*Todo se reduce a la terquedad de asilar a
Evo Morales en una cuestión ilegal que no
trae ningún beneficio al país y si muchos
problemas que no sabemos cómo enfrentarlos
Enviado por Eduardo Blanco.-
La crisis diplomática entre México y Bolivia ha ido en aumento, pasamos del reclamo de la presidenta interina boliviana Jeanine Áñez por permitir que el gobierno de México enviara un avión militar por el ex Presidente Evo Morales, quien estuvo unos días en nuestro país con calidad migratoria de refugiado político, junto el ex vicepresidente Álvaro García Linera, quienes por cierto están en Argentina, a los insultos del ex presidente de ese país Jorge Quiroga, en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador, misma que me parecen de un bajo nivel y en nada ayudan a destensar el ambiente.
El gobierno de Bolivia ha incrementado su vigilancia sobre el inmueble de la embajada, que dicho sea de paso, el arrendamiento del inmueble venció el pasado 31 de diciembre, y han dicho las autoridades de relaciones exteriores que están a punto de mudarse de este lugar,.
Lo que en sentido político y policíaco abre una oportunidad para cumplir la orden de detención que hay sobre 9 ex funcionarios del ex presidente Morales, que están adentro, y que son los siguientes: Juan Ramón Quintana Taborga, ex ministro de la Presidencia y Wilma Alanoca Mamani, ex ministra de Cultura y Turismo.
Nicolás Laguna, exdirector de la Agencia de Gobierno Electrónico. En la misma circunstancia están Javier Eduardo Zavaleta López, ex ministro de Defensa; el exgobernador de Oruro, Víctor Vásquez; así como el ex congresista Héctor Enrique Arcé Zaconeta; el ex ministro de Minería y Metalurgia, Félix César Navarro Miranda; el ex viceministro de Desarrollo Rural y Tierras, Pedro Dorado; y el ex ministro de Gobierno, José Hugo Moldiz Mercado.
“Tenemos nueve personas que solicitaron asilo, de los cuales también solicitamos los nueve salvoconductos. Ya han salido otros», explicó el canciller Ebrard el jueves 26 de diciembre.
En respuesta, la canciller boliviana Karen Longaric emitió un comunicado en el que señala que Bolivia ha sido «respetuoso de las inmunidades diplomáticas», al tiempo de acusar una «injerencia de México en los asuntos internos bolivianos».
Mientras Ebrard dijo que llevará ante la Corte Internacional de Justicia de la ONU el caso de «hostigamiento», el ministro de Gobierno boliviano Arturo Murillo dijo: «Hoy nos amenazan con llevarnos a la corte (…), allá nos veremos con mucho gusto y veremos quiénes han violado el tratado».
La crisis política no es menor, el gobierno mexicano a través de la Secretaria de Relaciones Exteriores ha invitado a una mesa de diálogo con su homóloga Longaric, quien ha aceptado, siempre y cuando el mismo sea presidida por Marcelo Ebrard.
Sin duda, Ebrard Casaubon, es un funcionario público de carrera, formado desde los gobiernos priistas, a los que sirvió a lado de su mentor Manuel Camacho Solís en la Jefatura del Departamento del Distrito Federal, primero como Srio. Gral. del PRI capitalino y después desde la Secretaria General de Gobierno.
Ya para 1994 fue subsecretario de relaciones exteriores. Posteriormente Diputado Federal (PVEM) y después candidato a la jefatura de Gobierno por el Partidos del Centro Democrático, aspiración a la que renunció para sumarse en el 2000 a López Obrador, con quien ostentó distintas responsabilidades hasta llegar a ser Jefe de Gobierno en el 2012.
Con esto su capacidad y experiencia están probadas, ahora hay que “echar la carne al asador” para entregar buenas cuentas.
En estos días de inicio de año la situación no pinta nada bien, ya desde la semana pasada, la tensión derivó en la expulsión de María Teresa Delgado y los nueve funcionarios citados anteriormente no reciben el salvoconducto para salir del país pues Jeanine Añez lo ha negado rotundamente.
Así, el pasado 3 de enero llegó a Bolivia el nuevo embajador de carrera Edmundo Font quien sustituye a María Teresa Delgado y del cual se dice actuará solamente como encargado de negocios en la embajada mexicana, lo cual es una marcada disminución en las relaciones entre ambos países.
Por otra parte las declaraciones de del senador Ricardo Monreal y de Olga Sánchez Cordero tendrá sin duda alguna su repercusión al llamar al gobierno de Bolivia “Gobierno de facto, ilegitimo y golpista” dejando en claro su postura de adhesión con Evo Morales.
La cereza en el pastel para terminar el año pasado la puso el ex presidente de Bolivia y actual delegado de ese país Jorge el “Tuto” Quiroga al llamar públicamente al Presidente de México sumiso, servil y cobarde matoncito, expresiones que se las “comió” enteras el mandatario mexicano y que las declaraciones en su defensa dejan peor sabor de boca entre todos los mexicanos.