* Cuál triunfo de la justicia?
*La imprudencia de Lozoya
Enviado por Miguel Ángel López.-
¡No, no, no y no !. Emilio Lozoya no ingresó a prisión por la pura y cristalina acción de la justicia, que cierren la boca los merolicos del partido en el poder que califican como una muestra de que se está combatiendo a fondo la corrupción, este mérito no se le debe a la voluntad presidencial por acabar con el cáncer de México.
Emilio Lozoya, durmió en el reclusorio norte porque una periodista pudo tomarle fotografías mientras cenaba en un restaurante de lujo. Esa “imprudencia” (bien calificada por Ricardo Monreal) le salió muy cara al ex director de Pemex.
Antes de que esa cena se hiciera pública y las imágenes recogidas por Lourdes Mendoza, estallaran en el rostro del señor de las mañaneras, Emilio Lozoya mantenía un trato preferencial y hasta de protección de las autoridades de la fiscalía, obviamente, con la anuencia del presidente.
Poco importaba que todos los días se hiciera referencia sobre las condiciones de la supuesta “reclusión” de alguien que firmaba semanalmente el “libro de asistencia” de la prisión vía electrónica.
Emilio Lozoya, no tendría de nuevos vecinos a Juan Collado o Javier Duarte, de no ser por el escarnio público.
La justicia cocinada a la 4T tiene sus límites y estos llegaron cuando se convirtió en la burla internacional, pues el caso Odebrecht, no es un asunto de orden municipal, sino que, involucra a varias naciones en uno de los casos de corrupción más sonados en el continente.
Ahora bien, los abogados de Emilio Lozoya han advertido que su cliente aportará (¿por qué habríamos de creer que ahora sí?), todas las pruebas que señalan el ramal de intereses que se formaron bajo la mano de un “poderoso grupo de interés” que el pobrecito de Emilito padeció.
La cosa está así: para el juez, 30 días más, son suficientes para que entregue las pruebas de sus dichos, algo que no ha ocurrido desde que llegó a este país en vuelo VIP.
Lozoya ha “embarrado” a varios personajes, digamos que, en declaraciones muy convenientes a los intereses y agendas del mandatario, el “soplón” Lozoya, es una larva que ha ido dejando hoyos por donde indique el patrón.
Lozoya amenaza con abrir la caja de Pandora y revelar a donde fueron a parar los 10 Millones de Dólares de “mordida” que Odebrecht le habría entregado.
Hasta ahora, Emilio ha señalado que fue a parar a la campaña de EPN, pero sin aportar más pruebas…y así se la ha llevado, asegurando que sacudirá a la opinión pública, solo que hasta el momento lo suyo ha sido la pirotecnia, afianzando la idea de que en realidad los dólares fueron a parar a su bolsa (los que lo conocen saben que Lozoya es terriblemente ambicioso, si no, que pregunten a los empresarios que eran extorsionados con Un Millón de Dólares, solo para poder tener una cita con el ex director de Pemex).

La prueba de fuego para el pacto entre Peña Nieto y López Obrador, uno de protección para el ex mandatario y su equipo cercano.
Ahora bien, lo de Lozoya no representa ningún triunfo del estado de derecho y si es de facto, la prueba de fuego para el pacto entre Peña Nieto y López Obrador, uno de protección para el ex mandatario y su equipo cercano.
Claro está, falta que Emilio Lozoya, de el paso mortal y documente sus dichos, de lo contrario, quedará como lo que se sospecha; es un vulgar mentiroso, que sabe mucho, pero que demuestra poco.
Veamos hasta donde, la 4T mantiene este show en marquesinas.
Y aunque les incomode, lo que sucedió con Lozoya, es gracias a la fuerza de los medios de comunicación, de mujeres y hombres periodistas… ¿Ahora ven por qué nos odian?