Enviado por Carlos Ramos.-
El escándalo de la familia presidencial es impresionante por varios factores; una cadena de mentiras, contradicciones, falta de moral, abuso de confianza y traición.
Impuestos políticos y un activista, es imposible que sobreviva 18 años en una ambición por llegar a la presidencia sin salario, sin pagar y sin cuentas bancarias que le permitan historial crediticio o mecanismos de ahorro.
No hay antecedentes de cumplir con obligaciones fiscales ni declaraciones patrimoniales “porque ya todo lo heredó en vida”.
Hace unos días detonó la información de la empresa familiar que elabora chocolates. Una empresa fantasma para el SAT en donde ni siquiera para las aplicaciones públicas se ponen de acuerdo.
Unos dicen que heredaron 52 hectáreas por parte de la fallecida mamá y tíos, otros aseguran que fue el abuelo el donador. Jóvenes “aspiracionistas” que en mucho se parecen al tío Pío manejando fuertes cantidades de dinero y justificadas como “aportaciones”.
Y qué decir de la prima Felipa, beneficiada por contratos millonarios de Pemex como casualmente el suegro de José Ramón, el que vive en Houston y decidió tener a su hijo en el extranjero lejos de las instituciones médicas nacionales.
Curioso, pero el presidente del nieto de Amlo es Biden. Por otra parte el hijo menor, Jesús Ernesto, ha tenido que dejar su participación en las redes y bajar su presencia mediática por la serie de abusos que se le han documentado.
La esposa, Beatriz, argumentó que no ayuda a los niños en fase terminal porque no es doctora. Y esto apenas comienza.
El presidente hablando de austeridad, de combate a la corrupción, de primero los pobres y la realidad es contraria.
Viven en un palacio, los hijos con lujos insultantes en relación al discurso del tabasqueño. Gritones públicos acusando a todos de corruptos,
Y lejos de aclarar las cosas, el presidente asegura que no va a caer en provocaciones e intenta reservar información, vamos a ocultarla a la opinión pública como en el caso de su hermano Pio.
Recordemos la estafa de hacernos creer que como jefe de gobierno se transportaba con Nico en el famoso Tsuru cuando las camionetas del gobierno las utilizaban sus hijos, por cierto el mismo José Ramón se vio involucrado en un accidente en un carril oficial (insólito el papa en carrito usado y compacto, su hijo en camioneta Mercedes de lujo con valor aproximado de millón y medio de pesos).
Incluso con la aparente revisión médica rutinaria hay dudas por el pésimo manejo de la información. Es raro saber que mientras en la agenda presidencial estaba considerada una gira a Nayarit nos quiera convencer de que un cateterismo estaba programado.
Manipular a la sociedad confundiendo intencionalmente los términos revocación/ratificación ya está siendo costumbre. Mentir también es corrupción, engañar y ocultar información es actuar con dolo y doble propósito.
Hacer fama pública por la defensa de los pobres mientras estos se multiplican es inaceptable. Saber que los más cercanos al presidente, César Yañez, René Bejarano, Eva Cadena, Gustavo Ponce y Santiago Nieto en festines multimillonarios o manejando fajos de dinero.
Pero ya sabemos, la salida fácil, barata, es decir que los de antes eran peores porque hoy nos envuelve una Constitución Moral. ¡zas!.