El semanario de Coahuila
Elon Musk se ha marchado de Washington. Deja el Despacho Oval para volver a dedicarse a sus empresas, que han sufrido algunos golpes con su ausencia.
En su último día como empleado especial encargado de recortar gastos en el gobierno, el asesor del presidente Donald Trump mostraba signos de haber sufrido un golpe en el rostro, “como una metáfora hecha realidad”.
En los 130 días en los que realizó esa labor cercana a Trump, el empresario tuvo constantes enfrentamientos con funcionarios de la burocracia que buscaba reducir y con los propios secretarios del presidente.
“Es posible que el desenfreno de Musk contra la burocracia no haya generado ningún ahorro, y si lo hizo, fue insignificante”, escribió en Opinión la columnista Michelle Goldberg.
En donde sí tuvo un gran impacto, añade el ensayo, fue en el recorte de la financiación a proyectos humanitarios y de desarrollo alrededor del mundo a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por su sigla en inglés).
En su paso por la capital de Estados Unidos, Musk también “ha mostrado un comportamiento errático, insultando a miembros del gabinete, gesticulando como un nazi y confundiendo sus respuestas en una entrevista escenificada”, según un relato hasta hace poco desconocido de los dramas familiares y el consumo de drogas del hombre más rico del mundo en los meses de la campaña electoral en 2024.
Ahora que Musk se aleja de Washington y vuelve a su papel de magnate tecnológico, ha surgido “la preocupación de que se hubiera convertido en un líder ausente en sus diversas empresas”, escriben los reporteros Ryan Mac, Kate Conger y Rebecca F. Elliott.
Y si bien hay numerosos testimonios de descontento con el empresario, Musk dijo que el golpe en el ojo lo había causado su hijo de 5 años, llamado X, algo que pareció sorprender incluso al presidente Trump.
“Y así, Musk abandonó Washington, con el ojo tan magullado como su ego”, escribió Shawn.
Musk describió la política fiscal
promovida por Donald Trump
como “una abominación repugnante”
A unos días de haberse separado del gobierno, Elon Musk atacó abiertamente al “Gran y Hermoso Proyecto de Ley” impulsado por Donald Trump.
Toda la camaradería manifestada por el magnate sudafricano cuando acudió a la Oficina Oval para despedirse del presidente de la nación al concluir su gestión al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) se vino abajo a partir de un mensaje que publicó en la plataforma X, anteriormente conocida como Twitter, donde ataca abiertamente a su política fiscal.
“Lo siento, pero ya no aguanto más. Este proyecto de ley del Congreso, enorme, escandaloso y repleto de gastos superfluos, es una abominación repugnante. Qué vergüenza para quienes lo han votado: saben que han hecho mal. Lo saben”, escribió.
La declaración del hombre más rico del mundo se produce luego de que el sábado, Trump echó reversa a la nominación de Jared Isaacman -gran amigo de Musk- como responsable de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), lo cual parece haberle calado profundamente al personaje que cerró multimillonarios acuerdos de colaboración con dicha agencia federal a través de SpaceX.
Durante una entrevista concedida a la cadena de televisión CBS, Elon Musk ya había lanzado un aviso previo de lo que se anticipa será su nueva relación con el gobierno estadounidense.
“Francamente, me ha decepcionado ver el enorme gasto público, que aumenta el déficit presupuestario, en lugar de reducirlo, y socava el trabajo que está realizando el equipo del DOGE”.
“Creo que una ley puede ser grande o puede ser hermosa. Pero no sé si puede ser ambas cosas. Es mi opinión personal”, enfatizó.
A grandes rasgos, el denominado “Gran y Hermoso Proyecto de Ley” impulsado por el jefe de la nación extiende sus recortes de impuestos de hace ocho años e incrementa la financiación para prioridades fronterizas y de defensa; en contraparte recorta el presupuesto a programas de seguridad social como Medicaid y a la ayuda alimentaria.
“Aumentará masivamente el ya gigantesco déficit presupuestario a $2,5 Billones de Dólares (!!!) y cargará a los ciudadanos estadounidenses con una deuda aplastantemente insostenible”, expresó Musk en un segundo twit.
Pleitazo público entre
Donald Trump y Elon Musk
En su primera ruptura pública, el presidente Donald Trump y su otrora aliado Elon Musk intercambiaron insultos y acusaciones en redes sociales luego de que el mandatario dijera en la Oficina Oval que el empresario conocía los detalles del paquete presupuestario que se discute en el Senado. Musk se ha convertido en uno de los principales críticos de la propuesta.
Mientras Musk acusó a Trump de “ingratitud” y dijo que sin su ayuda el presidente no habría ganado la elección, el mandatario dijo que el dueño de Tesla se volvió “loco” luego de que se eliminó del presupuesto el Mandato de Vehículos Eléctricos, que beneficia a la automotriz del empresario.
Las acusaciones mutuas se endurecieron, con Trump diciendo que no le importan las críticas de Musk, y con el multimillonario propietario de Tesla y SpaceX afirmando que Trump estaba envuelto en el escándalo de abusos sexuales de Jeffrey Epstein.
Musk también admitió por primera vez que los aranceles ordenados por el mandatario «causarán una recesión en la segunda mitad de este año». Musk también expresó que ante la amenaza del presidente Trump de cancelar los contratos gubernamentales con sus empresas, decidió que SpaceX iniciaría el retiro del cohete Dragón, usado por la NASA, del servicio activo.
