Crónica De una Victoria Anunciada …Claudia Sheinbaum

4 marzo, 2024 en

Claudia Sheinbaum en su arranque de campaña en el Zócalo de la Ciudad de México

 

Enviado Por: Jorge Gómez.-

Resultó insuficiente la plancha del Zócalo para recibir a los morenistas en el inicio de campaña de Claudia

Un Zócalo Abarrotado, donde no podía faltar “Amlito”

No estaba Andrés Manuel López Obrador. Fue raro. He asistido a decenas de mítines y marchas y siempre ha estado él. Desde cuando el desafuero.

Y después el fraude electoral que impuso a Felipe Calderón como presidente espurio de México. Y el plantón, que fue una de las historias más bellas que ha habido en la historia política de nuestro país.

Y el gobierno legítimo (donde cantó Silvio Rodríguez vestido de hombre de las nieves, según consignó en una imperdible crónica de Jaime Avilés, uno de los mejores cronistas que ha habido en México). Y vinieron las elecciones de 2012, y más fraudes y más afrentas al pueblo y, en consecuencia, más mítines de AMLO.

Fue en 2018 que llegó el día en que estuvimos en el Zócalo para gritar con todas nuestras fuerzas que AMLO había ganado contundentemente la Presidencia de la República.

Fue, además de bello, raro: no íbamos a protestar, sino a celebrar la victoria que por fin fue reconocida. Y él estaba ahí, en el templete, diciendo palabra, siendo guía.

Siempre, desde hace muchos años, AMLO ha estado ahí. Pero el viernes no estuvo y, sin embargo, estuvo.

Si uno ve las fotografías desde el aire se impresiona. El zócalo, lleno. Las calles aledañas, llenas. Todo fue multitud. Sí, Claudia Sheinbaum llenó el zócalo de la Ciudad de México.

Asamblea de AMLO días después de las elecciones de 2006.

Fue el inicio de su campaña por la presidencia de la República en unas elecciones que parecen ya decididas: ella le lleva una enorme ventaja a Xóchitl Gálvez, la candidata opositora.

El discurso fue largo, y es que enumeró 100 promesas. Llegó con un mamotreto engargolado. Cuando lo vi, me dije: “¿lo irá a leer todo?” Pensé que no, pero sí, lo leyó todo.

La cuestión es que las hojas estaban impresas con una letra muy grande, para ver bien cada línea. De vez en cuando, especialmente cuando ya habían pasado 20 o 30 minutos, preguntaba, “¿ya se cansaron?”, a lo que la multitud respondía llena de energía: “noooo”.

E n las promesas se delinea lo que podríamos llamar la profundización de los programas sociales que ha establecido el presidente López Obrador.

Pero hubo varios temas que potencian la infraestructura en el país, como por ejemplo, la construcción de varias líneas de trenes. A Veracruz, a Querétaro, a Guadalajara, a Monterrey.

Claudia Sheinbaum pretende hacer de México un país de trenes. Muchos se preguntarán si lo logrará, y ella, pensando que ésa sería una duda entre muchos, afirmó que sí, que lo logrará porque ya se ha hecho el análisis financiero y, con austeridad y combate a la corrupción, se llevarán a cabo.

¿Se imaginan un país de trenes? ¿Se imaginan que podamos llegar a todas las entidades del país vía los trenes de pasajeros?.

Ésa es la apuesta de Claudia Sheinbaum, y analizando lo que prometió en la Ciudad de México y lo que cumplió ahí, es altamente factible que lo logre.

Ella es una mujer no sólo de compromisos, sino de cumplimiento de los compromisos.

Mientras el pueblo llenaba el zócalo, en Irapuato, la candidata opositora firmaba un papel con su sangre. Lo hizo en un estadio pequeño, donde hubo muchos huecos, y donde la gente que acudió parecía toda de los partidos políticos que la postulan, y no de la gente que acude con ganas de acudir.

Simpatizante de Claudia Sheinbaum

AMLITO en el arranque de campaña de Claudia Sheinbaum

Pero parecía que los opositores estaban más pendientes de lo que sucedía en el Zócalo de lo que pasaba con su candidata en Irapuato.

Por eso, cuando Claudia Sheinbaum, al iniciar su discurso, tuvo un pequeño error al preguntar si quería que continuara la corrupción (un lapsus completamente normal), los de oposición echaron a andar la maquinaria en redes sociales que les sale en una millonada al día, e hicieron tendencia el pequeño error.

No sólo eso, también, cuando la candidata de Morena a la Ciudad de México, Clara Brugada, abrazó a Claudia Sheinbaum, y como en un no ponerse de acuerdo para levantar la mano, parece una confrontación física, los de oposición cortaron el video y lo comenzaron a difundir con las cuentas de sus voceros.

De Xóchitl, pues lo único que se supo fue que firmó una hoja con sangre donde afirma que no quitará los programas sociales emprendido por el presidente, algo muy irreal, pues los partidos que la postulan votaron en contra de la mayoría de esos programas sociales. Así se las gastan.

No estaba López Obrador. Algunos volteaban a Palacio Nacional para tratar de vislumbrar que, de alguna ventana, apareciera atrás AMLO. Como viendo contento a su pueblo.

Nadie vio al mandatario desde los balcones, pero todos pensaban o querían o estaban seguros que estaba ahí, expectante de lo que dijera Claudia Sheinbaum.

Incluso, algunas personas comenzaron a afirmar que sí estaba, que lo vieron, que seguro algo que se movió en una de las decenas de ventanas de Palacio Nacional era AMLO.

Un ciudadano simpatizante del Presidente AMLO en el arranque de campaña de Claudia Sheinbaum en el Zócalo.

Así es el amor que se le tiene hoy al presidente. Y es que el pueblo anda contento porque, desde hace muchos años, no tenía a un mandatario que realmente los representara.

E l pueblo siempre acompaña cuando quien encabeza los mítines es una persona honrada, sincera y comprometida. Ayer sucedió así, a pesar del sol letal. Quemaba. Muchos quizás se insolaron. El cuerpo pegajoso. El sol pegando. La sed.

Desde hace mucho tiempo que no había sentido tanto calor en la capital del país. Quizás en algún juego de los Pumas a las 12 del día. Pero el sol de ayer fue fuerte. Y nadie se movió. Nadie se fue. Todos estaban ahí para escuchar a Claudia Sheinbaum, quien será, es casi un hecho, la próxima presidenta de México.

Claudia Sheinbaum es una mujer organizada, con mucha energía, que ha demostrado que tiene capacidad para que las cosas sucedan. Su administración en la Ciudad de México fue histórica: construyó muchas obras, otorgó muchos programas sociales, arregló problemas, tuvo contacto con la gente y las finanzas de la capital fueron sanas.

Por eso, cuando promete, uno sabe que lo cumplirá. Es una mujer de palabras, de compromiso y de cumplimiento. Y la gente que habita en la Ciudad de México lo sabe. Muchos presumían las obras, y llevaban mensajes de agradecimiento: “gracias por las becas”, “Ahora sí me muevo como rey en el Cablebús”, etcétera.

La gente no sólo sabe que Claudia Sheinbaum hizo mucho por la ciudad, sino que lo vive. Después del terrible sexenio de Miguel Ángel Mancera, uno de los peores que ha habido en la capital del país, Claudia vino a recomponer muchas cosas. Su gobierno, por el impacto positivo que tuvo en las personas, se asemeja al del presidente López Obrador de 2000 a 2006, cuando fue Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal.

Por eso el viernes en el zócalo, la gente que habita en esta metrópoli, que es una de las más complejas, bellas y grandes el mundo, estaba contenta de que una de las suyas, sea pronto presidenta.

Y por supuesto, está el orgullo de las mujeres. Jamás en México una mujer ha sido presidenta, y ver ayer a esa cantidad de personas gritando “presidenta, presidenta, presidenta” y “es un honor, estar con la mejor”, poner la piel chinita y nos hacer recordar que hay muchas cosas que cambiaron, que se lucha contra el machismo, y que qué orgullo que pronto en México, una mujer de izquierda, vaya a ser la mandataria.

Desde Sinaloa, hasta la ciudad de México, para apoyar Claudia

A ese hombre, Andrés Manuel López Obrador, le decimos…vamos a cuidar su legado!!!

Andrés Manuel López Obrador no estuvo ayer en el zócalo y, sin embargo, estuvo. Muchas personas estaban vendiendo su libro Gracias (en versiones originales y piratas), había decenas de puestos con muñecos de AMLO, camisas de AMLO, chalecos de AMLO, cachuchas de AMLO, tazas de AMLO, llaveros de AMLO.

López Obrador es el presidente de México, pero también ya es un símbolo, una leyenda y un legado. Por eso, Claudia Sheinbaum, casi al finalizar su discurso, lo dijo de forma muy clara:

“Tengo que nos tocará, juntos y juntas, guardar el legado de un hombre que está hoy en Palacio Nacional, que ha cambiado para bien la historia de nuestro país”.

“Andrés Manuel López Obrador nos ha enseñado a no caernos frente a ninguna adversidad, a no arrodillarnos frente al poder del dinero, a confiar en el pueblo y su dignidad, y a que cuando hay revolución de las conciencias y un pueblo se empodera y reconoce su fuerza y su historia, no hay nada que lo detenga”.

“A ese hombre, Andrés Manuel López Obrador, le decimos vamos a cuidar su legado y sepa, presidente, que el cierre de su gobierno será espectacular, porque una vez más con el pueblo de México, estaremos haciendo historia”.

Al salir del zócalo, lleno de gente y aún con un sol que pegaba fuerte, quedaba claro que ahí estaba la continuidad de un proyecto de nación que ha puesto, siempre y en todo momento, al pueblo como eje de cualquier acción.

Por eso el pueblo va, escucha, se emociona y grita que continuará la Cuarta Transformación, que ya está decidido, y que Claudia Sheinbaum es hoy el relevo generacional de una gesta histórica que estará en todos los libros de historia de México.

La foto lo dice todo…ellos se acarrean solitos

Nos tocará juntos y juntas, guardar el legado de un hombre que está hoy en Palacio Nacional

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