Un Mesiánico y Populista – Mientras Tanto …La Popularidad Declina

22 febrero, 2021 en

Disminuye su popularidad ante la carencia de resultados tangibles.

Enviado por Vladimir Galeana.-

Una mentira repetida mil veces, se convierte en una irrefutable verdad.

Sin lugar a dudas una de las cosas que le sirvió mucho al Presidente de la República fueron las llamadas “mañaneras”, ejercicio de comunicación diaria que le permitió informar,  aleccionar, ideologizar, y mantener una comunicación constante con sus adeptos.

Pero como dicen por ahí, tanto va el cántaro al agua hasta que se quiebra, y eso parece estar pasando en los momentos en que disminuye su popularidad ante la carencia de resultados tangibles que mejoren el bolsillo de las clases más desprotegidas de nuestro país.

Dicen los especialistas que una mentira repetida mil veces, se convierte en una irrefutable verdad, y esa ha sido la especialidad de Andrés Manuel López Obrador, mentir por vocación y engañar por sistema.

Pero también hay que señalar que por mucho que el engaño persista eso no asegura que se mantengan los niveles de aceptación y popularidad de forma permanente, porque el desgaste que implica la toma de decisiones, y en muchas ocasiones las evidencias de un engaño, terminan por provocar el desencanto generalizado.

Y eso le está ocurriendo sin lugar a dudas al merolico de Palacio Nacional.

No se puede negar que todavía cuenta con una fuerte base de adeptos que siguen sus indicaciones sin cuestionar los magros resultados que ha tenido su gobierno, pero a dos años de distancia las cosas han cambiado diametralmente porque la decepción está latente y el desencanto resulta evidente.

Su vocación…mentir por vocación y engañar por sistema.

Las mañaneras ya no representan ese vínculo efectivo y afectivo de comunicación que mantuvo durante mucho tiempo con la mayor parte de los mexicanos, es más, el número de quienes todavía siguen ese ejercicio de todo los días ha disminuido drásticamente.

Los especialistas han determinado que aunque la popularidad del Presidente de la República sigue estando por encima de la media, de no haber resultados estratégicos en materia económica en el corto plazo, que se sienta en el incremento poder adquisitivo de los mexicanos además de la creación de empleos, comenzará a ser duramente criticado.

Porque si algo le duele a la gente es no contar con lo suficiente para la manutención de sus hijos, y ante la carencia de mejores tratos a los empresarios, no habrá formas en el corto plazo para la ampliación en la generación de empleos.

Ante esta circunstancia, lo previsible es que la popularidad del Ejecutivo siga a la baja, porque no habrá dinero en suficiencia para ampliar esa base social que ha construido mediante la entrega de dádivas que en nada abonan para construir un futuro en el que se coloque en el centro de un gran proyecto económico la generación de empleos, porque eso lo hacen los empresarios.

Esa clase productiva a la que ha desdeñado y engañado muchas veces y que muchos de ellos han estado trasladando sus capitales a otras latitudes donde tienen la certeza y la seguridad de que no serán afectados por las disposiciones de un sujeto “mesiánico y populista”,  que todo lo quiere solucionar mediante predicas que han perdido credibilidad ante sus constantes desatinos.

Mentir es un ejercicio que realiza todos los días y a todas horas.

El panorama es incierto, y eso quiere decir que la generación de empleos a partir de la inversión privada seguirá decreciendo porque no existen condiciones mínimas para generar certeza.

Las dádivas que se reparten de forma cínica pretendiendo orientar el voto en la elección intermedia no tendrán el efecto buscado en las clases medias, porque han sido las más agredidas en esos ejercicios mañaneros que cada día pierden adeptos.

El desgaste de la popularidad presidencial en los meses siguientes será el verdadero termómetro de lo que ocurrirá en la elección intermedia. Al tiempo.

La otra Estafa Maestra

Sin lugar a dudas Andrés Manuel López Obrador se ha convertido en el hombre más mentiroso de la historia del país.

Y no lo digo yo, es la conclusión a la que han llegado un número importante de empresas que se dedican al análisis de la eficacia gubernamental y que además marcan los yerros y los desatinos en el ejercicio del poder.

Hoy los mexicanos tenemos que avergonzarnos de las millas de mentiras que el Presidente de la República ha vertido en sus conferencias mañaneras, por cierto, suman más de 37 Mil las afirmaciones falsas de acuerdo a la empresa especializada “Verificado”.

Estamos viviendo una nueva etapa de la “Estafa Maestra”, ahora implementada por López Obrador.

Para decirlo de otra forma, miente por necesidad, y lo hace compulsivamente, lo que entraña una grave enfermedad que debiera alertarnos de una posible doble personalidad, que no es otra cosa que el trastorno de identidad disociativo, o trastorno de personalidad múltiple, que suele presentarse como reacción a una situación traumática que permite que una persona evite los malos recuerdos, como fue el caso de la muerte de su hermano.

Mentir es un ejercicio que realiza todos los días, a todas horas, pero sobre todo cuando de ocultar sus yerros gubernamentales se trata. Lanzar culpas al pasado es la única forma que ha encontrado para justificar su ineficiencia.

“No hemos emprendido persecuciones facciosas” ha dicho, pero ataca a los medios de comunicación que lo critican y pide la salida y el despido de editorialistas incómodos.

A la prensa de este país la ha llamado “vendida”, “alquilada”, “incitadora de la violencia”, “fifi”, “ruin”, “conservadora” y a solicitado a los empresarios de los medios de comunicación la salida de un sinnúmero de periodistas que lo han criticado.

Creo que Andrés Manuel López Obrador tiene la lengua muy larga y la piel muy sensible.

Cuando un Presidente de la República miente por necesidad, es cuando se pierde la confianza en sus actos y determinaciones, pero sobre todo en la disposición de los recursos públicos.

Y cuando esto ocurre, es muy difícil restablecerla, pero eso poco le importa al tabasqueño porque sigue disponiendo del dinero de todos los mexicanos para sus fines personales y partidistas.

Al fin y al cabo que lo puede ocultar determinando que la información sea encriptada al menos durante cinco años, recurso que ha utilizado de la forma más cínica.

Una más, entre las miles de mentiras que ha dicho

Ante la eventualidad de que ya no quedan fondos para intentar mantener sus programas sociales, que le resultan indispensables para ganar la elección intermedia, ahora dispondrá de 149 mil 500 millones de pesos del Fondo de Estabilización de ingresos presupuestarios que dejaron administraciones anteriores y que se creó para emergencias graves.

El problema es que la contracción económica nos posicionó en números similares al año de 1932, es decir, 88 años de retroceso. ¿Eso es ir bien?. ¿Por esa causa oculta cifras por cinco años?.

Creo que estamos viviendo una nueva etapa de la “Estafa Maestra”,  ahora implementada por Andrés Manuel López Obrador.

Será difícil que escape al juicio de la historia, pero más a la vindicta pública que no es otra cosa que la persecución de los delitos por la sola razón de la justicia, en nombre de la sociedad y de las leyes. Al tiempo.

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