*Ampliamente conocido por la sociedad
de éste municipio, “Betín” como todos lo
conocían, deja un legado de trabajo y
…valores cristianos.
Sabinas, Coah. Fue el pasado 11 de septiembre, cuando el conocido empresario sabinense Edilberto Juan Montemayor Seguy falleció luego de librar una batalla contra una enfermedad que hace tiempo lo aquejaba.
Rodeado de su familia, “Betín”, como cariñosamente se le decía, emprendió en paz el viaje que todos habremos de caminar, luego de haber peleado con amplios valores la “Buena Batalla” y por lo tanto, según los preceptos cristianos, le esta guardada en el cielo la Corona de la Justicia.
Nacido hace 75 años, Edilberto creció en felicidad como todos los niños y jóvenes de aquella época, y para orgullo de su familia y de la gente de éste municipio, fue el segundo ingeniero sabinense en recibir su título de Ingeniero de la prestigiada institución del Tecnológico de Monterrey.
Siempre se dedicó a las empresas, jamás le llamó la atención el ambiente político, así, de entre muchas otras responsabilidades que le derogaron estuvo al frente de la Dodge en Nueva Rosita, Servillantas de Coahuila, Agencia Dodge en Sabinas, Accesorios y Refacciones de Sabinas solamente por citar algunas de las empresas que estuvieron a su cargo.
Casado felizmente con la Sra. Elsa Elena Arizpe González de Montemayor, tuvieron tres hijos, un varón y dos mujeres, todos ya casados y participantes de la sociedad sabinense.
Edilberto siempre se caracterizó por su apego a la religión católica en la cual tuvo también importantes responsabilidades entre las que destaca promover cada año la cuota diocesana la cual tiene como objetivo, recaudar recursos para el sostenimiento de las actividades pastorales, administrativas, así como para la atención médica de algunos sacerdotes que se encuentran enfermos.
Por ello y por mil razones más, el pasado 12 de septiembre día en que se llevó a cabo la misa de cenizas presentes, la Iglesia del Sagrado Corazón de Sabinas estuvo llena a su máxima capacidad, contando con la presencia de numerosos sacerdotes de todo el estado que vinieron a despedir a un siervo distinguido y trabajador.
Le sobreviven su esposa Elsa Elena, sus tres hijos y sus hermanos Rogelio, Jesús María y Enrique, pues su hermana Antonieta ya lo estaba esperando con su bienvenida en un lugar más allá del sol.
Dice la biblia en Segunda de Timoteo, versículo 4, capítulos del 7 al 8: He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
Descanse en Paz, Edilberto Juan Montemayor Seguy.