El semanario de Coahuila
Puro “refrito” de las mañaneras, nada nuevo, promesas
*Más promesas como todas las incumplidas que
estamos viviendo, cifras y proyectos sin fundamento
y que pertenecen a otro mundo paralelo, ahí donde
vive la mente obtusa del Presidente.
*Vamos directo a la “Changarrización”…fuera los
empleos formales y las empresas establecidas.
La iniciativa privada está completamente decepcionada
CDMX.- Se dio el ya no tan esperado Informe Trimestral, ese que fue toda una recopilación de las aburridas mañaneras en donde se vive una quimera alegre que se basa en los “otros” datos de un Presidente completamente accionario de una realidad abstracta que no concuerda con lo que estamos viviendo.
Desfasado como es su característica, se le fueron los minutos en el mismo discurso trillado que ya no convence a nadie, haciendo planes para inversión privada y grandes manejos con los empresarios que dicho sea de paso ya no le creen nada y por el contrario, la Iniciativa Privada ya tiene otros horizontes en donde la figura del Presidente no entra.
Dentro de lo más torpe que se dijo en ese desinforme, fue que mantiene su postura de no apoyar a la clase mediera, a las micros, mediana y pequeñas empresas, y fue enfático al decir que no habrá estímulos ni apoyos fiscales, que todo va a ser para los más pobres a esos que solamente tienen un changarro ambulante o sea, el empleo informal, y así vamos directo a la “changarrización” mexicana.
Vamos directo a la changarrización
Lopez Obrador tuvo el mal tacto de irse contra “los especialistas económicos” a nivel mundial de los que dijo “Ellos no van a entender mi proyecto”, zafándose de antemano a las críticas que sabe recibirá por lo tono de sus análisis.
Uno de los indicadores de que la economía mundial no le apuesta a México y mucho menos a su Presidente es que el dólar repuntó haciendo caer al peso a niveles bastante bajos, esto a consecuencia del discurso dominical y sus retrocesos anunciados lo cual da al traste con la poca confianza que se tiene en metería de inversión.
La Iniciativa privada está completamente en desacuerdo por lo dicho por el mandatario nacional y profundamente decepcionada y eso es malo, pues sin empresas y sin impuestos a quien cobrar, entonces no habrá dinero para los apoyos sociales a los que “Lopitoz” está acostumbrado a dar para saludar con sombrero ajeno, y eso lo va a desquiciar y lo volverá más peligroso al país.
Cuando se refirió al COVID-19 fue más temerario (y mentiroso), al afirmar que México sería modelo a seguir por otros países en sus planes de recuperación, y que en caso de que no funcione se harán las adecuaciones necesarias…o sea?.
Podría decirse que el presidente dio un informe trimestral como si el país viviera en la más completa normalidad, como si la baja en el precio del petróleo, la recesión mundial, como si no pasara nada, como si el alza del dólar y la pandemia del coronavirus, fueran sólo cosas de menor importancia, que no implican la necesidad de alterar el programa con el que llegó al poder.
Así de solo como se vio en la explanada, así está en la realidad
El Presidente es terco y obstinado, pues ahora, pasando por su peor momento de popularidad reflejado en encuestas en las que ya está por debajo del 50 por ciento de aprobación, ni la situación extraordinaria que atraviesa el planeta a consecuencia del COVID-19, le dieron a AMLO una dosis de flexibilidad que le hayan podido restituir algo del liderazgo que ha perdido al mostrarse abierto y receptivo a las peticiones de diversos sectores, especialmente del empresarial, pero no, eso no sucedió, más bien todo lo contrario.
Abiertamente y como burlándose, “Lopitoz” ignoró los planteamientos de la iniciativa privada hechos en desplegados públicos toda la semana pasada, en los que solicitaban prórrogas para pago del Impuesto Sobre la Renta, entre otros apoyos extraordinarios con el fin de poder mantener el pago a sus empleados, en giros de industrias cerradas para mitigar los contagios del COVID-19.
Lo único que les concedió fue su promesa del pago puntual en la devolución de impuestos.
Nada especial, por ejemplo, para la industria turística y de recreación que está prácticamente paralizada y que es una de las fuentes de más captación de ingresos al país.
No hubo el golpe de timón que muchos esperaban, el que se necesitaba a la de ya, por eso sus detractores de inmediato lo denostaron en redes de ser un Presidente debilitado y empequeñecido, no a la altura del reto de la pandemia, y ahora con sobrada razón.
El dólar se disparó a consecuencia de su discursillo
López Obrador, a sabiendas de que no tiene nada nuevo que mostrar y que no tiene ningún plan en la realidad, daba ese escenario por ejercido, por eso, lejos de arrancar con un discurso conciliatorio y de convocatoria a un pacto social amplio ante la emergencia, su discurso volvió a ser el mismo de siempre, a incluir el reproche a sus adversarios y “conservadores.
Así, salió este domingo, como sale todas las mañanas, a hablarle a los suyos, a su base electoral que ve en los más pobres de este país.
Por eso volvió a enlistar y a anunciar la ampliación presupuestal a sus programas sociales para los adultos mayores, para los niños pobres con discapacidad, para las becas para estudiantes de pocos recursos, los empleos que generarán el programa Sembrando Vidas y sus apuestas del Tren Maya, la refinería Dos Bocas y el Aeropuerto de Santa Lucía.
Esta inversión pública, dijo, junto con la austeridad de su gobierno, a la que ayer sumó la cancelación de aguinaldos para los altos funcionarios federales, eran la base de su programa para hacer frente a la contingencia sanitaria.
Todo lo anterior, eso de quitar aguinaldos, rebajar sueldos y demás medidas drásticas en contra de sus funcionarios, obviamente lo debilita y lo resquebraja desde el interior que es lo más peligroso, porque aunque nadie lo dice, sienten en el bolsillo que el Presidente se enaltece ante los pobres con dinero ajeno.
Está en los peores momentos de credibilidad y de aceptación y disimula que no lo sabe
Vimos entonces el AMLO de siempre ante una contingencia inédita y que él ve sólo como una “crisis transitoria”.
Por el bien del país, ojalá, parte de toda esta narrativa sea certera, y no errática y falsa como lo fue la parte en la que afirmó que el tren que iba de “Guadalajara a Zapopan”, olvidándose de que llega hasta Tlaquepaque, está ya terminado, cuando aquí sabemos que esa obra está aún lejos de servir a la ciudadanía.
El problema es de tiempo, porque entre más tiempo pase y nadie le ponga un alto a este orate salido del manicomio, de sus rencores y miedos internos, el país va a tardar más años en recuperarse del daño que día a día se le ocasiona dentro de los niveles más fuertes en los que se apuntala cualquier nación.