Cuestión de Tiempo – Brozo, Germán …y los que vienen

27 mayo, 2019 en

AMLO necesita un mejor diseño de su montaje mañanero

*Dos figuras y una polémica en Bellas

  Artes han cimbrado las entrañas del

  gobierno federal, esto es solamente el

  comienzo de un vendaval que los “rompeolas”

  (Periodistas Genéricos) no podrán atajar.

  

Enviado por Daniel Blancas.-

Los rompeolas están siendo rebasados por los verdaderos periodistas

Como pudo, el Presidente -que presumió estar “bien y de buenas”- eludió el expediente IMSS: recurrió a pasajes históricos sobre el velorio de Frida Kahlo, sobre las diferencias en el gabinete de Benito Juárez, y otros pasajes.

Uno de sus relatos pareció singular: “Lucas Alamán y los ideólogos del conservadurismo le decían a Santa Anna: ‘No se preocupe, regrese, nosotros controlamos a la opinión pública… tenemos en nuestras manos el control de la prensa’.

Lo trajeron y fue el acabose”, y fue entonces que se acabó la mañanera.

Era quizá la mañana más tensa al interior de la administración lopezobradorista desde el arranque de la 4T, tras la renuncia de Germán Martínez al IMSS…No por la huida de quien siempre pareció ajeno, sino por las deficiencias estructurales del actual gobierno reveladas en su carta.

Brozo “El Payaso Tenebroso”, es la pesadilla del presidente

Parecía un día idóneo para preguntar al Presidente si, como aseguró el panista arrepentido, se ha desbordado la injerencia de Hacienda en el quehacer institucional

Si hay imposición de funcionarios administrativos en delegaciones estatales, si es nulo el avance en obras y pago a proveedores, si las propias entidades con la bandera del Bienestar carecen de recursos, si hay descuidos en la recaudación tributaria o si los programas sociales, como el de Jóvenes Construyendo el Futuro, son inservibles para cubrir el exceso de vacantes en dependencias federales.

Porque la misiva de Germán fue más allá del abandono de cargo o insuficiencias en el sector: trastocó las entrañas del proyecto de AMLO.

-A lo mejor, de manera casual, llegarán a la conferencia visitantes de otras tierras, propensos a los elogios y a alguien se le ocurrirá cederles la palabra- se bromeaba entre algunos reporteros antes del arribo presidencial, en una especie de temor ante posibles trabas en el ejercicio de cuestionar al mandatario.

Puerta tangente es lo más común de los episodios mañaneros

Pero no hacían falta extranjeros. Ahí, en primera fila, ya estaban listos los rompeolas, acreditados de medios imaginarios, sin verificada actividad periodística.

“Los que se desviven por preguntar y son los más tempraneros, pero nunca escriben una nota ni emiten reportes en radio o televisión”, describiría otro comunicador.

Germán y sus dichos era el tema, pero rondaba ya en el salón Tesorería el fantasma de Brozo, quien desde su vida circense calificó las mañaneras de AMLO como un montaje.

A la luz de la experiencia de casi seis meses en Palacio, de ese teatro poco podría achacarse al Presidente, acaso su lógica inclinación -ante la cercanía y visibilidad- por ceder la palabra a quienes se colocan siempre en el mismo lugar y bajo el mismo disfraz.

Aunque no hay rastro hasta ahora de turnos dirigidos… Si ha de llamarse montaje es sólo por el engranaje orquestado desde fuera, por aliados partidistas o parlamentarios cuyo modo de operación ha sido infiltrar títeres con máscara reporteril, supuestos enviados de periódicos o estaciones falaces y especialistas en desviar el diálogo…

Germán cimbró la estructura federal

-Presidente, ¿qué le comentó Carlos Urzúa, secretario de Hacienda, sobre la carta de Germán Martínez?.

No he podido ver a Carlos, porque ayer estuvimos en Ixachi, allá en Tierra Blanca Veracruz, en el campo petrolero, y regresamos ya tarde. Hoy, posiblemente lo vea, porque tenemos reunión para atender los Programas de Bienestar.

Dijo el exdirector del IMSS que los recortes en el presupuesto para el sector salud son inhumanos…

Respeto su punto de vista, pero no lo comparto.

Habla de deficiencias en

-No voy a polemizar.

La situación se vuelve tan crítica que es imparable el desastre

Señor Presidente: ¿y los delegados impuestos?… ¿el abasto?…¿la recaudación?…¿los desatinos hacendarios?…¿los litigios por venir?…¿la austeridad mal planeada?…¿las alianzas electorales con políticos extraños al movimiento?”.

Era un murmullo, preguntas al aire, intentos por quebrantar los dedazos y el orden de la charla. Resistía López Obrador, incómodo desde el arranque con el asunto de la dimisión y otra vez salvado por la veloz intervención de un rompeolas quien, a sabiendas del escenario por venir, tomó el micrófono, alzó la voz y se entregó a su papel oficioso.

Dos preguntas con respecto al estado de Hidalgo, la tierra donde nació el general Felipe Ángeles: ¿qué hará con las hectáreas acéfalas donde se iba a construir la refinería Bicentenario?, ¿cuándo va a regresar a San Agustín Tlaxiaca para resolver el problema de beber agua contaminada?.

Voy a ir de nuevo a ver lo del agua, y siempre he ayudado —respondió en calma el Presidente, quien, un día después de la renuncia de Germán y de su carta inquisitoria, apostó por invitar a la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, y abundar sobre el chismarajo de la renta del Palacio de Bellas Artes para una representación artística y musical en la cual se pretendió homenajear a Naasón Joaquín García, líder de la iglesia La Luz del Mundo, un tema, más allá de la versión oficial, ignorado durante las casi dos horas de conferencia.

Ya no queremos saber cuánto vamos a crecer, más bien cuento vamos a retroceder

Como pudo, el Presidente -desde su llegada al salón presumió estar “bien y de buenas”- eludió el expediente IMSS: recurrió a pasajes históricos sobre el velorio de Frida Kahlo en cuyo féretro fue colocada la bandera comunista, sobre las diferencias en el gabinete de Benito Juárez, la separación del Estado e Iglesia y la decisión de los conservadores de respaldar el regreso del dictador Antonio López de Santa Anna después de vender a Estados Unidos más de la mitad de nuestro territorio.

Y uno de sus relatos pareció singular: “Lucas Alamán y los ideólogos del conservadurismo le decían a Santa Anna: ‘No se preocupe, regrese, nosotros controlamos a la opinión pública porque tenemos en nuestras manos el control de la prensa’. Lo trajeron y fue el acabose”.

Ya no hubo tiempo para más. Frente al espectro del Payaso Tenebroso y el embuste de los rompeolas, el Presidente se relajó y, a su modo, se sacudió al fin el tema Germán: “A poco a la primera vamos a decir: ‘está muy difícil, qué barbaridad, así no podemos. Ya me voy’… Pues no”.

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