Editorial
Pobre Sabinas
Sabinas, el del ayer quedó atrás. Como nunca sus calles lucen desechas y se puede encontrar a muchos culpables, posiblemente el drenaje en mal estado, las precipitaciones pluviales (cuáles), el paso constante de los vehículos, etc., etc.
Pero la realidad es que es responsabilidad de la administración municipal trabajar para que el municipio esté en mejores condiciones, digo, ese fue el compromiso hecho durante la campaña y al que, cada vez que toma las palabra en los medios, lo asegura la alcaldesa que habla de transformación, positiva, claro está.
Pero en los hechos vemos que no es así. Ahí están las calles, por la que circulamos, no en malas, sino en pésimas condiciones y a los conductores no les queda más remedio que tomar el volante y transitar encomendados solamente a Dios: “hágase tu voluntad”.
No hay esa ciudad bella y próspera que todos queremos ver.
Y es que querer a Sabinas no es solo de dientes hacia fuera.
No es solamente frases…deben ser hechos.
Como quien dice, acciones son amores y no solo ilusiones.
Sabinas luce como zona de guerra. Como área de obstáculos para los ciudadanos que salen de su casa y van aferrados al volante y con el temor que la suspensión se les quede en cualquiera de los cientos de baches.
Y mejor no hablamos de la escasez del agua, ahí también estamos de mal en “pior”, racionando el agua por horas, y del alumbrado público? con las calles y avenidas que parecen la boca del lobo, por tantas y tantas farolas apagadas pero…aun así, tendrá la alcaldesa la vergüenza de “tratar” de buscar la reelección???
Y digo “tratar” de ser candidata, que creemos, eso sí lo puede conseguir, “remember” que con dinero baila el chango, pero ganar la elección…ni con la lámpara de Aladino.
Pobre Sabinas!!