El semanario de Coahuila
Javier Falcón era el jefe de una célula del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el norte de Texas.
*La doble vida de un operador
del CJNG en Texas.
Enviado por Isaías Alvarado.-
El ex policía de México que construyó uno de los carteles más sanguinarios y lucrativos del mundo.
Un juez federal impuso una sentencia a 30 años de prisión contra el jefe de una célula del Cartel Jalisco Nueva Generación que recibía cargamentos de cocaína y los distribuía en seis estados de EEUU.
Pero muy pocos sabían que este inmigrante estaba ligado al crimen organizado.
Javier Falcón dejó hace más de 20 años su pueblo natal, San Juan de Sabinas, Coahuila, ubicado a hora y media en auto desde la frontera con Texas.
Su tío materno, Ramiro García, lo recibió en su casa en Fort Worth, Texas, y lo introdujo en un oficio que desempeñan varios migrantes, la albañilería.
Falcón, de 37 años, aprendió rápido y abrió su propia compañía en Pittsburg, Texas. Su situación mejoró cuando recibió su tarjeta de residente permanente que le permitió visitar con frecuencia a su familia en Coahuila.
Gastaba a manos llenas y todos lo atribuían a su exitoso negocio en la industria de la construcción. Creían que había alcanzado el ‘sueño americano’.
Muy pocos conocían su otra faceta: también era jefe de una célula de traficantes de cocaína en Texas que estaban bajo las órdenes del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), la organización criminal de mayor crecimiento en México y que ya le pisa los talones al Cartel de Sinaloa en Estados Unidos.
Todo parecía en orden, hasta que un agente abrió la cajuela y encontró más de 4 kilos de cocaína.
Él se encargaba de recibir los cargamentos de droga y entregarlos en Texas, Florida, Carolina del Norte, Arkansas, Illinois y Michigan. También supervisaba las ganancias ilícitas que enviaban a México.
El Departamento de Justicia (DOJ) cree que ganó hasta 5 millones de dólares trabajando con el cartel de Nemesio Oseguera Cervantes, el mafioso mexicano mejor conocido como ‘El Mencho’.
Como parte del operativo ‘Dirty Bird’, que se enfocó en la red de Falcón, las autoridades decomisaron más de 500 mil dólares en efectivo, casi 40 kilos de cocaína, nueve armas de fuego, dos casas en Dallas y una gran variedad de joyas finas.
Los fiscales afirman que Falcón y otros traficantes no temían ocultar lo que compraron con dinero sucio: tenían un deportivo Dodge Charger Hellcat, así como “relojes llamativos, armas exóticas, un collar con un dije en forma de gallo con joyas incrustadas y numerosos pares de zapatos de lujo y botas”.
Un decomiso de
9 kilos de cocaína
Su tío Ramiro García testificó en una corte de Texas, en marzo de 2019, que supo un mes antes que su sobrino estaba involucrado en el narcotráfico, hasta que le dijeron que lo habían arrestado con droga en Tennessee, de acuerdo con documentos judiciales revisados por Univisión Noticias.
En aquella ocasión, Falcón viajaba como pasajero en una camioneta Buick con placas de Texas. Manejaba uno de sus cómplices, José Gerardo Ornelas Pineda, y en la parte trasera iban Claudia Claribel Gardea y sus dos hijos pequeños. Los detuvo en la carretera 40 un equipo policial antidrogas en Tennessee.
Parecía que todo estaba en orden hasta que un agente levantó la puerta de la cajuela y esta comenzó a bajar sin motivo. Era porque tenía en su interior más de cuatro kilos de cocaína.
Al seguir buscando encontraron el resto del cargamento en un compartimento secreto en el piso del coche, sumando nueve kilos.
Albañil de día y narco de noche; la doble vida de Javier Falcón
El chofer de Falcón, fue quien terminó delatándolo. Les dijo a los policías que era el jefe de la banda, que había colocado la droga en la camioneta y que supervisaba el traslado a Carolina del Norte.
Él reconoció que siempre supo que transportaba droga, pero afirmó que jamás tocó la mercancía. Se alega que la droga estaba bajo responsabilidad de otro operador del CJNG, José Armando Rosales Bernal.
La madre de los niños que iban en el automóvil reveló a los detectives que era indocumentada y que la habían deportado dos veces del país. También ella está acusada de narcotráfico.
El celular de Falcón sonó cuando reporteros del canal WKRN realizaban una nota sobre ese decomiso.
El timbre era una parte del corrido ‘Javier el de Los Llanos’, que habla sobre su tocayo Javier Torres Félix, alias ‘El JT’, un líder del Cartel de Sinaloa que fue extraditado en 2006 a EEUU, donde lo condenaron a 126 meses de prisión. En 2013 lo deportaron y ahora está bajo custodia de las autoridades mexicanas.
“¿Cómo estás, Javier? Aquí todo al cien/ Qué gusto escucharte, espero que estés bien”, se escuchó en el teléfono móvil en la estación policial.
Un agente antinarcóticos no identificado le dijo a WKRN que posiblemente estaba llamando otro contrabandista del CJNG que quería asegurarse “dónde está su droga”.
“Es un peligro
para la comunidad”
Ramiro García describió a su sobrino en la corte como un hombre “calmado y feliz”, con quien convivía cada vez que visitaba a la madre de este en Pittsburg, Texas. Dijo que solo se tomaba “un six de cervezas el fin de semana” y que estaba separado de la madre de sus cuatro hijos.
Jonathan Hornok, Fiscal Federa, develó el historial violento del acusado.
Los fiscales federales revelaron que Falcón cruzó la frontera 57 veces durante cinco años y averiguaban si alguna vez había pasado con droga.
García explicó que su sobrino tenía una nueva esposa y un hijo pequeño que vivían en Coahuila y los visitaba con frecuencia. Antes de conocer a la mujer, continuó, este regresaba a México cada vez que podía por la emoción de tener su green card.
“Él tiene aquí en Estados Unidos alrededor de 22 años. Nunca había regresado a México hasta que tuvo su residencia, que fue hace apenas cinco años”, testificó.
“No creo que él sea un peligro”, aseguró García sobre su familiar. “No creo que él tenga esas intenciones (de fugarse) porque toda su familia está aquí, sus hijos también”, enfatizó.
Pero el fiscal federal Jonathan Hornok desveló en esa misma audiencia el historial violento del acusado. Describió cuando agredió físicamente a su ex pareja por celos.
La sujetó con fuerza, la tumbó al suelo y le apretó el cuello para dejarle lesiones visibles. “Ningún hombre querrá estar contigo ahora”, le dijo a su ex esposa, según el relato del funcionario.
“¿Estos hechos parecen los de un hombre que es ‘calmado y feliz’?”, preguntó Hornok en el tribunal.
También señaló que debía 23 mil dólares de la manutención de los hijos que tuvo con ella.
“Él es un peligro para la comunidad, no solo por las actividades por las cuales ha sido acusado, que son -de hecho- peligrosas, sino porque él tiene una víctima identificada en este caso… Es un individuo que responde a situaciones estresantes con violencia”, advirtió Hornok.
Ese día, Falcón no logró salir libre bajo fianza, como lo pidió su abogado. Un juez federal determinó que había riesgo de que escapara por sus lazos con México, sus actividades criminales y el duro castigo que enfrentaba.
Finalmente se declaró culpable y aceptó colaborar con la Fiscalía para recibir un castigo menos duro.
El 4 de marzo lo sentenciaron a 30 años de prisión por trabajar para el Cartel de Jalisco y firmó un acuerdo en el que se comprometió a entregar 5 millones de dólares que ganó siendo traficante en Texas.
Su paradero es ahora un misterio. El Buró Federal de Prisiones (BOP) informa en su portal electrónico que ya no está bajo su custodia, abriendo la especulación de que sería ya un testigo protegido.