*Miles de narcomenudistas están a un paso
de salir libres por la ley de Amnistía del
Presidente, y tendrán ahora la oportunidad
de crecer enormemente en el mundo que
solamente ellos conocen.
Enviado por Sócrates A. Campos.-
Por el año de 1973 regresando del exilio en Chile y estar trabajando en varias unidades del desarrollo social e indígena, nos vimos sorprendidos en que se nos había “sentenciado” por los delitos por los que fuimos detenidos en 1968 por el Movimiento Estudiantil.
Ahí cuando menos nos daban en promedio más de seis años de cárcel y esto quería decir que en muchos de los casos no tendríamos derecho a fianza y retornaríamos a la cárcel de Lecumberri.
Así que casi todos salimos a escondernos, en mi caso fui apoyado por un amigo ex rector de la Universidad de Nuevo León y otros amigos y me escondí.
Me andaban localizando como locos varios funcionarios y así de pronto tuve la invitación a comunicarme con Fernando Gutiérrez Barrios y lo hice desde varios puntos para que no pudieran localizar la llamada ni su origen.
En esas conversaciones me explicaba que este era un proceso necesario para aplicar la “Ley de Amnistía” que quería sacar el presidente Luis Echeverría para darle carpetazo a todo el asunto del 68 y que me solicitaba que cuando menos lo hiciera del conocimiento a la sociedad por medio de una declaración de prensa.
Así que localicé a varios amigos de la comunicación y me reuní con ellos y explicamos el tema, a los pocos días se publicaba la “Ley de Amnistía” para los asuntos del 68, este era un simple requisito legaloide de una determinación política de Echeverría Álvarez, con el fin de lavarse las manos en el tema.
Hoy, todos nos sorprendemos que de AMLO impulsa la “Ley de Amnistía” para liberar a los delincuentes procesados por el narcotráfico con el fin de lograr con ello la paz social en el país o que esto sirva en realidad para apoyarlo en esta enorme tarea.
Nos dicen que solamente se aplicaría a los narcomenudistas que no hayan matado o generado otros delitos y acciones en su actividad y que demuestren que fueron obligados por las mafias a operar en este negocio.
Ahí creo que tendremos un enorme conflicto y problema porque en realidad los que se meten al “negocio” lo hacen con plena conciencia y nadie les pone una pistola para obligarlos, simplemente, ellos, son adictos y utilizan este esquema para garantizar sus drogas y ganar un dinero.
Estaría bien que los liberaran sobre todo porque tendríamos espacios en los penales y menos gastos y costos directos en las cárceles.
Pero…¿cómo van a garantizar que al liberar a los miles de pequeños comerciantes de drogas dejarán de operar con el narcomenudeo?.
¿Acaso les garantizan un trabajo digno y de ingresos suficientes para dejar su “negocio”?.
¿Cómo garantizan que estarán limpios y ya dejaron las drogas y sus relaciones?.
En fin, creo que solamente estaríamos lanzando a la calle a cientos de experimentados narcomenudistas que reforzarían el comercio ilegal de drogas en todo el país y con ello el fortalecimiento de los grandes grupos del narcotráfico.
Es más, los mismos jefes de las mafias de acuerdo al comportamiento de ellos en la cárcel sabrán cuáles de esos podrán subir en la escala del negocio y convertirse en los controles de grupos e incluso en el darles entrenamiento para el manejo y operación de armas.
La intención del presidente, podría ser buena, pero nos parece muy “inocente” a menos que existan acuerdos entre los funcionarios y políticos con los jefes de los grupos de la delincuencia.
Hay que recordar que, ahora, “existen nueve grandes cárteles que dominan el 80% del país” por medio del control de los municipios donde controlan a las autoridades y a los policías y, en tales condiciones, tienen un enorme control paramilitar en muchas zonas.
No se ha querido controlar el asunto del tráfico de armas, no solamente las que provienen de los Estados Unidos, esas son las de menos.
Desde hace años hemos visto que los mismos grupos guerrilleros que operaron en Centro América, desde Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala así como los de Colombia y Venezuela son los que se encargaron de ocultar en los procesos de paz miles de armas y de entrenar a miles de hombres en los temas militares que se han venido incorporando con los grupos delictivos.
Pero…además, son los que trafican y garantizan miles de armas a bajos precios, así sus jefes se han capitalizado y gozan de muchas riquezas y sostienen el manejo del tráfico de gentes, armas, dinero y drogas desde el Sur del continente y, nosotros, pues andamos en la luna o como el Tío Lolo…
Claro que no es lo mismo aplicar la amnistía para presos políticos que para los delincuentes, porque son diferentes los casos y las acciones, los compromisos.
En fin, no tengo duda de que la bondad del presidente es enorme, que su “inocencia” es increíble y que se dará este proceso porque nada hay de mayor peso en el actual gobierno que la palabra y la determinación del presidente, este goza de una fuerza enorme, mantienen ese control político que le permite realizar actos como este con total apoyo del “infeliciaje nacional”.
Claro que, con seguridad, también veremos muchos conflictos en las zonas de control, porque los que salen de la cárcel con hambre de poder y de dinero pues no tendrán dificultad para enfrentar a los que por el momento controlan las zonas y esto provocará mucha violencia en muchos lados.
La amnistía puede servir para tener más espacio en los penales, pero sin duda no tendremos paz en las calles, tampoco tendremos un nuevo orden y mejores condiciones de vida.
Son diferentes los temas entre las amnistías políticas y las criminales, así que nos podremos preparar si es que conocemos los detalles y los puntos donde se incorporarán los recién liberados, porque desde ahí veremos los grandes temas de violencia y de confrontación de los grupos.
Esto, pues a lo mejor podría servir para identificar a los jefes de jefes y así poder establecer las negociaciones para la pacificación del país, recordando en que ellos mismos saben que el narcotráfico es un negocio y enorme empresa y que su mejor manera de ganar más es teniendo paz entre los grupos.
El caso es que esto se pueda lograr, porque a lo mejor solamente nos estamos haciendo más bolas, en fin, deseamos que le vaya bien al presidente y se cumplan sus sueños de paz y no tengamos nuevas pesadillas…