El semanario de Coahuila
Editorial
Educación Cangrejo
Llegó el tiempo de que los burros regresen a las aulas, pues ya no se necesita ser un maestro calificado para estar frente a un grupo de niños esperanzados como sus padres de aprender con calidad.
No se podía esperar más, pues cuando el mandatario nacional en su completa ignorancia natural, ostenta todo el poder, la peor reforma educativa que se haya elaborado durante décadas, tendría que ser aprobada, no por buena sino para estar bien con el presidente.
Lo penoso es el daño a la infancia mexicana, además de que la mayor garantía que tenía un padre de familia que inscribía a su hijo en una escuela pública, era que si el profesor no era competente sería removido.
Eso ya es historia, ahora va a quedarse tenga o no la capacidad, ahora será tan burro el maestro como el alumno, porque al presidente le conviene un pueblo así para manejar sus intereses.
Ahora los verdaderos padres de familia esperaran que estos seis o cinco años perdidos pasen pronto para que algún nuevo gobierno pueda de nuevo imponer una educación de calidad por el bien de todo el país.