Salieron a Relucir …Los “Otros Datos”

17 enero, 2022 en

El país llega a más de 300 mil muertos por COVID, según las cifras oficiales

 

Enviado por Francisco Báez.-

AMLO presenta una gráfica con cálculos diferentes a los que presenta su gobierno. Son los “otros datos”

López Obrador…México es uno de los países donde la pandemia ha cobrado menos víctimas

Si no tuvieran un tinte trágico, las noticias que hemos visto y vivido en los últimos días dan para una comedia de enredos.

El país llega a más de 300 mil muertos por COVID, según las cifras oficiales (y con el exceso de mortandad, resulta más del doble). Es una cantidad que ni los más pesimistas imaginaban hace año y medio.

Pero en la conferencia mañanera el presidente López Obrador dice que México es uno de los países en donde la pandemia ha cobrado menos víctimas en relación a su población.

Si nos atenemos a los datos oficiales de cada país, México ocupa el lugar 27, entre 222 países: 88% tiene menos muertes por COVID por habitante. Y de exceso de mortandad, mejor ni hablar.

Lo curioso es que, para probar su punto, López Obrador presenta una gráfica con cálculos diferentes a los que presenta su gobierno. Son los “otros datos” en versión recargada.

Mientras eso sucede, hay un mundo de confusión en el gobierno sobre las recomendaciones a la hora de la ola -o más bien tsunami- de contagios por la variante ómicron.

Falló el ser honrado, no robar y estampitas…AMLO se volvió a contagiar de COVID.

Primero dicen que, si uno tiene síntomas, mejor que de plano asuma que tiene COVID y no se haga la prueba, que se resguarde y se ponga en cuarentena.

Para demostrar congruencia, el presidente López Obrador se presenta a la mañanera con voz inusualmente ronca. Sin el innombrable cubrebocas que promovió en 2009 el calderonismo, por supuesto.

Dice que tiene una gripa o eso cree, y que luego se va a hacer la prueba (hacía pocos días tuvo un acuerdo con la secretaria Tatiana Clouthier, quien salió positiva a COVID). Acto seguido, continúa la mañanera tan campante.

Luego aparece en redes una aclaración que dice, bueno sí, mejor hacer la prueba, si hay síntomas o contacto cercano con algún positivo, y si no quiere hacerla, entonces que asuma que agarró el bicho y se aísle.

Al final, resulta que el señor presidente sí se volvió a contagiar de COVID. Parece que es leve. Las vacunas ayudan.

El mismo día aparece un promocional del gobierno, en el que el coronavirus ataca a gente que está sola y al aire libre, o que come fritangas de esas que engordan, como si esa fuera la manera de contagiarse.

Ómicron anda por los parques y en las papas fritas, no es que se transmita de una persona a la otra. Come frutas y verduras.

De manera simultánea, otra (tragi)comedia de enredos. Nicaragua tiene un presidente que ganó las elecciones con el democrático expediente de meter a la cárcel a casi todos los posibles contendientes.

Ómicron anda por los parques y las papas fritas, no es que se transmita de una persona a la otra

A los que no mete a prisión, inhabilitarlos u obligarlos al exilio. Por más solidaridad que pueda haber con el Foro de Sao Paulo, llevar una representación a la toma de protesta de Daniel Ortega es avalar una dictadura impresentable. Pero sabemos de qué lado masca el presidente López Obrador.

Al canciller Marcelo Ebrard, se le ocurre organizar, entonces, una reunión de embajadores y cónsules de México, encabezada por él mismo, para revisar la agenda. Se libra así de ir a Managua.

La indignación ante Ortega es tan grande que se aclara -no directamente- que no se tiene previsto el envío de delegación alguna o representante de la SRE a Nicaragua. Aplausos de la gayola.

Pero a alguien se le ocurre preguntarle al presidente sobre el asunto. López Obrador no sabía eso de la falta de representación mexicana, pero que ahora van a mandar a alguien, porque no podemos hacer a un lado nuestra política de autodeterminación de los pueblos y la independencia.

Siempre sí va alguien. El aplauso a Marcelo se ahoga.

Vemos, en el caso de la reacción a la nueva ola de contagios, tres elementos: Uno, que los funcionarios se ven obligados a hacer una bola de malabares para justificar un elemento de la estrategia gubernamental que está haciendo agua por las características de la variante que ha pasado a dominar el panorama: la escasez de pruebas.

El aplauso a Marcelo se ahogó

Por más que las públicas aumentan, lo hacen desde un base tan baja, que son insuficientes ante la demanda, que se ha volcado hacia los privados.

Dos, que desde Presidencia no hay oídos para las recomendaciones racionales en materia de salud: en el fondo se sigue pensando que la excepcionalidad presidencial vale para todo, y si López Obrador cree que es gripa, hay que actuar como si de verdad sólo fuera eso.

Tres, que el Señor Presidente puede manejar sus otros datos sin límite alguno. El chiste es embellecer la realidad (y negarla).

En el caso del representante mexicano en la toma de posesión de Nicaragua, la conclusión es única.

Si a la cancillería le interesan asuntos como mantener equilibrios regionales, presentar a México como una nación respetuosa de las demás, pero interesada en la democracia y evitar el deterioro de la imagen del país en el exterior, eso es secundario.

Los chicharrones que truenan son los del Señor Presidente y sus convicciones.

A ver si López Obrador no nos sale al rato con una visita de Estado a Nicaragua, pueblo hermano.

Desde Presidencia no hay oídos para las recomendaciones racionales en materia de salud.

A ver si López Obrador no nos sale al rato con una visita de Estado a Nicaragua.

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