Sabia virtud …Los abuelos  

Día del abuelo

Sabia virtud

…Los abuelos

ANMEX: Cristina Flores Cepeda

Sabinas, Coah.- Sin pensarlo siquiera, sin sospechar lo maravillosa que es esta aventura, heme aquí con el privilegio de ser abuela.

Escuchar su vocecita llamarme “abuela” o sus pasos apresurados que entran a la recámara de los abuelos donde todo lo que no lo ponga en riesgo, está permitido para él.

Mi pelo no pinta canas (bendito tinte)  mucho menos mi rostro arrugas (las cremas hacen maravillas) y me despierto muy temprano para hacer ejercicio, es decir, no soy la clásica abuela “cabecita de cebolla”, sentada en una mecedora, tejiendo y viendo pasar el tiempo, pero soy abuela!! Abuela!! Orgullosa y felizmente abuela!!

Claro está no hay un ropero antiguo en la casa pero a él le encanta hurgar entre mi bolsa y el escritorio donde está mi computadora –dicho sea de paso, sitio prohibido para cualquiera, menos para él-.

Debo reconocer que esta tarea no es para nada complicada; es más, me fascina. Despierto pensándolo y me duermo de la misma forma.

Que se quede entre mis brazos es una fascinación de la que no pienso desprenderme aunque llegue agotadísima del trabajo. Si enferma su llanto traspasa mi corazón.

Hermosa bendición

De qué arma tan valiosa se valen estas criaturas para atraparnos?? En qué momento nos dejamos envolver por sus rostros bellos, por sus rasgos tan parecidos a nuestros hijos que hasta parece que volvieron a nacer?

Será que estas bendiciones nos llegan como un premio adicional de parte de Dios?

Yo me siento encantada con mi nieto. Lo disfruto a cada paso, cada día, cada instante. Sentir su respirar acompasado cuando duerme. Su risa, sus manitas abrazadas a mi cuello o acariciando mi cara son todo un deleite a mi alma.

Y vaya que amo profundamente a mis hijos, pero con Christopher –mi nieto- es algo que disfruto a plenitud.

Yo no lo tengo que regañar; no me toca a mí disciplinarlo, solo amarlo, amarlo y volverlo a amar.

Cada cosa que hace es para nosotros todo un acontecimiento. Cuando corre hacia mí con sus brazos extendidos buscando refugio es maravilloso.

Yo no puedo más que agradecer a Dios por las bendiciones que me ha dado y pedirle que llene siempre la vida de mi nieto de abundantes bendiciones…Y estoy segura que así pensamos todos los que somos abuelos. Que no hay mayor alegría que ver a los hijos y a los nietos felices.

Ser abuelo es un arte y nadie puede hacer por los nietos lo que hacen los abuelos.

El 28 de agosto ha sido instituido en México como el Día del Abuelo; ser abuelo es un arte que requiere aceptación de la condición de la persona, paciencia, amor y humildad que, por otra parte, son elementos esenciales para vivir con dignidad esta etapa de la vida.

Un abuelo que sabe cumplir su rol, amoroso y acogedor, se convierte en un referente para sus nietos. Puede ser un consejero, un guía y, por qué no, un modelo paralelo al de los padres que los acompaña y nutre con su amor y sabiduría.

No todos son perfectos. Pero en este intercambio, con sus diferencias, encuentros y desencuentros, hay muchas cosas valiosas. Y las generaciones intermedias -los padres de los niños o los hijos de los abuelos, que es lo mismo- deben ser las gestoras e impulsadoras de estas potentes relaciones.