López Obrador – Contra Reloj …Se está desmoronando!!!

15 julio, 2019 en

Andrés Manuel, en siete meses ni la sombra

*A la baja lo sitúan las últimas encuestas

  y el mandatario sabe que sus días están

  contados, por eso le urge cambiar la

  Constitución en un intento de mantenerse

  en el poder.

 

Enviado por Vladimir Galeana.-

Los resultados de las encuestas ya no son los mismos

Los primeros 6 meses de gobierno del tabasqueño se han caracterizado por lanzar culpas al pasado.

Si algo podemos decir de Andrés Manuel López Obrador es que es uno de los personajes con mayor peso social que ha tenido este país en los últimos 40 años.

Su liderazgo es indiscutible, y el peso de sus decisiones impacta en todos los rincones del país.

Habrá que reconocer que después de que se fueron hombres de la talla de Jesús Reyes Heroles, Enrique Olivares Santana, el Partido Revolucionario Institucional comenzó a languidecer, al igual que el panismo después de los sonados triunfos de Vicente Fox Quezada y Felipe Calderón Hinojosa.

El Fenómeno de popularidad en que se convirtió Enrique Peña Nieto, desde que detentaba la Gubernatura del Estado de México, le alcanzó para llegar a la Presidencia De la República, y muchos elogiamos el llamado ‘Pacto Por México ‘como una fórmula para incluir a las oposiciones en el diseño del destino futuro del país.

El éxito estaba a la vuelta de la esquina, pero lo echaron a perder sus operadores políticos, y lo que pudo otorgarle el carácter de “estadista” se quedó en un remedo de operador político de segunda categoría.

Los chairos del “face” como diversión están bien

Enrique Peña Nieto comenzó a perder popularidad a causa de haber dejado la toma decisiones en uno de sus principales colaboradores, y al cabo del tiempo se convirtió en un electo decorativo que nunca volvió a tener la confianza plena de los electores que lo llevaron al poder.

Poco a poco Andrés Manuel López Obrador se fue convirtiendo en el depositario de esa nueva esperanza distinta de los fracasos obtenidos por tricolores y blanquiazules, pero sobre todo, de los excesos protagonizados por los principales miembros del gabinete del mexiquense.

Andrés a Manuel López Obrador contó desde el inicio de las campaña con una evidente superioridad sobre panistas y tricolores, y aunque estos últimos llevaban como candidato a uno de los economistas más reconocidos y político eficiente por donde se le quiera ver, fue apabullado por el hastío de los mexicanos quienes decidieron otorgarle un voto de confianza a quien pululó por todos los rincones sembrando odio contra sus adversarios y ofreciendo una nueva esperanza de mejores condiciones de vida.

Los primeros 6 meses de gobierno del tabasqueño se han caracterizado por lanzar culpas al pasado, intentar reordenar el ejercicio del gasto público, y mantener el discurso de la deshonestidad de panistas y tricolores, y la honestidad que lo distingue de los demás.

La idea de López Obrador es borrar del mapa a la CNDH

Claro está que el Presidente de la República aprovecha cualquier resquicio para marcar la diferencia con sus antecesores, a quienes culpa de todos los males y hasta de los fracasos del presente.

El problema es que las cosas no le están saliendo bien, o quizá esté pagando el noviciado, pero quienes salimos perdiendo sin lugar a dudas somos los ciudadanos.

Aunque no lo quiera aceptar su popularidad se muestra ya por debajo del 50% de acuerdo con la encuesta realizada por ‘México Elige’ que fue difundida la semana pasada.

31.7% de los encuestados identifica a la inseguridad como el principal problema, 49% cree que el principal desafío de los mexicanos es la economía, pero el 50.6% dijo querer que el Presidente renuncie y 46.2% dijo que el mandatario debe quedarse en el poder.

Las cosas no le pintan tan bien al presidente como las comunica todos los días.

La Nueva Era

Morena no busca dotar de mayores facultades a la CNDH, busca borrarla del mapa institucional.

Un cambio de régimen puede ocurrir de diversas maneras, y los más efectivos hasta ahora, han sido mediante la conquista de una potencia extranjera, una revolución armada o cultural dependiendo de las circunstancias, un golpe de Estado de forma violenta, o simplemente la reconstrucción que viene después del “fracaso de estado”.

Culpas al pasado que ya no tienen eco

Seguramente a esto último pretenden referirse quienes se asumen como los paladines de la nueva conformación de la nación Mexicana con la asunción de Andrés Manuel López Obrador en la Presidencia de la República.

El primer atisbo de las ocurrencias del prócer único y bien amado camarada líder, han sido los cambios de denominación de algunas dependencias para que respondan a los discursos vertidos en la mayor parte de las plazas públicas del país.

Pero alguien habría de señalarle que el simple cambio de nombre de las dependencias del Gobierno Federal, mal llamado ahora Gobierno de México, no constituye un verdadero cambio de régimen político, a menos que pueda ir más allá e instaurar una dictadura Bolivariana en las barbas del Tío Sam.

Ya hubo una enorme advertencia. Con un solo mensaje por la red de Twitter, el señor Donald Trump anunció que México tendría que pagar un arancel del 5% de los productos que exportará hacia Estados Unidos.

La respuesta inmediata del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, fue enviar a su Canciller a negociar con el gobierno norteamericano, y lo que dijeron que fue un éxito diplomático nos está saliendo demasiado caro, porque ahora nosotros tendremos que mantener a los centroamericanos, darles trabajo, y contenerlos en la frontera sur de nuestro territorio.

Las cosas ya no están saliendo bien

Pero también en esta presunta “nueva era” existen instituciones que se han convertido en el blanco fácil de Andrés Manuel López Obrador, y quizá la más importante de ellas es la Comisión Nacional de Los Derechos Humanos, ya que la plaga morenista en el Senado de la República trabaja en un proyecto para constituir la “Defensoría del Pueblo” como un organismo nacional de protección a los derechos humanos.

Así de simple pretenden desaparecer lo que con tanto trabajo hemos construido y cuidado los mexicanos.

Ahora las huestes del Movimiento de Regeneración Nacional van contra la Comisión Nacional de los Derechos Humanos porque necesitan tener el control de las calificaciones a la hora de cometer sus atrocidades para instaurar ese régimen bolivariano que piensan merecemos en este país.

La única justificación es que la CNDH es un órgano que no sirve para nada porque es una falacia, una simulación, no tiene alcance para sancionar a nadie, y a contentillo le pueden aceptar o no una queja.

Morena no busca dotar de mayores facultades a la CNDH, busca borrarla del mapa institucional porque ahora pretenden que la designación del titular de la defensoría, así como de los integrantes del Consejo Consultivo y de los representantes en entidades se ajustará a una consulta pública.

Trump lo humilla cada vez que quiere

Otra violación flagrante a la Constitución sin que nadie pueda detener la serie de barbaridades legales que los integrantes de la mal llamada 4T están colocando en el entramado institucional.

Y lo tienen que hacer ahora porque en la siguiente votación no les alcanzará para la mayoría simple.

Por lo que respecta a la consulta, ya sabemos cómo se las gasta el prócer máximo del país…Pobre México.

De cualquier manera nos divertimos con las opiniones y comentarios de los chairos (Que cada vez son menos) y les damos las gracias… 5,4,3,2,1… suéltense

Danos tu opinión!

Formulario de suscripción

Sí, soy humano*

Se ha enviado un mensaje de confirmación; por favor, haga clic en el enlace de confirmación para verificar su suscripción.
El email ya esta en uso
Tienes que escribir un email
Tienes que cliquear el captcha
El captcha no es correcto