*De mal en peor van las consultas
ciudadanas, primero envueltas en él
la falta de credibilidad, como la
cancelación, del NAIM, luego en las
imposiciones, como el Tren Maya y
ahora con la sombra de un asesinato
con la carboeléctrica de Huexca… qué sigue?
Enviado por Vladimir Galeana.-
Señalan los expertos que la consulta popular es un mecanismo de participación ciudadana, mediante el cual se convoca al pueblo para que decida acerca de alguna decisión de vital importancia por parte del gobierno, o bien para la asignación de recursos a determinadas obras, o para decisiones de vital importancia, y puede ser de índole nacional o estatal, pero siempre se visualiza la participación de los ciudadanos como la parte central de la toma de decisiones.
Pero también hay que señalar que un ejercicio de esta índole tiene que ser reglamentado para otorgarle mayor credibilidad, y quizá vinculación del resultado con la estructura gubernamental para otorgarle un mayor viso de legalidad, y por supuesto, que también sea supervisado por las dependencias encargadas de la organización y vigilancia de las elecciones federales o locales.
Para decirlo más claro, cuanto mayor sea la participación de los ciudadanos, mucho mejor.
Si bien la consulta pública o ciudadana es un ejercicio de la democracia, también hay que señalar que su realización debe tener una férrea supervisión porque es una decisión de la gente, y eso quiere decir que no puede ni debe ser manipulada.
Por desgracia Andrés Manuel López Obrador tomó la decisión de cancelar el proyecto del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco con base en una consulta ilegal, manipulada y alterada por los propios organizadores, lo que motivó críticas severas antes de iniciar su mandato.
Claro está que ha tratado de limar asperezas, pero lo ha hecho desde una posición de fuerza y dando a entender que quien tomará las decisiones de Estado en los meses subsecuentes será el, y nadie más que él.
Para asentar y quedar libre de culpa en esta cancelación, ha dejado entrever que hubo mano negra en las licitaciones de ese cancelado proyecto aeroportuario y que la decisión que el tomo, que no por consulta popular, ha sido lo mejor.
Así de simple el comportamiento del Presidente, y lo previsible es que al más puro estilo del priismo de antaño pase por encima de sus adversarios políticos.

Pero la tercera es un desastre, porque pierde el presidente toda credibilidad y aparte lo envuelven en el asesinato de un líder
Aunque no lo quiera reconocer, esto le ha otorgado un halo de incertidumbre al mandato que comenzó a partir del primero de diciembre y que a tres meses del mismo ya no es lo que prometía y ha causado preocupación no solo entre la ciudadanía sino entre las cúpulas importantes que son los empresarios.
Sin embargo y como paliativo, la Confederación Patronal Mexicana ha recibido con beneplácito el hecho de que Morena haya presentado una iniciativa para modificar la legislación sobre las consultas, señalando que se trata de una buena señal para la democracia, pero que no se debe caer en el abuso.
Y tienen razón, porque la participación ciudadana es imprescindible para la toma de decisiones, pero con acciones legales que no respondan a un capricho político.
Hay que decirlo claro y firme, Andrés Manuel López Orador comenzó a tomar decisiones con el pie izquierdo por delante, y eso le ha generado una fuerte crítica por los sectores empresariales, que son quienes ponen el dinero para detonar los procesos productivos del país.
Pero sobre todo, quienes propician la generación de la riqueza exponiendo sus capitales. Mala señal de inicio fue la cancelación del Aeropuerto de Texcoco por un capricho personal, antes que por una razón de estado.
Lo del Tren Maya aumentó la incertidumbre, pues enardeció sectores del sur del país que no están dispuestos a permitir que se lleve a cabo ese proyecto, entre ellos el grupo guerrillero zapatista que aunque no fue completamente cerrado en su negativa, si le recordó al Presidente su garantía de plantar las vías sin tumbar un solo árbol, lo cual es imposible y Andrés Manuel a su costumbre solamente calla y no dice nada al respecto, como tampoco ha respondido nada a los airados señalamientos de los ambientalistas porque aseguran con pruebas que se alterará el ecosistema de miles de ejemplares de la vida silvestre que tienen ese sector de la república como si hábitat natural y lo van a perder.
Pero indudablemente lo que vino a dar con el traste de las consultas en el proyecto de Huexca, el pueblo que le da nombre a la termoeléctrica del Proyecto Integral Morelos, y que no quiere que se eche a andar esa mega obra. Así lo mencionan habitantes que ni siquiera tomaron acciones para evitar este sábado 23 de febrero la consulta organizada por el gobierno, y simplemente no fueron a votar.
En lugar de eso, juntaron firmas en contra de la termoeléctrica en una asamblea popular, la manera que tienen de organizarse bajo su régimen de usos y costumbres.
Cabe señalar que dos casillas fueron quemadas en la población de Amayuca y en Temoac, cabecera municipal de donde fue asesinado el activista Samir Flores, principal opositor de esa obra y que curiosamente fuera ultimado antes de la dichosa consulta.
En Huexca la mesa de votación instalada a las 8 de la mañana fue retirada por los propios organizadores alrededor del mediodía.
Según el delegado de programas federales de gobierno federal, Hugo Eric Flores, fue porque hubo hostigamientos y se decidió levantar la mesa por seguridad de los servidores de la nación, que hacen labores de funcionarios de casilla, y por seguridad de la propia comunidad.
Aunque según el movimiento opositor al proyecto, Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, el Agua y el Aire, sólo se habían acercado a votar unas 10 personas.
“La gente que antes estaba defendiendo a la termo porque creía que les iban a dar proyectos, hoy bajó a firmar (en la asamblea popular) por el no a la termoeléctrica”, aseguró Teresa Castellanos, lideresa del Frente en Huexca.
“Se dieron cuenta de que los empresarios son mentirosos. Les prometieron que no les iban a cobrar la luz, y se las siguieron cobrando; les prometieron hacerles casas de dos pisos, y no se las hicieron; les prometieron que los iban a reubicar a otros lados, y por las casas la gente estaba aceptando. Pero ahorita la gente está en desacuerdo porque ya se dieron cuenta que sí afecta”.
En 2015 vieron en operación a modo de prueba a la termoeléctrica, que está prácticamente terminada. Y entonces, descubrieron el ruido.
“Suena como una criba, como cuando rompen piedra, empiezan a tronar, pero es como 10 veces más. Si han escuchado una mina, donde están cribando grava el ruido no lo soportas; pues esto es como 10 veces más. La medición que nosotros tomamos con un aparato especial eran más de 110 decibeles”, señaló Castellanos.
Ese nivel de decibeles es el que puede tener la música en una discoteca o concierto, y llega a lastimar el oído humano, el pueblo se encuentra a sólo un kilómetro de la planta termoeléctrica.
La carretera que va de Cuautla a Huexca pasa junto a las torres y cables de alta tensión, enmarcados por una barda perimetral que termina en amplios círculos de alambre de púas y una entrada que anuncia “CFE, Central Ciclo Combinado Centro”. Unos segundos más adelante, se llega de bajada a las jardineras que sirven de punto de reunión del pueblo.
De fondo, un mural con una virgen, Tonantzin Guadalupe, que dice no a la termoeléctrica y en el que se hacen dos peticiones: “Mantén unido a tu pueblo” y “No nos dejes caer en la ambición ni en la apatía”.
Ahí se instaló la casilla que luego se levantó. Después, según miembros del Frente, llegó a sentarse un hombre ajeno a la comunidad, con corte de pelo tipo militar y una actitud que les pareció sospechosa. Después de decirle varias veces que se fuera, aseguran que llegó a recogerlo una patrulla de la policía estatal.
Por la tarde, alrededor de 100 de los mil 400 habitantes de Huexca sí acudieron hasta ese punto a participar en la asamblea y a firmar su propio pronunciamiento: “No consideramos válida la consulta (…) debido a que no es una consulta informada y dialogada con la población, quienes reiteradamente hemos dicho que no queremos esos proyectos, basados en las violaciones a derechos humanos y las represiones que hemos sufrido por él, además de todos los impactos de carácter social y ambiental que tendrá en nuestras tierras y de los cuales no se ha dado respuesta a nuestra exigencia de información clara y concisa sobre ellos”, señala el texto.
La carta con las firmas, según Castellanos, será enviada al presidente Andrés Manuel López Obrador para decirle que el pueblo ya decidió y no van a aceptar que les lleven una casilla para decir que no.
“La gente ya no quiso bajar a participar, un poco porque ya saben la maña del gobierno, y otro poco, porque no aceptan urnas bañadas con sangre”, afirmó.
Sin embargo el gobierno defiende la consulta y ya la considera un éxito, lo cual quiere decir que en esta tercera consulta, aparte de amañada, impuesta, ahora se dan oídos sordos a la gente que señala que hubo un asesinato para sacarla adelante.
Un Estadista no puede perder la credibilidad, y mucho menos con estas sombras de homicidio e impunidad apenas iniciado su gobierno. Así de simple.