*Dentro de un mundo que la mayoría
desconoce, la clase media y media baja
deberán estar preparados para una
nueva carga fiscal.
Enviado por José Luis Benavides.-
Hace unos días, el Secretario de Hacienda Arturo Herrera, señaló que “El comercio electrónico en México, representa el 5% de la economía nacional”, y además nos dijo que:
“El sector digital tiene una aportación muy importante a la economía, pero a nivel global hay un reto no menor sobre cómo gravarlo de manera apropiada. Esto es porque los códigos fiscales fueron diseñados para bienes y servicios tangibles”.
Sin duda, el funcionario tiene razón en los datos que nos señala y es un hecho que nuestro país requiere incrementar su capacidad de recaudación y fiscalización vía impuestos, derechos y aprovechamientos.
Sin embargo, me parece que el Gobierno Federal tendrá que valorar el impacto a corto, mediano y largo plazo de estos gravámenes en el desarrollo tecnológico de nuestro país, ya que evidentemente estos incrementos serán pagados por todos nosotros los usuarios finales, y es ahí donde puede también desacelerarse esta importante fuente tecnológica y desarrollo.
Más aún, es un hecho que la Cuarta Transformación estaría inmersa en las distintas opiniones mundiales sobre la recaudación en el mundo digital conocida como la Tasa Google, misma que estaría conformada por dos impuestos: el pago de derechos y el impuesto digital.
El primero consiste en pagar un derecho por uso de concesión o permiso y que se derivará de enlazar contenidos protegidos por derechos de autor principalmente.
El segundo, está planteado para gravar los ingresos de estas empresas simplemente.
En este contexto, el G20 tiene planeado discutir lo ya aprobado -hace algunos meses- sobre este tema en su reunión de junio de este año, celebrada en Osaka, Japón y donde estuvieron presentes las más altas autoridades decisorias de los países más industrializados a nivel mundial e incluido México.
Siendo esta una iniciativa elaborada por la OCDE que busca crear un nuevo paradigma impositivo que genere una mayor recaudación fiscal en los distintos países donde hoy operan estos gigantes tecnológicos, así como evitar la elusión de impuestos derivada de que los actuales sistemas fiscales son obsoletos frente al Social media provocado por la inexistencia de fronteras físicas en el mundo digital.
Finalmente, México estaría cumpliendo con los compromisos a nivel mundial en materia de recaudación tecnológica, sino además forma parte de los países que entiende que la economía digital debe de ser regulada debidamente.
Así que deberemos de estar atentos a las decisiones que se tomen en los próximos meses y si estos nuevos impuestos digitales son incluidos o no en el Presupuesto de Ingresos de la Federación del 2020.