Revolución Mexicana …Una deuda pendiente

Revolución mexicana

Revolución Mexicana

…Una deuda pendiente

-Les salimos debiendo a los revolucionarios

-No fuimos capaces de consolidar espacios

  conquistados

-Falta ese entusiasmo y coraje de la gente de

  antaño

Mexicanos decididos

ANMEX: Cristina Flores Cepeda

Como mexicanos les salimos debiendo a aquellos hombres y mujeres que enfrentaron una lucha armada contra aquellos que los oprimían, contra quienes abusaban de ellos, de sus familias. Hoy a 107 años de distancia del inicio del movimiento revolucionario que convulsionó al País y que levantó en armas a muchos mexicanos, el panorama que tenemos no es diferente. Muchos problemas y pocas soluciones.

La pobreza sigue en toda la extensión de la palabra y la delincuencia organizada se placea en diversas entidades, lo que nos deja ver que falta mucho por hacer.

No hay empleos, los pocos trabajos que hay mantienen salarios de hambre que hacen que tanto el padre de familia como la mamá salgan a trabajar para poder medio subsistir mientras los hijos quedan a la deriva al cuidado de algún familiar o ellos solitos.

Este 20 de Noviembre se “celebraron” los 107 años del inicio de la Revolución Mexicana. Las comillas no son gratuitas, ya que estoy seguro que la visión actual de muchos de los que somos descendientes de las personas que vivieron ese episodio de la vida del País, es que les salimos debiendo.

No concretamos ni consolidamos espacios que ellos habían conquistado, que habían avanzado, nos quedamos pensando que Pancho Villa y Emiliano Zapata seguirían resolviendo conflictos incluso el de las tierras que fueron repartidas entre miles de personas y que finalmente muchas de ellas están ahí, ociosas, sin producir, sin dar resultado…

Orgullosos debemos sentirnos de nuestras raíces

Hace falta algo más allá, tal vez carecemos de líderes reales, de esos que decidieron un día ya no estar con la pata en el pescuezo e hicieron lo que debían hacer.

Hoy más de la mitad de los mexicanos en el país viven en la miseria y pareciera que no hay mucha diferencia entre la situación de los millones de mexicanos que sufren injusticias y falta de oportunidades para vivir dignamente en contraparte de la situación que vivían aquellos por los que la llamada Revolución luchó a muerte. Si acaso, ahora hay muchos más miserables.

Tal vez sea equivocado o arriesgado culparnos de las carencias y fracasos que como país hemos tenido durante décadas al hilo, pero así creo.

Hablamos de cambios y de cosas que se pueden mejorar pero no lo hacemos, no actuamos en consecuencia. Me ha tocado escuchar a muchos quejarse por una rama tirada a media calle, pero no la levantan.

También he escuchado a muchas madres de familia hablar de los índices de violencia, que nadie hace nada al respecto, que las autoridades y demás, pero no ven que sus hijos son los que se pasan todo el día en la esquina molestando a quienes pasan por ahí, embriagándose y en ocasiones hasta drogándose.

Nos es más fácil quejarnos y culpar a otros de nuestra apatía. No hacemos nada.

No queremos solucionar nada, queremos que todo nos caiga del cielo.

Hoy se les recuerda con un desfile a los héroes revolucionarios

Tal vez si actuáramos siquiera como una sociedad participativa, tendríamos mejores resultados y esas conquistas revolucionarias pudieron haber fructificado en serio.

No todo se perdió, debo reconocer, si hay avances en comparación a como era México antes de 1910, pero en serio, nos falta más garra, más empuje.

Nos faltan más Pancho Villa, más Emiliano Zapata…más Adelita y Jesusita…sí que nos falta…

Tal vez nos falta querer más a nuestro México, a esta tierra que nos vio nacer y donde la mayoría de quienes en él vivimos, aquí moriremos.

Nos falta que se nos ponga “chinita” la piel al escuchar las notas de nuestro Glorioso Himno Nacional Mexicano y cantarlo a voz en cuello, sin sentir pena.

Nos falta ese respeto por nuestros símbolos patrios como la bandera. Muchos la ven pasar y ni siquiera hacen el intento de saludar.

Es raro pero cuando de valores patrios hablamos pocos son los que se suman.

Los vemos en las mismas escuelas, en los saludos a la bandera pocos son los maestros que entonan el himno y quienes lo hacen es entre dientes, como si tuviéramos miedo de que los demás se den cuenta de ese fervor patrio que nos debe llegar de orgullo.

Y luego los millones de pobres que mejor emigran el extranjero, porque aquí sus oportunidades de sobrevivir son prácticamente nulas.

Prefieren luchar en un País extraño, enfrentarse a otro idioma, porque saben muy bien que en su tierra no hay cabida para ellos y así se van perdiendo tantas familias.

Qué nos falta para sentirnos tan mexicanos???

Fomentar los valores patrios es indispensable

Qué nos falta para sentir el mismo entusiasmo que los revolucionarios y no para levantarnos en armas, no para iniciar una lucha sangrienta y violenta, se trata nada más de querer a nuestro País y hacer lo que nos corresponde. Cambiar nosotros, para exigir a los demás que también cambien.

La revolución no fue cosa de un día, porque entre 1910 y 1920

La revolución mexicana nació en un panorama de insatisfacción contra la política elitista y oligárquica de Porfirio Díaz, que había favorecido a los más privilegiados, sobre todo a los terratenientes y a los grandes capitalistas industriales.

Si bien el país gozaba de prosperidad económica, las continuas reelecciones de Díaz causaban insatisfacción política entre las nacientes clases medias, en tanto que los beneficios de la prosperidad no habían alcanzado a los grupos más pobres de la sociedad.

Eso motivó el movimiento revolucionario…insisto, les salimos debiendo…