
Estudio científico dio a conocer que una población de ciervos del estado de Iowa es portadora del coronavirus
*Un nuevo estudio sugiere que el venado
cola blanca podría portar el virus
SARS-CoV-2 de forma indefinida.
Por Edron – (Con información de Univisión).-

El SARS-CoV-2, el virus causante del Covid-9 en humanos, “puede infectar a múltiples especies de animales domésticos y salvajes”.
Un estudio científico dio a conocer que una población de ciervos del estado de Iowa es portadora del coronavirus, lo que hace temer que estos animales puedan ser un reservorio de la enfermedad.
El hallazgo ha preocupado a la comunidad científica por las implicaciones que esto podría tener en la salud pública y sobre la propia pandemia.
En el reporte publicado en la revista “Biorxiv”, se menciona que el SARS-CoV-2, el virus causante del Covid-9 en humanos, “puede infectar a múltiples especies de animales domésticos y salvajes. Por lo tanto, existe la posibilidad de que surjan nuevos reservorios animales de SARS-CoV-2”.
En entrevista para Univisión Noticias, Francisco Moreno, jefe de Medicina Interna y especialista en Infectología del Hospital ABC en la Ciudad de México, advierte sobre las implicaciones en la salud pública que este estudio pone en evidencia.
“Lo que esto nos dice es que el virus no se va a poder erradicar, va a permanecer al tener estos reservorios naturales como lo son los animales”.
Moreno advierte, que el caso de los venados cola blanca no es único, pues anteriormente se había detectado el Covid-19 en bisontes en Dinamarca en abril de este año, así como en gorilas del zoológico de San Diego, California, y en un tigre en Nueva York, entre otros casos.
En el estudio publicado, los investigadores del Instituto Huck de Ciencias de la Vida de la Universidad de Pennsylvania, explican que los hallazgos son “bastante preocupantes” y podrían tener vastas implicaciones que podrían alterar el curso a largo plazo de la pandemia de coronavirus.
Los científicos argumentan que tras el estudio, estos venados de cola blanca -el cérvido predominante en América del Norte- podrían “representar un potencial único para mantener, diseminar e impulsar una nueva evolución del virus”.
“De particular preocupación son las especies de vida silvestre que son abundantes y viven en estrecha asociación con los humanos”.
Al respecto, Francisco Moreno, señala que este contacto, además de que impide que se erradique el virus, implica que pueda haber nuevas variantes difíciles de combatir.
“Estas mutaciones al pasar entre animales pueden volver el virus más difícil y complejo en cuanto a su estructura para ser reconocido por la inmunidad que se está generando ahora”.
Para Moreno, esto habla de la posibilidad de nuevas pandemias en un futuro, ya que al igual que ocurre con la influenza en sus variantes aviar o porcina, “son virus que mutan en los animales y que tienen la posibilidad de infectar a humanos”.
“Es evidente que este virus ya se encontraba en la naturaleza y lo que hicimos los humanos fue adquirirlo y esparcirlo”. Un reporte poco alentador para el combate del Covid-19.
El estudio indica que en aproximadamente un tercio de las pruebas de ciervos analizadas (94 de las 283 muestras) se hallaron rastros del coronavirus, lo que sugiere que tenían una infección activa cuando murieron.
El estudio también revela que el pico de infección entre los ciervos coincidió con un aumento de casos entre los residentes humanos de Iowa en noviembre y diciembre de 2020, según el estudio.
Además, un análisis posterior ha descubierto que estos ciervos eran portadores de cepas del Covid-19 que circulaban en la población humana en ese momento, lo que sostiene la hipótesis de que estos animales se contagiaron del virus de los humanos y luego lo transmitieron entre ellos.
Si bien el estudio sugiere que los ciervos se contagiaron del virus a través de los humanos, y aunque por el momento no hay pruebas de que puedan transmitirlo de vuelta al hombre, enfatiza en la necesidad de monitorear para detectar la posibilidad de que el Covid-19 se transmita a otras especies.

Es evidente que este virus ya se encontraba en la naturaleza y lo que hicimos los humanos fue adquirirlo y esparcirlo
“Las infecciones persistentes en un huésped nuevo podrían conducir a la adaptación viral, la evolución de cepas y la aparición de cepas con transmisibilidad, patogenicidad que escapen a las vacunas”.
“La transmisión entre especies a otras especies de vida silvestre y los riesgos concomitantes también son motivo de preocupación”, advierte.
De acuerdo con los científicos, existen varias rutas de transmisión posibles para la exposición de ciervos salvajes al SARS-CoV-2 registrados en el estudio.
En el caso de los brotes en los ciervos de granja, “la transmisión directa del virus de humanos infectados a ciervos es la única vía de transmisión definitiva identificada hasta la fecha”, debido al estrecho contacto que existe entre ambas especies.
“Múltiples actividades ponen a los ciervos en contacto directo con las personas, incluidas las operaciones de cérvidos en cautiverio, la investigación de campo, el trabajo de conservación, el turismo de vida silvestre, la alimentación suplementaria y la caza”, argumenta el reporte.