El semanario de Coahuila
Luisa María Alcalde… maestra del nepotismo
*Retadoras se muestran ante cualquier autoridad,
inclusive ante la Cámara de Diputados, ni siquiera
AMLO se atreve a decir nada en contra de ellas…
Así soy y qué?…Me vale mad…
Enviado por Javier Cerón.-
Ana Gabriela Guevara… le vale mad…
Resulta inverosímil lo que vive México en el ejercicio del poder público de la 4T, una secretaria defendiendo la chamba de familiares y una directora acusada de turbios manejos en la Conade y retadora suelta “me vale mad…”.
Ya sea coincidencia o realidad, las dos son servidoras públicas, son sujetas del Estado de Derecho, no se mandan solas, pero por lo que está sucediendo dan la apariencia de ser intocables al formar parte del círculo primario presidencial.
Ante las revelaciones de que hay siete familiares de Luisa María Alcalde, Secretaria del Trabajo y Previsión Social, trabajando en puestos públicos de primer nivel, con indicios de nepotismo, tráfico de influencias o corrupción, de inmediato fue atajado por el Huésped de Palacio Nacional al señalar que no hay nepotismo, porque al menos Luisa María y su hermana que trabaja con el sonorense Alfonso Durazo, en la Secretaría de Seguridad Pública, las defendió afirmando que son “honestas” y muy eficientes.
Gobernación, Función Pública, Relaciones Exteriores, Hacienda y el DIF…mudos
Sin duda que el conductor de su 4T, seguramente tiene razón con sus declaraciones, pero lo que está ante la opinión pública es la imagen de un gobierno que ofreció transparencia.
Pero por el contrario, busca apagar cualquier intento de investigar cómo llegaron a sus puestos públicos, no está a discusión la honestidad, sino el posible abuso en el uso del poder público y político.
En el medio político, se comenta que es lamentable la actitud retadora de Luisa María Alcalde, al pedir que “presenten las denuncias”, todo porque el PRI en voz de su presidente Alejandro Moreno, refutó que estos familiares están en el poder público.
Lo que da un retrato hablado de que la Secretaría del Trabajo, sigue al pie de la letra la confrontación, el ataque y la descalificación que se pregona desde Palacio Nacional, antes de someterse a una investigación dónde se aclare cómo llegaron sus familiares a esos puestos para despejar cualquier discrecionalidad en el uso de la Ley de Austeridad del gobierno de la 4T.
Todavía más deplorable, resulta que en lugar de defender a los miles de trabajadores que quedan desempleados por el cierre de fuentes de empleo por la pandemia, la Secretaria del Trabajo del gabinete Lopizta, enfoque sus acciones y recursos públicos a defender a familiares.
El Presidente de la Comisión del Deporte en la Cámara de Diputados, Erick Morales, lo dejan hablando solo
Y…lo más crítico es el silencio soterrado que guardan los secretarios de Estado como de Gobernación, Función Pública, Relaciones Exteriores, Hacienda y el DIF en una especie de red de complicidades para aclarar sus contrataciones.
Con claro oscuros en su gestión al frente de la Secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, repudia las lacras del “nepotismo” y asegura no violar la ley.
Pero no puede ser juez y parte en esto que es de interés público, porque esos servidores públicos ligados a su familia, cobran puntualmente cada quince días un promedio de 650 mil pesos mexicanos del Erario Público, que se conforma con dinero de Usted lector mío, de todos y que si no se aclara, están usufructuando un privilegio en el que también pueden estar profesionales competentes.
De nueva cuenta los medios de comunicación recorren el velo de contrataciones ligadas a la simulación de un gobierno que pregona la “honestidad valiente”.
Las bravuconadas expuestas por la Secretaría del Trabajo, únicamente le restan credibilidad y confianza, al evitar someter estas contrataciones al escrutinio de la Ley, siendo servidora pública que llegó a ese puesto por la voluntad popular, que al oponerse de facto da la espalda a la democracia y a someterse al Estado de Derecho
50 millones de pesos desaparecidos de la Conade… y nadie sabe
Siendo que es la responsable de llevar una política laboral para equilibrar los factores de la producción, que son empresarios y trabajadoras.
En juego está su imagen y trayectoria en plena etapa de pandemia que cada vez destapa más cloacas.
En el otro frente, Ana Gabriela Guevara, Directora de la Comisión Nacional del Deporte (CONADE), que enfrenta un escenario pesimista al frente del manejo de este segmento del deporte mexicano, por la realización de auditorías de la Secretaria de la Función Pública en el ejercicio del presupuesto, donde hay señalamientos de irregularidades que suman más de 50 millones de pesos y que ella, además de negar todo y decir que “es una campaña negra en su contra”. Será???.
Sobre estas auditorías que están en proceso para ver si hay vinculación judicial, cayó una demanda de una empresa proveedora de alimentos a la Conade por adeudos y por intento de extorsión de “moches”, radicada en la Fiscalía General de la República, que encabeza Alejandro Gertz Manero.
Así es que está en la tablita, donde sus allegados como Sergio Monroy y una mujer llamada Armida Ramírez, que no labora en la institución pero actuó como facilitadora del negocio entre la Conade y la Empresa.
La respuesta a todas estas irregularidades ha sido “me vale mad…” con lo que la ex velocista sonorense trata de cerrar la cortina, pero ya tiene muchos frentes abiertos.
Antes se llamaba corrupción, ahora se llama honestidad valiente
En la Cámara de Diputados, el Presidente de la Comisión del Deporte, Erick Morales, afirma que la han llamado para que presente su plan de trabajo, porque no lo conocen y se ha negado. Ha hecho caso omiso a dialogar con los diputados.
Los propios atletas de talla mundial como Fernando Plata, como la clavadista Paola Espinosa, han salido a alzar la voz ante la amenaza de que quieren desaparecer el fideicomiso para deportistas de alto rendimiento.
En tanto que Ana Gabriela Guevara, guarda silencio cuando debería estar en primera línea para defender los recursos, pero no hay reacción solo opacidad y silencio.
Incluso un reportero de deportes de un diario nacional, nos comentó: “en alguna vez entrevistamos a Ana Gabriela Guevara, cuando estaba en la cúspide de su carrera, y se quejaba de que no había apoyos y que si llegaba a manejar el deporte, los deportistas tendrían todo el apoyo”.
La vida sin dudas da vueltas y ahora ya senadores del PAN piden su renuncia y otros la admiran porque se colgó ya…“la medalla de la corrupción”. O bien la pandemia les “cayó como anillo al dedo”, para evadir todo.