Editorial
Motín
Jamás debes escupir para arriba, porque todo lo que sube tiende a caer, es la ley de la gravedad de Newton y es imprescindible su aplicación en toda materia política.
Eso nos ha sucedido en muchas ocasiones en nuestro México Lindo y querido, pero es éste nuevo gobierno que ya no es tan nuevo pero que luce más trastabillante que si lo fuera, se ha visto más constante y reaparece una vieja historia de George Orwell que nos ilustraba perfectamente la rebelión en la granja.
Hace tiempo, con el sentimiento del populismo a flor de pecho, Andrés Manuel López Obrador gritó con voz destemplada en un comercial: Usan dinero para comprar lealtades y votos, engañan, trafican con la pobreza.
Por eso pueden postular a una vaca o un burro, son lo mismo, fulanos y menganos, puercos y cochinos, cerdos y marranos
Muy pronto habrá una rebelión en la granja y se acabará con la corrupción y la violencia. Tendremos producción, trabajo y bienestar para todos.
Lo triste y cómico del caso es que la rebelión la tiene ahora en su propio partido, ideólogos de la soberbia, autoritarismo permisivo por imaginada superioridad moral, que les ha cegado el entendimiento y Lopitoz ya les resulta incómodo con sus regañadas y amenazas
Las gallinas, los burros y los puercos están amotinados y en su avaricia le devuelven en su cara aquel spot que en mala hora cacaraceó el presidente