponibles, al marcar entonces el 1, robo de tarjetas, la grabación indica que no está habilitada la opción, dan las gracias y cuelgan.

Pero lo grave es que independientemente de la urgencia de disponer de NUESTRO dinero, está la desesperación de que algún humano, el que sea, conteste cuando hay un accidente, un incendio, un asalto, un asesinato, un enfermo.

Intente usted que le resuelvan en una empresa telefónica el abuso, sin autorización, de cambio de “portabilidad de línea” que en pocas palabras es un robo de servicio contratado.

Y no se diga si está usted perdiendo un vuelo o su transporte terrestre no llegó de acuerdo a lo pactado.

Usted está obligado a brindarles toda, toda la información, cuando se supone ellos deben de tenerla integrada en sus sistemas de cómputo.

Bajo esto uno se pregunta, para qué presumen ser líderes en atención al consumidor o usuario si sus páginas en internet no funcionan, no solucionan nada y han elegido esa tonta manera de que una grabadora se “entienda” con una persona que desea ser escuchada para resolver su problema.

Es francamente insultante…

Diferencia

Cualquiera que sea…

Dice, cree, AMLO, que le gustaría levantar la cuarentena el 10 de Mayo, zas!, muy significativo pero hasta ahí, lo tomaremos como una puntada, otra más de ese humor negro e hiriente.

Pero está siendo muy común una pregunta en todo el mundo, qué sigue luego de la pandemia, dónde se marcará la diferencia y he escuchado dos posiciones, por supuesto las dos antagónicas.

Una, la de la madurez, la sensatez y la sobrevivencia, es decir, buscar más la unión familiar, el respeto al medio circundante, estructurar mejores protocolos en caso de emergencia, más disciplina social y política.

Aprovechar mejor los tiempos, aprender a no tener que ir a la oficina sino operar más y mejor la tecnología, consolidar amistades, afianzar cariños, ser más respetuosos con el prójimo, incentivas recursos para la ciencia y la investigación, escoger gobiernos más preparados, tener esquemas de contingencia, conocer más a la fuerzas armadas en sus programas de auxilio, lograr mejores equilibrios socio/económicos.

El Presidente ya ha sido pesado en la balanza… y ha sido encontrado falto de peso

En fin, un cúmulo de importantes ideas y sentimientos que despegan desde los jóvenes hoy inquietos ante la vulnerabilidad humana.

El otro aspecto, el otro grupo, el que siente que nada cambió, que fue una eventualidad como las pestes, la influenza, los huracanes, los sismos, es decir, tropiezos que la humanidad ha salvado y que han permitido los acuestes necesarios para cambiar sin cambiar.

Son quienes piensan que el IMER o de fallecidos es muy menor ante la gráfica poblacional, son quienes comparan la muerte por Coronavirus con la gripe o el sarampión, son aquellos que urgen por salir, socializar, gastar, viajar.

Quienes no tendrán otro comportamiento que estacionarse en doble fila para recoger a los niños de los centros escolares, en fin, aquellos que ya quieren escuchar el disparo de salida para correr a las calles.

Y entonces nos preguntamos otra vez, ¿qué sigue?. ¿Cuál será la diferencia? Usted que ha pensado?.

Danos tu opinión!

Formulario de suscripción

Sí, soy humano*

Se ha enviado un mensaje de confirmación; por favor, haga clic en el enlace de confirmación para verificar su suscripción.
El email ya esta en uso
Tienes que escribir un email
Tienes que cliquear el captcha
El captcha no es correcto