*Andrés Manuel López Obrador ya es
oficialmente Presidente de México, en
medio de un sentimiento de esperanza
de muchos de los mexicanos.
El pasado sábado fue un día por demás importante y simbólico para el pueblo de México: en todos los estados, en todos los rincones de la nación, los mexicanos vieron cómo se llevó a cabo el inicio de un cambio de régimen, y escucharon de voz del nuevo Presidente de la República, el compromiso de luchar por una nueva era que les brinde una mejor calidad de vida.
“Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y desempeñar de manera leal el cargo de Presidente de la República, que el pueblo me ha concedido de manera democrática”
El presidente Andrés Manuel López Obrador tomó protesta al cargo a las 11:22 horas del pasado 1 de diciembre, en la Cámara de Diputados.
El presidente saliente, Enrique Peña Nieto, se despojó de la banda presidencial y se la entregó a Porfirio Muñoz Ledo, presidente del Congreso, quien a su vez le impuso la banda tricolor a quien estará en el cargo hasta 2024.
Minutos después dio un discurso que comenzó agradeciendo a Peña Nieto que no “interviniera” en las elecciones y centró su discurso en la idea de la “Cuarta Transformación”.
Y es que AMLO promete que su sexenio no va a ser un gobierno más sino un cambio profundo al nivel de la Independencia, la Reforma y la Revolución.
Esa “Cuarta Transformación” pretende iniciarla con un ambicioso plan de infraestructura y programas sociales que sirvan para dejar atrás el neoliberalismo.
“Si me piden que exprese en una frase el plan del nuevo gobierno, respondo: acabar con la corrupción y con la impunidad”.
“La nueva etapa de lucha contra la corrupción se inicia “sin perseguir a nadie” porque no apuesta “al circo ni a la simulación”, en una especie de borrón y cuenta nueva.
Andrés Manuel López Obrador, de 65 años, llega a la presidencia tras imponerse en las elecciones presidenciales del pasado 1 de julio con más del 53% de los votos.
Recibe un país sumergido en una sangrienta guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado, con índices de corrupción sin precedentes y con un 40% de la población viviendo en la pobreza extrema.
Uno de los grandes retos del nuevo mandatario es conseguir un equilibrio ordenado entre su intención de transformar el país en lo social y el cuidado de las finanzas del país.
“Van a bajar los sueldos pero de los de arriba porque van a subir los sueldos de los de abajo”.
El equipo económico del nuevo presidente ha tratado hasta el momento de calmar a los mercados sin tener resultados, más bien todo lo contrario porque desde octubre, la bolsa local ha caído más de un 15% y la moneda, el peso, ha retrocedido un 9%.
Uno de los puntos críticos en ese sentido fue la cancelación del multimillonario proyecto de nuevo aeropuerto para la Ciudad de México tras una consulta pública que dejó muy mal parada la credibilidad sobre su legalidad.
AMLO se mostró optimista ante la tarea de acabar con la corrupción y dijo que México se puede convertir en una potencia económica y en un ejemplo, según el nuevo presidente, son tres cosas las que falta, y dos ya las tienen: un pueblo trabajador y recursos naturales “La tercera pronto la tendremos, un buen gobierno”.
“Me comprometo a no robar y a no permitir que nadie se aproveche de su posición», dijo. «Nada material me interesa”.
Contra la corrupción, habló de una especie de borrón y cuenta nueva, de no gastar esfuerzos en perseguir a responsables políticos del pasado y ser implacables de ahora en adelante, “al margen de la ley nada y por encima de la ley, nadie”, dijo citando a los liberales del siglo XIX.
También habló de promover una ley para convertir la corrupción en un delito grave y que el presidente pueda ser perseguido por cualquier crimen, incluso estando en ejercicio. “El gobierno no será un simple facilitador para el saqueo”.
Progreso y no coerción
ante la inmigración
En el tema de política exterior durante su discurso, dijo que se guiará bajo los principios de no intervención en los asuntos internos de otros países y el respeto al derecho a la autodeterminación de los pueblos.
Además, dijo que con Canadá y Estados Unidos ya está hablando de un “acuerdo de inversión entre empresas y gobiernos para impulsar el desarrollo de los países centroamericanos, también México, y enfrentar de esta forma y no con medidas coercitivas el fenómeno migratorio”.
Por otra parte, insistió en la idea de que bajo ningún concepto tratará de ir a una reelección y antes al contrario, en dos años y medio celebrará un revocatorio…“Porque el pueblo pone y el pueblo quita y es el único soberano al que debo sumisión y obediencia”
“Acepto el reto y les invito a participar para celebrar el esplendor y la grandeza futura de todo México”.