Enviado por Carlos Ramos.-
La batalla está con todo al interior de Morena y el pleito para no variar lo ha impulsado AMLO.
El conflicto entre Ebrard y Sheinbaum llegó al extremo de exhibir sus irregularidades en la prenda estadounidense como consecuencia del colapso de la Línea 12 de Metro.
Ese archivo para los dos está abierto y disponible para lucirlo cuando alguno de ellos sienta peligro de perder preferencias electorales.
Ambos tienen historias pendientes, Marcelo Ebrard con los linchamientos en Tláhuac y Sheinbaum con el derrumbe del Colegio Rebsamen.
AMLO sabe que Marcelo le representa un riesgo porque no es hombre incondicional ni de lealtades.
Ebrard se ha sabido colocar y mantener a la sombra de Salinas de Gortari, Manuel Camacho Solís (+) y López Obrador. Ha sido chapulín serio de partidos políticos.
Sheinbaum en eso lo lleva ventaja. Ha sido figura fiel a AMLO de siempre y su figura ha sido valiosa para el tabasqueño en sus proyectos más íntimos e importantes. “No estás solo Claudia” queda en la memoria.
Marcelo se ha jugado una carta decisiva, se ha sumado al proyecto de Monreal quien ha recibido descortesía del propio presidente.
Sheinbaum y Monreal han tenido un franco distanciamiento desde hace tres años y AMLO se vio obligado a sentarlos a la mesa del Secretario de Gobernación para recomponer la relación.
Pero hay un punto esencial que les rompe las buenas intenciones. Sheinbaum decidió operar las pasadas elecciones con René Bejarano y fue un desastre total.
Sheinbaum perdió la mitad de la CDMX y sin moverse esto encumbró más a Ricardo Monreal.
El zacatecano al parecer tiene un pacto con Ebrard y cada uno apoyará al otro hasta que las encuestas determinen quién puede ser el presunto candidato a la presidencia.
Ebrard no está nada a gusto con las políticas en materia exterior que ha impuesto AMLO y que él ha tenido que recibir los impactos negativos.
Todo a Ebrard le ha salido mal: su intervención para las dosis de vacunas, el apoyo a Trump, el fracaso de la CELAC, apoyar a un régimen como el cubano, el proceso migratorio, el escándalo en la embajada de España y el consulado en Turquía…Sheinbaum lo sabe, va anotando y cargando los misiles.
Ebrard por su parte, investiga los apoyos del CONACYT a Mariana Imaz Sheinbaum, quien recibió su beca para doctorado en filosofía, una beca que se otorgó desde el 2016 y acumuló 5.8 millones durante el gobierno de Peña Nieto y 3.6 millones con AMLO.
Además de que los activistas del 68 hoy morenistas, son quienes más promoción han recibido para sus estudios en el extranjero.
Así que AMLO, a la vieja costumbre del PRI, se ha dedicado a destapar precandidatos para medirlos en fuerza y lealtad, pero, parece, ya se le salió de control y lo ocurrido en las elecciones en la CDMX lo ha colocado contra la pared.
A Claudia la están dejando sola en un juego de ajedrez en donde, lo sepan o no, la oposición ya está colocando a sus piezas y son de peso pesado.