*Uno acusado como el mayor ladrón
de obreros y otro presumiendo ser
excelente ratero, se disputan ser los
consentidos de AMLO para manejar
una central obrera compuesta de
pura pedacería barata.
Enviado por Javier Cerón.-
Sin perder pisada los llamados “mesías” sindicales que se cobijan en la Cuarta Transformación y que creen que todo puede cambiar por un discurso, están siendo impulsados por la inercia presidencial del gobierno de López Obrador, aunque éste diga que no hay “…ni líderes, ni sindicatos consentidos!.
Pero analizando el panorama laboral, encontramos que un Napoleón Gómez Urrutia, senador por Morena, pero cuya fortuna la hizo al amparo del sistema político mexicano priista.
Ahora busca encabezar a todo el movimiento obrero, olvidándose de la opacidad con la que retornó a México y que le siguen recordando que siguen bailando los 55 millones de dólares, tal como lo denunciaron representantes de 2 Mil 200 mineros de Cananea.
Estos mineros que no han recibido un solo peso demandaron ante la Fiscalía General de la República, que seguramente en tiempo y forma informará quien comanda esa institución, Alejandro Gertz Manero.
Otro que está en la “línea” de que se la jugó con López Obrador, es Pedro Haces Barba, senador por Morena, que llegó de rebote a la partida del ex panista y acomodaticio senador de Morena, al IMSS, Germán Martínez, y que también alardea de que él será el que guie los pasos del sindicalismo.
Porque según su versión en un programa radiofónico se acabaron los grandes líderes y que ahora llega el sindicalismo de la Cuarta Transformación, por lo que muchos dicen que lo única que ha transformado es su cartera.
Por lo pronto, declaró que está en contra de las “huelgas”, sí así como lo escuchó, porque afectan a las empresas, en un claro desplante de que no le importa hacerle el desdén al derecho de huelga, que es el arma por Ley más poderosa para defender los derechos de los trabajadores y lo que es peor, en su lenguaje florido comparó:
“El que es buen policía, es porque primero ha sido buen ratero y yo aprendí mucho cuando estuve en la CTM, por eso me salí, porque vi muchas cosas que no me gustaron”, explicó al programa radiofónico, en lo que es la imagen de quien quiere conducir una transformación sindical.
Así las cosas, de inmediato se desmarcó de la central obrera que pondrá en marcha Napoleón Gómez Urrutia (Napito II), porque dice que tiene más méritos su llamada CATEM, y que se la jugó con López Obrador, por lo que presumió un video cuando tomaron protesta las organizaciones que integran su central sindical, qué a decir, en el medio sindical está compuesta de pura “pedacería” de sindicatos.
Así es que los llamados “mesías” ya sacaron la cabeza utilizando como oferta principal atacar a lo que le llaman el sindicalismo corporativo, que en el caso de Napito II, pues formó parte su padre Napoleón Gómez Sada, que fue fundador y presidente del Congreso del Trabajo, junto con el líder histórico del movimiento obrero organizado y de la CTM, Fidel Velázquez, figura que ni los llamados “mesías” sindicales no se atreven a pronunciar, porque su sombra les impone a decir de los analistas.
Por lo tanto, en la palestra morenista, la disputa por ser el “consentido” al amparo del presidencialismo de López Obrador, está en todo lo alto y el propio Haces Barba, declaró que no se sumará a la central de Napito II, ambos quieren el privilegio de encabezar la interlocución con el Jefe del Ejecutivo.
Aunque los analistas laborales, señalan que a ver sino resultan esas centrales obreras, como aquella que formó la entonces poderosa dirigente Elba Esther Gordillo, para tratar de resquebrajar a la FSTSE, en una intentona que falló, porque ahora la llamada Fedessp, es sólo un “cascarón” y puro “juego artificial”.