Comunidad Científica – El Error …de Depender de Ocurrencias

26 octubre, 2020 en

No a la ciencia: AMLO. Por ocurrencias miles de mexicanos morirán en éstos tiempos de Pandemia…es un hecho!!!

*El daño a la detención de las investigaciones

  científicas, más en tiempos de pandemia,

  equivale a genocidio, y miles de muertes habrán

  de signar una más de las ocurrencias que le

  divierten al Presidente. 

 

Enviado por Carlos Ramos.-

La comunidad científica sin recursos para seguir adelante

He acordado con tres enormes investigadores, científicos, catedráticos y emprendedores universitarios, íntegros y honestos a toda prueba, su participación en el programa de tv “Va En Serio” para el jueves 29 dado que Morena, por instrucciones presidenciales al legislativo, se impuso para desaparecer 109 fideicomisos.

 

José Franco (ex director del Instituto de Astronomía y Museo Universum, UNAM), Silvia Cruz Martín del Campo (farmacobióloga políglota del Cinvestav) y Juan Martínez (estudioso de la biodiversidad del INECOL Jalapa).

Resumirán en minutos la tragedia que representa ésta equivocada decisión para sectores muy sensibles de la sociedad.

Cientos de millones de pesos se han aportado durante años a investigaciones, equipamiento y capacitación de expertos en diferentes temas y que por una actitud de levantadedos se verán frenados.

Podemos pensar por ejemplo en los enormes y particularmente delicados supertelescopios o vamos más allá, esta torpeza de dejar a la deriva a nuestros triunfadores atletas paralímpicos que con pundonor y categoría nos han mostrado su nivel de competencia y excelencia.

La inteligencia del Presidente es nada comparada con los científicos de nuestro país

Pero también las víctimas de ataques sexuales o secuestros; los periodistas que en este país somos tiro al blanco; los productores cinematográficos ahora que el cine nacional toma nueva fuerza; la cultura y las artes; en fin, a razón de populismos electoreros iremos en franco retroceso.

De nada sirvió la petición de más de 700 científicos de las universidades de mayor prestigio en el mundo para detener esta absurda ocurrencia.

Como en otros casos, si se detectó corrupción que se levanten las denuncias correspondientes, comprobar los actos y determinar sanciones.

Pero no se actuó así aunque ya se empiezan a publicar nombres y beneficiarios.

A muchos mexicanos de excelencia que han intentado de siempre servir al país y generar beneficios colectivos los han encapsulado en la burbuja de corruptos, así de un plumazo.

Es inadmisible que en plena crisis sanitaria, con cerca de 90 mil muertes ante una pandemia universal se suspendan los recursos de investigación y mejor se pacte con empresas extranjeras la compra de vacunas.

San Lázaro, nido de retrogradas y pelafustanes en su mayoría

Morena ya ha intentado vulnerar a la autonomía universitaria, pretenden pase sin exámenes de evaluación a los centros de estudio nacionales y ahora les mutilan la inercia de tareas vitales para la nación.

Pero vemos su reducido esquema moral, su incapacidad intelectual, su sumisión política, su analfabetismo ético y su nula educación como la de la senadora morenista Lucia Trasviña quien a punto de majadería dio su voto para la desaparición de los fideicomisos.

Mientras otras naciones generan vacunas para salvar la vida, descubren nuevos elementos en el espacio sideral, sondean las profundidades de los océanos, elevan la cultura cívica y educativa, aplican mejoras productivas a través de la robótica.

Diseñan naves de transportación seguras y rápidas, aquí descubrimos que ser tapaderas de sujetos como Pío López Obrador nos enaltece y nos produce satisfacción, pero como bien anota Juan Martínez “no hay que olvidar que el Premio Nobel corresponde a un fideicomiso”.

No me espantan las majaderías ni las groserías, me las sé y las escucho todos los días en la vía pública.

Lo que me sorprende es la bajeza, la ruindad, la amargura, la excesiva y necedad de venganza que algunos personajes en la política exhiben como tarjeta de presentación.

Nombres hay y cada día más pero mencionarlos es promoverlos y mire que uno de ellos aún está al frente del Fondo de Cultura Económica.

Pero no puedo pasar por alto a una mujer, senadora como Lucia Trasviña, por corriente y vulgar.

Qué lejos de aspirar a un país que se respete, que sea honrado y considerado con personajes de esa ridícula estampa.

Senadora Lucía Trasviña, la más corriente y vulgar

Hace unos días me permití escribir, contribuir y conversar con personajes cultos, con clase como Ricardo Ramírez, Carlos Valdés José Franco, Juan Martínez, Silvia Cruz Martin del Campo dignísimos catedráticos e investigadores universitarios.

 

Incluso me he manifestado mi adhesión a la propuesta de otorgar la medalla Belisario Domínguez a Mario Molina y fortalecer la herencia de otro prohombre como Guillermo Soberón Acevedo.

Leí los justos pronunciamientos del Rector Enrique Graue expresando estar afligido por las recientes decisiones en torno al financiamiento a las investigaciones.

“Vivimos incertidumbre presupuestal para la educación superior del país” señaló el universitario.

Si no hay suficiente inversión en investigación, se dará un paso atrás porque “crear conocimiento, desarrollar e innovar tecnología es algo que al país le urge hacer en sus distintas dimensiones”.

Y es que estas personalidades están acostumbradas a escuchar, aprender y dialogar con la inteligencia de la nación, con eméritos, con sabios, con diseñadores del futuro, con jóvenes de vanguardia.

Son quienes en sus ratos de estudio se involucran con los grandes de la historia, filósofos, historiadores, constructores, estadistas. Y así van formando ideología y señales de excelencia.

Esa es la diferencia con los peladitos que tienen curul pero que ni siquiera intentan indagar cuál es el presupuesto designado a los laboratorios universitarios, a instalaciones como los observatorios espaciales, al sismógrafo nacional, a los buques para investigación biológica, a las sedes de la Máxima Casa de Estudios en otros países.

Ya estamos en las 90 mil muertes de Covid, y el Presidente como si nada

No entenderían la dimensión del genoma humano o la tragedia que provocan las pandemias y guerras.

Son asuntos que les quedan grandes porque llegaron empujados por la ambición, el compadrazgo y la venta de su reducida moral, todo sin ningún mérito (quizá el de la repartición de la nómina por materia de género).

Quizá ahí si el presidente tenga razón, hay dos Méxicos, el que queremos y merecemos para distinguirnos en el universo de las ideas y el que disfrutan los analfabetos y pelafustanes que a razón de “a favor cabrones” creen que heredarán un piso firme a sus hijos. Lo grave de esto es que esos, los pequeñitos, son los que están gobernando.

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