Puñaladas traperas son los abucheos
en contra de los gobernadores, orquestados
con el único fin de resaltar al mandatario
nacional y opacar así su mediocridad natural.
Enviado por Vladimir Galeana.-
Ha comenzado a circular un documento que explica lo que ha venido ocurriendo en diversas partes donde los gobernadores son abucheados por los asistentes a las concentraciones que se organizan para el lucimiento personal del Bien Amado Camarada Líder.
Lo que quiere decir que el único protagonista debe ser el propio Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y nadie más; eso explica, por desgracia, las encerronas que les han tendido a los mandatarios estatales.
Seguramente muchos intentarán desmentir lo que aquí apunto, y también que dicho documento no existe, pero debo puntualizar que me fue entregado en propia mano por un cuadro del Movimiento de Regeneración Nacional, y a quien han relegado por oponerse a la instrumentación de este tipo de artilugios.
Ello, para denostar a los gobernantes de los partidos antagónicos al movimiento encabezado por el propio Presidente de la República, quien con ello, a decir de sus adversarios políticos, muestra y demuestra su talante populista.
De ahí la referencia a los abucheos orgánicos que ya han causado problemas en diversos eventos con los gobernadores, aunque eso poco parece importarle tanto al Primer Mandatario como a la presunta lideresa del Movimiento de Regeneración Nacional.
Las instrucciones son precisas, como es el caso de contactar a los funcionarios de los gobiernos de oposición a través de los Delegados asignados, para dar el aviso del evento.
El primer evento de este tipo fue en Guerrero, cuando Pablo Almicar, delgado General, mandó a las huestes de Morena a abuchear al gobernador Héctor Astudillo.
El problema para Almicar es que Astudillo es un viejo lobo de mar, además de valiente, y sabía muy bien de dónde provenían los abucheos, y desenmascaró al Delgado General ante López Obrador, quien tuvo que apechugar y disculparse con el Guerrerense.
Si algo han mostrado quienes encabezan el gobierno federal es que poco les importa el daño que reciben las instituciones y las relaciones entre gobernantes de diversos orígenes partidistas.
Ellos planean ir por todo por las buenas o por las malas, como lo ha manifestado Félix Salgado Macedonio en diversas ocasiones.
Amenazar a los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación con determinar su desaparición, habla de la mendicidad de quienes se asumen como los dueños de este país.
Simplemente porque detentan el poder, y pretender someter a los gobernadores al escarnio popular es una invitación al rompimiento del Pacto Federal que une a esta nación.
Si hay algo que no deben olvidar los principales liderazgos del Movimiento de Regeneración Nacional, es que México es una República Federal, pluriétnica y pluricultural, cuyos estados son libres y soberanos.
Como están las cosas, no es descartable que en cualquier momento pudiera propiciarse un radicalismo entre aquellos que son responsables de la conducción del Pacto Federal en cada una de las entidades federativas.
Por lo pronto, Javier Corral decidió no dar el discurso de bienvenida para evitar rechiflas en su contra, pero dejó en claro que el Gobierno Federal está actuando como una extensión de su partido y no como la institución a la que representa.
Aunque no lo quieran aceptar, esta circunstancia pudiera ser el principal motivo de un posible rompimiento del Pacto Federal.
Cuidado!!!. No hay que estirar tanto la liga.