Editorial
Propósitos
Siempre que inicia un año tenemos los mejores propósitos, las mejores metas, los mejores sueños, y arrancamos cumpliendo al pie de la letra las reglas para que todo ello se cumpla y se vea reflejado en nuestro bienestar personal y de nuestros seres queridos.
Por una cosa u otra estos propósitos se van quedando atrás apenas transcurre el primer mes del año y las excusas sobran, argumentando que tenemos mucho tiempo por delante para cumplir lo prometido, cosa que casi nunca sucede y a final del año nos encontramos en una situación más deteriorada en todos los aspectos y con malestares añadidos que hacen más precaria nuestra existencia.
Cosa muy similar vemos en la política nacional y local, pues las nuevas administraciones como al igual que los propósitos de año nuevo, inician con todo el entusiasmo del mundo, todos los funcionarios en sus puestos, trabajando a diestra y siniestra y con una sonrisa de oreja a oreja que promete un mejor municipio, un mejor estado y un mejor país.
No queremos ser pesimistas ni aves de mal agüero, al contrario, elevamos votos para que todo salga bien aún y cuando las cosas vislumbran un rumbo diferente, y queremos entender que todo se debe al acomodamiento de las administraciones que recién empiezan, hay que darles su margen de preparación.
Por nuestra parte haremos lo que nos corresponde hacer, cumplir con los requerimientos administrativos en forma puntual y apostar todos a que este 2019 va a ser un buen año… va por México, va por nosotros… va por ti.