La Mañanera – Que todo mexicano …quería escuchar

25 enero, 2021 en

Dejar de lado la política y enfrentar esta pandemia.

*Honor a quien honor merece», la mañanera de

 Enero 20 no tiene desperdicio.

 

Por Gilberto Lozano.-

Defenderé nuestra democracia; y juntos escribiremos una historia de esperanza, no de miedo.

Aquí un extracto LITERAL de lo dicho en esa MAÑANERA:

Hemos aprendido de nuevo que la democracia es preciosa. La democracia es frágil. Y a esta hora, amigos míos, ha prevalecido la democracia.

Esta es una gran nación. Somos buena gente. Y a lo largo de los siglos, a través de tormentas y conflictos, en paz y en guerra, hemos llegado lejos. Pero aún nos queda mucho por hacer.

Seguiremos adelante con rapidez y urgencia porque tenemos mucho que hacer en este invierno de peligros y posibilidades significativas. Mucho por reparar, mucho por restaurar, mucho por curar, mucho por construir y mucho por ganar.

Unirnos para luchar contra los enemigos que enfrentamos: ira, resentimiento y odio, extremismo, anarquía, violencia, enfermedad, desempleo y desesperanza. Con unidad podemos hacer grandes cosas, cosas importantes. Podemos corregir los errores.

Podemos poner a la gente a trabajar en buenos empleos. Podemos enseñar a nuestros hijos en escuelas seguras. Podemos vencer el virus mortal. Podemos recompensar el trabajo y reconstruir la clase media y hacer que la atención médica sea segura para todos.

Sé que hablar de unidad puede sonar para algunos como una tonta fantasía en estos días. Sé que las fuerzas que nos dividen son profundas y reales.

En cada uno de estos momentos, muchos de nosotros, los suficientes, nos hemos unido para llevarnos a todos hacia adelante. Y podemos hacerlo ahora.

La historia, la fe y la razón muestran el camino, el camino de la unidad. No podemos vernos como adversarios, sino como vecinos. Podemos tratarnos unos a otros con dignidad y respeto.

Podemos unir fuerzas, detener los gritos y bajar las tensiones. Porque sin unidad no hay paz, solo amargura y furia. Sin progreso, solo hay indignación agotadora. No hay nación, solo un estado de caos.

Creíste que eran palabras del hombre que nos da atole con el dedo en las mañaneras???

Este es nuestro momento histórico de crisis y desafío, y la unidad es el camino a seguir. Así que hoy, en este momento, en este lugar, comencemos de nuevo, todos.

Empecemos a escucharnos unos a otros, a oírnos, a vernos, a respetarnos unos a otros. La política no tiene por qué ser un fuego furioso que destruye todo a su paso.

Cada desacuerdo no tiene por qué ser motivo de guerra total. Y debemos rechazar la cultura en la que los hechos mismos son manipulados e incluso fabricados.

El derecho a disentir pacíficamente dentro de las barreras de nuestra república es quizás la mayor fortaleza de nuestra nación. Sin embargo, escúchenme claramente, el desacuerdo no debe conducir a la desunión.

Y les prometo esto, seré un Presidente para todos. Hace muchos siglos, San Agustín, un santo en mi iglesia, escribió que un pueblo era una multitud definida por los objetos comunes de su amor. Creo que lo sabemos. Oportunidad. Seguridad. Libertad. Dignidad. El respeto. Honor. Y sí, la verdad.

Las últimas semanas y meses nos han enseñado una lección dolorosa. Hay verdad y hay mentiras.

Mentiras contadas por poder y por lucro. Y cada uno de nosotros tiene un deber y una responsabilidad, como ciudadanos, y especialmente como líderes, líderes que se han comprometido a honrar nuestra Constitución y proteger a nuestra nación, defender la verdad y derrotar las mentiras.

Debemos poner fin a esta guerra incivil que enfrenta al rojo contra el azul. Rural versus urbano, conservador versus liberal.

Podemos hacer esto si abrimos nuestras almas en lugar de endurecer nuestros corazones. Si mostramos un poco de tolerancia y humildad, y si estamos dispuestos a ponernos en el lugar de la otra persona, como diría mi mamá, solo por un momento ponte en su lugar.

Mis conciudadanos, en el trabajo que tenemos por delante, nos necesitaremos unos a otros. Necesitamos toda nuestra fuerza para perseverar en este oscuro invierno.

Estamos entrando en lo que puede ser el período más difícil y mortal del virus. Debemos dejar de lado la política y finalmente enfrentar esta pandemia como una sola nación.

Me gustaría pedirles que se unan a mí en un momento de oración silenciosa, recuerden a todos aquellos que hemos perdido en el último año por la pandemia, esos 400 mil compatriotas, mamás, papás, maridos, esposas, hijos, hijas, amigos, vecinos y compañeros de trabajo.

Los honraremos convirtiéndonos en las personas y la nación que sabemos que podemos y debemos ser. Entonces les pido, digamos una oración en silencio por aquellos que han perdido la vida y los que se quedaron atrás y por nuestro país…Amén.

El trabajo y las oraciones del siglo nos han traído hasta el día de hoy, ¿Cuál será nuestro legado, qué dirán nuestros hijos?. Avísame en mi corazón cuando mis días terminen.

Conciudadanos, cierro hoy donde comencé, con el juramento sagrado ante Dios y todos ustedes: les doy mi palabra. Siempre estaré a su nivel. Defenderé la Constitución.

Defenderé nuestra democracia. Y juntos escribiremos una historia de esperanza, no de miedo. De unidad, no de división. De luz, no de oscuridad. Una historia de decencia y dignidad. Amor y sanación. Grandeza y bondad. Que esta sea la historia que nos oriente.

Entonces, con propósito y determinación, nos volcamos hacia esas tareas de nuestro tiempo, sostenidos por la fe, impulsados por la convicción y dedicados los unos a los otros y al país que amamos con todo nuestro corazón. Que Dios bendiga

Mañanera de enero 20, en Estados Unidos de América pronunciada por el Presidente Joseph Biden.

¿Pensaste que eran palabras de #AMLOEnfermoMental, en el país bananero en que está transformando a México?…

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