
Enviado Por: José Manuel Fuentes

El pasado 13 de Junio, Israel asesinó a Hossein Salami, jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, con lo que inició un intercambio de varios ataques aéreos entre ambas naciones.
Y, posteriormente, Estados Unidos atacó directamente 3 centros nucleares del país persa con el objetivo de detener su programa nuclear, el pasado sábado 21 de Junio.
Por su parte, Irán lanzó un ataque directo, el 23 de Junio, contra una base militar de Estados Unidos en Catar como respuesta.
Aunque, finalmente, Trump anunció que Irán e Israel acordaron un alto al fuego que comenzaría dentro de unas horas, estos hechos nos obligan a recordar el pasado.
Sobre todo, uno de los momentos que marcó la historia de todo el mundo y del siglo XX.
Me refiero al “momento Sarajevo” que fue el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914 que inició con el asesinato del archiduque de Austria, Francisco Fernando, en Sarajevo.
No olvidemos que antes de que iniciara este enfrentamiento, las potencias como Gran Bretaña, Rusia y Alemania tenían severas diferencias al querer expandir su dominio a otras regiones, lo que generó incertidumbre tal como lo vemos en la actualidad, pero con otros protagonistas.
Como resultado de esta primera guerra mundial se colapsaron los imperios Austrohúngaro, el Otomano y el zarismo en Rusia, además, produjo una crisis económica en la década de los 20.


Para entender todavía aún más este escenario, pasemos al contexto de estos días que han preocupado al mundo.
Actualmente, estamos siendo testigos de cómo el presidente Donald Trump está dando patadas de ahogado para mantener y fortalecer la hegemonía de Estados Unidos, la cual está siendo socavada por los BRICS, cuya agrupación la conforman Rusia, China e Irán, entre otros.
Tampoco es ningún secreto que Estados Unidos ha querido conquistar el Medio Oriente desde la guerra del Golfo Pérsico, pasando por la “primavera árabe” (2011) -que sigue vigente- hasta llegar al genocidio en Gaza
Y para lograrlo tiene un aliado: el sionismo, liderado por Benjamín Netanyahu, quien a su vez quiere hacer realidad el “gran Israel” que empieza del río Nilo (Egipto) hasta llegar al Éufrates que nace en Turquía y pasa por Irak y Siria.

Estos planes son obstaculizados por Irán que es una potencia regional y que posee una gran capacidad militar, además, tiene aliados simbólicos en Gaza (Hamas), El Líbano (Hezbolá) y en Yemen (Hutíes).
Por ello, los propósitos del primer ministro israelí es cambiar al gobierno de Irán y detener, por supuesto, el acuerdo nuclear que estaban renegociando Estados Unidos y la República Islámica.
Recordemos que Netanyahu motivó a Trump de abandonar, en 2018 cuando era su primer gobierno, el Plan Integral de Acción Conjunta que incluía a Irán.
Es más, este acuerdo fue formalizado en 2015, durante el gobierno de Barack Obama, para reorientar el programa nuclear de Irán y que bajara su enriquecimiento de uranio a cambio del levantamiento de sanciones por parte de Estados Unidos y de la Unión Europea.
De acuerdo con el organismo Internacional de Energía Atómica, los países que tienen armas nucleares son Rusia, Estados Unidos, China, Francia, Reino Unido, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte.
Curiosamente Trump nunca ha hablado de que Israel posee alrededor de 300 ojivas nucleares que no están registradas, tal como lo reveló en 2008 el ex presidente Jimmy Carter.
Israel, además, no ha firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear que compromete a los países que no tienen armas nucleares a no construirlas.
¿Por qué no se busca un tratado de prohibición de armas nucleares en Oriente Próximo?. ¿Por qué la comunidad internacional no ha obligado a Israel hacer públicas sus ojivas nucleares?.
La respuesta es sencilla, la élite europea y estadounidense los protegen.


Incluso durante su gobierno, Donald Trump benefició mucho a Israel, ya que hasta ejerció ataques a través de drones en contra del general iraní, Qasem Soleimani, quien fue asesinado el 3 de Enero de 2020.
Sin olvidar que, también, promovió los “acuerdos de Abraham” entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein, abriendo las puertas a la normalización de las relaciones con los países árabes, a pesar que Netanyahu no respeta la soberanía de la región.
En cambio, el ex presidente Joe Biden intentó frenar a Netanyahu con el gobierno breve de Yair Lapid, que fue primer ministro de Israel del 1 de Julio al 29 de Diciembre de 2022, pero no logró mantenerse en el cargo.
Netanyahu hasta llegó con más poder en 2022, por lo que pudo ampliar su genocidio en Gaza e imponer una reforma judicial que evita que sea juzgado por casos de corrupción.
Por otro lado, los deseos estadounidenses de acabar con Irán vienen pasando por los presidentes Harry Truman -quien apoyó en 1953 al golpe de estado contra del primer ministro, Mohammad Mosaddeq, quien nacionalizó el petróleo iraní-, Jimmy Carter hasta llegar a Donald Trump.
En el caso de Carter, la caída del régimen del Sha Mohammad Reza Pahleví, en 1979, fue una clara derrota para el ex mandatario demócrata que le costó la reelección.
Por su parte, el ex presidente, George Walker Bush, aseguró en 2007 que la “tercera guerra mundial” podría desatarse si no se evita de que Irán desarrolle armas nucleares.

A parte del tema nuclear, ¿por qué es importante Irán para Estados Unidos?. Pues, de acuerdo al fatcbook de la CIA, tiene frontera con el mar Caspio y con países importantes como Turquía, Irak, Pakistán y Turkmenistán.
El país persa, además, tiene acceso al río de Éufrates, Tigris y Herlmand, también, se localiza en el segundo lugar con las mayores reservas de gas natural, mientras que en el rubro petrolero se ubica en el tercer sitio.
Una de las armas geopolíticas más poderosas de Irán, es el estrecho de Ormuz, en donde transita el 20 por ciento del petróleo y que conecta el Golfo Pérsico con el Golfo de Omán, así como con el Mar Arábigo.
Dicho lo anterior, el presidente Trump ha dejado la puerta abierta para un “cambio de régimen”, es decir, derrocar al Ayatolá Alí Jameneí, quien es sucesor de Ruhollah Jomeiní, el fundador de la República Islámica de Irán.
Incluso Netanyahu no descartó, recientemente, matar a Jameneí con el objetivo de “finalizar” el conflicto con el País Persa.
Si esta acción sucede podría ser algo similar al asesinato del duque de Austria en 1914, porque el Ayatolá es uno de los más altos rangos de los clérigos del islam Chií, ya que es un líder espiritual que es experto en la sharía, la cual es un conjunto de normas que rigen la vida de las musulmanas y de los musulmanes.
En caso de que el “momento Sarajevo” se pueda hacer realidad con la amenaza de Netanyahu de asesinar al Ayatolá, tendrán que intervenir potencias regionales como Turquía, Arabia Saudita, Pakistán y Egipto.
Adicionalmente se involucrarían Rusia y China, aunque todavía no queda claro cuál será la forma en que participarían, de igual modo, Corea del Norte que es aliado también de Irán.
Finalmente, el presidenta Donald Trump, está con la “espada de Damocles” al apoyar a Israel en la guerra que tiene con Irán, ya que esto puede provocar que pierda la mayoría en la cámara de Representantes y en el Senado, en las próximas elecciones intermedias que se llevarán a cabo el 3 de Noviembre de 2026.
Esto implicaría, al mismo tiempo, un nuevo proceso de destitución en contra del republicano, porque diversos legisladores estadounidenses consideran que Trump ha violentado la constitución al atacar a Irán sin la autorización del congreso.


Por tanto, llama la atención de que Trump intentó de mediar el asunto ante la amenaza del estrecho de Ormuz, esto suena a algo similar a lo que se pudo negociar después del asesinato del general Soleimani.
Mientras que Netanyahu logró dominar el panorama político interno de Israel, pues, nadie habla de que se ordenó la prohibición de grandes manifestaciones en el país a través del comando del frente interno israelí. Y su testimonio está en suspenso en el juicio por cargos de corrupción.
En cambio, Irán buscará la forma de negociar diplomáticamente con Estados Unidos, aunque el País Persa sabe que puede cerrar el estrecho de Ormuz, lo cual afectaría el orden petrolero global y a la economía estadounidense (el talón de Aquiles de Trump) como lo destacó Marco Rubio, secretario de Estado. Y a pesar del posible alto el fuego entre Israel e Irán como lo anunció Trump, no podemos olvidar que Netanyahu ha demostrado que el “momento Sarajevo” lo reactivará en cualquier momento que se le complique la política interna de Israel o si bien Irán se recupera en su programa nuclear.