
Enviado Por César Huerta
La Secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, lanzó una grave acusación desde la Oficina Oval: dijo que la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, alentó las protestas violentas que se registran en Los Ángeles contra las redadas migratorias. Sin embargo, esa declaración es falsa.
“Claudia Sheinbaum salió y alentó más protestas en Los Ángeles, y yo la condeno por eso”, afirmó Noem junto al Presidente Donald Trump.
Agregó que “ella (Sheinbaum) no debería estar alentando protestas violentas como las que estamos viendo”.
Pero lo cierto es que Sheinbaum nunca convocó a ninguna manifestación, ni incitó a la violencia. Lo que hizo fue condenar las redadas llevadas a cabo por el Servicio de Inmigración y Aduanas de EE.UU., en las que fueron detenidos al menos 35 mexicanos, y pedir que se respeten los derechos de los migrantes.
Desde el Hospital de la Niñez Poblana, la Presidenta fue clara: “No estamos de acuerdo con esta forma de atender el fenómeno migratorio. No es con redadas ni con violencia como se va a atender el fenómeno migratorio”.
En ningún momento Sheinbaum alentó a que la población protestara, y mucho menos a que lo hiciera de forma violenta. Por el contrario, hizo un llamado a la paz, al diálogo y al respeto de los derechos humanos.
“No son criminales, son mujeres y hombres de bien”. Así respondió la Presidenta Sheinbaum a las redadas brutales ordenadas por Trump en Los Ángeles, California.
El intercambio en la Casa Blanca también dejó en evidencia la contradicción: cuando un reportero recordó que Sheinbaum había condenado la violencia, Trump respondió con evasivas.
“¿Qué dijo ella?”, preguntó. “Condenó la violencia en Los Ángeles”, respondió el periodista. “Oh, yo también lo hago”, dijo Trump, y de inmediato cambió el tema.
Sheinbaum también reiteró su respaldo a los migrantes mexicanos, a quienes calificó como “hombres y mujeres de bien”, y anunció que ya se desplegó la red consular para brindarles apoyo legal y contacto con sus familias.
Lejos de incitar al caos, la mandataria mexicana ha mantenido una postura firme pero diplomática ante los abusos cometidos por el gobierno estadounidense contra la comunidad migrante.
La acusación de Noem, sin sustento y con evidente carga política, busca desviar la atención del problema real: la criminalización de los migrantes y el uso de la fuerza como política migratoria. Y en medio del ruido, la verdad es clara: Claudia Sheinbaum no llamó a ninguna protesta, mucho menos a una violenta.
El semanario de Coahuila
