LeBarón: Un Gobierno Fallido …Qué Sigue?

*Se rompió una ley universal no escrita,

  la que dicta que los niños y las mujeres

  son intocables, para la supervivencia de

  la raza humana, pero en el México de

  AMLO es todo lo contrario

 

Por: Juan A. López Sandoval.-

Cuando creíamos que lo que pasó en Culiacán reflejaba lo inútil que resulta en materia de seguridad la estrategia del Presidente Andrés Manuel López Obrador, y que las explicaciones de su gobierno, por darle otro derrotero a la opinión pública, y tratar de que su ya desgastada popularidad no decayera, no sabíamos que lo peor apenas estaba por comenzar.

Mucho se dijo que el “culiacanazo” era el punto de inflexión de del gobierno lopezobradorista, y que ya sus jefes militares estaban bastante incómodos con su proceder e incluso lo señalaron abiertamente en declaraciones que jamás antes ningún presidente había sufrido esa vergüenza.

A diario la Presidencia trato a través de su despacho de comunicación y en las mañaneras, de confundir y tratar de crear un alegato convincente de que lo sucedido en Culiacán no era un operativo fallido o que al menos se había actuado con la mejor de las decisiones.

Sin embargo, en medio de ese escándalo cae sorpresivamente, como para signar su inutilidad como gobierno, una masacre sin nombre que vino a desarticular las destempladas notas que marcan la soberbia, la vanidad, la terquedad y el desconocimiento total de oficio como presidente de la republica al actual mandatario Andrés Manuel López Obrador, mejor conocido como “El Ganso”.

Peor aún, la familia masacrada fueron ciudadanos estadounidenses abatidos en nuestro país por la delincuencia organizada, niños y mujeres acribillados a balazos y calcinados, pasando por alto la ley universal de que a los niños y mujeres no se les toca, es un mandamiento no escrito para que la raza humana garantice su supervivencia.

Lo que siguió después es una novela que jamás hubiera podido escribir Dante, y el mundo se le vino encima al inútil mandatario nacional mexicano, la Prensa mundial lo ha vapuleado a placer y no existe ninguna excusa para tratar de frenar ni siquiera los más suaves pronunciamientos.

Al mandatario estadounidense Donald Trump, la masacre le cayó como anillo al dedo en época de campaña, ahora tendrá el mejor argumento para hacer valer su estrategia política y si para ello habrá de pasar por encima del gobierno mexicano, sin duda que lo hará como ya antes lo ha hecho.

Además, las declaraciones de López Obrador no han sido las más afortunadas, menos ahora que tiene todo en su contra y que ha dado muestras que no está acostumbrado a trabajar bajo presión y que además le molesta que le restrieguen en su cara su inutilidad para gobernar.

Alex LeBarón: AMLO

“su gobierno no puede”

Tras la masacre ocurrida contra miembros de la familia LeBarón en los límites de Sonora y Chihuahua, Alex LeBarón sugirió al presidente Andrés Manuel López Obrador tomarle la palabra al mandatario Donald Trump, para recibir ayuda de los Estados Unidos y luchar contra el crimen organizado “ya que el gobierno mexicano no puede”, no tiene la capacidad para enfrentarse a ellos.

Alex LeBarón argumentó que el crimen organizado se encuentra “empoderadísimo”, siendo un reflejo del discurso del presidente López Obrador.

“A lo mejor deberíamos tomarle la palabra (a Trump), porque parece que el gobierno mexicano no puede (contra el crimen organizado).”… y no quiere.

“No es que confíe en las palabras del presidente Trump, pero algo tiene que suceder. Ninguno (de los dos presidentes) tiene la calidad moral para sostener lo que dice: uno dice demasiado, el otro no dice nada”.

“Es lamentable ver que nuestro presidente de la República Mexicana habla mucho y hace poco. Las palabras cada mañana no concuerdan con la realidad que vivimos en el territorio nacional”.

“Están empoderadísimos los criminales haciendo masacres terroristas ante la sociedad civil como sucedió con nuestra familia, como nunca antes lo habíamos visto. Temen poco que la justicia los vaya a alcanzar”.

“Es el reflejo del discurso del presidente, los criminales actúan de acuerdo a lo que el presidente refleje y diga, eso es lo que estamos viviendo”.

Alex LeBarón se pronunció sobre la hipótesis de que su familia fue confundida con otro grupo criminal, la cual “no tiene ni pies ni cabeza”, e incluso la consideró una ofensa.

“La hipótesis quedó desechada desde que se propuso por la Secretaría de Seguridad Pública de Durazo (la de la confusión). No fue una emboscada para matar a algún maleante”.

“No hay nada de la teoría del secretario Durazo ni del gobierno que concuerde con esto, es una ofensa, un absurdo. Es doloroso que continúen propagando estas teorías tan absurdas, la hipótesis no tiene ni pies ni cabeza”.

“Estamos agradecidos por el apoyo, que nunca ha dejado de existir por parte del Ejército, fueron los primeros en responder a los hechos y nuestros aliados más cercanos”.

Alex LeBarón apuntó que este territorio entre Sonora y Chihuahua sí tiene dueño: El dueño es el crimen organizado.

“Es tierra del crimen organizado, la tierra sí tiene dueño, es un cártel u otro cártel, tienen nombre y apellido. Estamos al borde de un estado fallido, no hay otras palabras”.

La comunidad LeBarón, preparó todo para los funerales de los nueve miembros masacrados el lunes pasado.

Algunos miembros fueron velados y sepultados en la comunidad de La Mora el pasado jueves y otro grupo más el viernes, en la colectividad que se ubica en Galeana, Chihuahua.

En ambos casos, las caravanas fueron escoltadas por miembros de la Guardia Nación al y el Ejército.

Detienen a sospechoso

“La Línea, ante esta amenaza, la intención de los Salazar de ingresar a Chihuahua, decide poner o mandar una célula entre Janos y Bavispe para limitar, como resultado de ese enfrentamiento que se está dando en los límites de ambos estados, deciden enviar una célula y se asume que está célula que la envían para detener la incursión de alguna célula de Los Salazar hacia Chihuahua, es a la que se le está atribuyendo la materialización de las agresiones a la familia LeBarón y Langford”, explicó el mando del Ejército en la conferencia mañanera.

Al informar los detalles sobre el número de muertos, heridos y personas desaparecidas en la agresión a las familias mormonas LeBarón, feligreses de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, en el mismo comunicado de prensa la Fiscalía de Justicia en Sonora se refirió a la detención de Leonardo “N”, quien al momento de ser capturado tenía varias camionetas, un arsenal y dos hombres secuestrados.

A pregunta expresa sobre este sospechoso detenido por la Fiscalía de Justicia en Sonora, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonzo Durazo Montaño, no descartó la posibilidad de que ambos hechos, la masacre de familias mormonas y la detención del sospechoso tras el enfrentamiento en Agua Prieta, estén relacionados.

“Ayer informamos de un de detenido, que estaban con él dos personas amordazadas, en una primera valoración de la información se estima que este detenido no tiene, no está vinculado a la agresión de la familia LeBarón”.

La Secretaría de Seguridad Pública informó que Leonardo fue detenido en un operativo coordinado por elementos de la Policía Estatal y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la tarde del lunes a las 18:00 horas, cuando circulaba sobre una de las brechas pertenecientes al municipio de Agua Prieta.

Niños LeBarón

Fuera de Peligro

Los ocho menores de la familia LeBarón que sobrevivieron al ataque armado, se recuperan favorablemente y sólo se les mantiene bajo observación médica; sin embargo, se ha recomendado ayuda psicológica para su completa recuperación.

Adrián LeBarón, padre de María Rhonita LeBarón, dijo que los cinco niños heridos “están muy bien, están estables… ¿cómo están?, están balaceados, pero estables. Es una tristeza y todos son los huérfanos de Dawna”.

Cody, de ocho años, recibe atención especial por la herida de bala en la mandíbula. Médicos que lo atienden en un hospital de Phoenix, Arizona, dicen que su estado es “no crítico”, pero les preocupan las lesiones.

También se vigila las 24 horas al pequeño de nueve meses, Brixon, quien presentaba heridas en el pecho y una mano; mientras que Xander, de cuatro años, es atendida por un disparo en la espalda.

Mackenzie, de nueve años, herida en muñeca y pierna; y Kylie, de 14 años, quien recibió un tiro en el pie, también están fuera de peligro y podrían ser dadas de alta. Devin, Jake y Faith, quienes salieron ilesos, están en La Mora, con sus tías y abuelas.

En ese contexto, en México son asesinados tres menores en promedio al día. La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), dice que hasta septiembre, 796 menores fueron victimados.

Juan Martín Pérez, director de la Redim, señaló que entre 2010 y 2011 los niños morían durante balaceras, pero desde 2012 empezaron los ataques directos, “Los últimos años los ataques a niños han ido creciendo, quizá este último de la familia LeBarón es el más crudo”.

La Despedida

Con militares custodiando la entrada de La Mora, a unas 70 millas de la frontera con Arizona, cientos de personas llegaron a este remoto poblado agrícola mexicano para los funerales de tres mujeres y seis niños estadounidenses asesinados en una emboscada de integrantes del crimen organizado. Los familiares de las víctimas pidieron justicia.

Dawna Ray Langford, de 43 años, y sus hijos Trevor, de 11, y Rogan, de 2, fueron sepultados juntos. Hombres armados con ametralladoras balearon su camioneta SUV mientras transitaban por un camino de terracería que los llevaba a la Colonia LeBarón, en Chihuahua.

En otro espacio estaban los ataúdes con los restos de Rhonita María LeBarón y sus cuatro hijos. La familia LeBarón, que llegó a México a principios del siglo XX, afirma que ahora está compuesta por más de 5,000 miembros.

“Lo que estás viendo aquí, Ejército, Guardia Nacional, está bien, pero está pasando porque tenemos doble ciudadanía”, dijo a Reuters Kenneth Miller, abuelo de algunos de los niños asesinados. “Me da mucha pena porque si fueran ciudadanos de este país, pobres, no pasaría esto”.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, insistió en que seguirá enfocando sus esfuerzos para combatir la violencia en las causas que la generan, como la pobreza y la falta de empleo.

Las víctimas provenían de prominentes familias locales -incluyendo a los LeBarón y los Langford- con ciudadanía tanto de México como de Estados Unidos, como la mayoría de los residentes de los pocos asentamientos mormones en el área.

Enclavadas en los fértiles valles de las montañas de la Sierra Madre, a pocas horas al sur de la frontera con EEUU, las comunidades más antiguas se remontan a finales del siglo XIX, cuando la convulsión por la poligamia en la iglesia con sede en Utah llevó a su fundación.

Decenas de camionetas, muchas de ellas con matrículas de lugares tan lejanos como Dakota del Norte, llegaron a La Mora por el mismo camino donde ocurrió la emboscada. El trayecto cruza el desierto, áridas praderas y montañas cubiertas de pinos.

“Hemos platicado con varios; dicen que se van”, confesó Dave LeBarón, cerca de los ataúdes fabricados por la propia familia con madera de pino. “Desde antes que pasara esto, dado que ha habido muchas amenazas aquí. Estamos pensando que al menos la mitad de la gente que vive aquí, se va”.

Se calcula que unos mil visitantes pasaron la noche en la localidad antes de los entierros del jueves, abarrotando las casi 30 viviendas del lugar o en tiendas de campaña que llevaron.

Al menos una vaca fue sacrificada para ayudar a alimentar a los asistentes y a las decenas de soldados mexicanos que custodian la entrada a La Mora.

Steven Langford, que fue alcalde de la localidad de 2015 a 2018, dijo que cree que los asesinatos tendrán un “importante” impacto en la comunidad. Antes no le preocupaba moverse por la zona en el medio de la noche, pero en los 10 o 15 últimos años la situación “empeoró y empeoró y empeoró”.

Lagford teme que alrededor de la mitad de los residentes se vaya. “Esto fue una masacre, 100% una masacre”, agregó el ex alcalde, quien además es hermano de Christina Langford, una de las víctimas.

“El país está sufriendo mucho por la violencia”, dijo William Stubbs, un agricultor de nueces y alfalfa que es miembro de un comité de seguridad de la colonia LeBarón. “La vez por todas partes. Y no está mejorando. Está empeorando”.

Stubbs dijo que tras el asesinato del activista contra el crimen Benjamín LeBarón en 2009, los residentes se turnaron todas las noches durante dos años para tomar posiciones con binoculares y vigilar desde la “L” del letrero de “LeBarón”, que está en una ladera sobre el poblado.

El general Homero Mendoza, jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional de México, declaró que durante los sucesos del lunes las unidades del ejército más cercanas estaban en la ciudad fronteriza de Agua Prieta, a unas 100 millas de distancia (unos 160 kilómetros).

Los soldados llegaron casi 8 horas después del comienzo de la matanza, mientras cinco niños que habían sobrevivido se escondían heridos.

“Hay zonas donde el Estado es muy frágil”, dijo Alejandro Hope, analista de seguridad de México.

El presidente Andrés Manuel López Obrador creó la militarizada Guardia Nacional, pero de sus 70 Mil elementos, solo 4 Mil 100 cubren los estados de Sonora y Chihuahua, que tienen una extensión conjunta de 160 mil millas (unos 420 Mil kilómetros), un tamaño similar al de California.

Stubbs también cree que algunos se mudarán a EE.UU después de esta tragedia, pero que eventualmente regresarán, tal como ocurrió después del asesinato de 2009.

Esto es a grandes rasgos un recuento del estado fallido en que se ha convertido México, Con un presidente que no sabe cómo actuar y menor enfrentar una problemática que ya se le salió de control, masacres tras masacres, enfrentamientos a diario y solo atina a decir que “vamos muy bien” y eso ya suena a burla, su populismo lo pierde a pasos agigantados y el país esta a un paso del estallido, pues por otra parte tiene grandes problemas sociales que tampoco sabe cómo enfrentar.