El semanario de Coahuila
Pesada carga representan legisladores
Carga Legislativa
“Revienta” a México
-Allí nadie se aprieta el cinturón
-Del cielo al infierno
-Ciudadanos de primera, segunda, tercera,
cuarta, quinta…etcétera
Quién analiza su productividad
El que tenga ojos que vea y el que tenga oídos que escuche. La gente ya no cree en los partidos políticos; la situación que se vive en el País no es una “llamarada de petate”, la inconformidad ciudadana es evidente. Se ve en todos los estados, en los municipios y no es privativo de un partido.
El que crea que el repudio es solo contra el PRI está muy equivocado. La gente no cree en los políticos, no cree en la política, no cree en los partidos porque tienen las pruebas de que no cumplen, que no les importa la ciudadanía y que solo buscan su interés personal.
No es fácil revertir esta percepción, mucho menos cuando nadie ha hecho nada para convencer a los ciudadanos. Da lo mismo PRI, PAN, UDC, PRD, PT, MORENA, etcétera, etcétera y da lo mismo Coahuila que Guerrero e Hidalgo. Chihuahua que Sonora y Baja California. El problema es en todo el País y nadie se salva.
Las pruebas de que solo ven su propio interés son muchas. Quizá no perceptible para muchos considerando que, debido a que siempre ha sido así, por costumbre se toma como una obligación.
Son necesarios los 500 diputados federales?
Por eso es que los tropiezos suceden unos tras otros en los municipios, en los estados y unos de los más señalados son principalmente el poder legislativo.
El coraje se acumula porque hay mexicanos de primera, de segunda, de tercera, de cuarta, de quinta y de muchas denominaciones. El contraste va del cielo al infierno, de la opulencia a la pobreza absoluta.
Y no hablamos solo de los que no estudiaron y que salen a diario buscando el sustento, sino de profesionistas que tienen que emigrar; de maestros que ven como sus salarios y prestaciones se van al caño. De Médicos que perciben por jornadas acumuladas una reverenda baba, mientras que los políticos nadan en la abundancia.
La remuneración de los representantes populares no se mide en salarios mínimos. Tampoco sus prestaciones laborales, que se ajustan a los días de dieta de los diputados y senadores.
Los datos de la Cámara de Diputados indica que cada representante popular percibe 74 mil pesos de “dieta mensual”, es decir de sueldo; 45 mil 786 pesos por “asistencia legislativa” y 28 mil 772 pesos para “atención ciudadana”.
Hasta cuándo??
En total, cada Diputado federal mensualmente recibe 148 mil 558 pesos libres de impuestos. Es decir, cuatro mil 952 pesos diarios, cifra muy lejana a los escasos 70 pesos que la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) acordó como salario mínimo vigente en el Distrito Federal.
Esto significa que cada legislador gana diariamente el equivalente a 74 veces el salario mínimo.
El salario no distingue: es lo mismo para los que ganaron con el voto de los mexicanos o aquellos que llegaron porque su partido los designó directamente.
Si bien es cierto que el representante popular tiene a su cargo la importante encomienda de hacer leyes, ser contraparte del Poder Ejecutivo y asignar los recursos públicos de la Nación, tareas que por sí mismas requieren una remuneración acorde a sus labores, también existe el problema de que el 60 por ciento de los representados vive en pobreza o pobreza extrema.
Sí hay una diferencia muy marcada respecto a lo que gana la gente en general con lo que gana un representante popular o un servidor público en general.
La creciente desigualdad social, también existe la nula transparencia y rendición de cuentas de los recursos públicos que se entregan a los legisladores.
No hay eficiencia ni resultados
En medio de la insatisfacción por la escasa transparencia, cada cierto tiempo surgen escándalos sobre el derroche de recursos públicos, corrupción, tráfico de influencias o la entrega de “bonos” multimillonarios como pago a los legisladores por realizar su labor legislativa.
Suena desproporcionado el sueldo y las dietas que tienen. También porque los legisladores comunican poco los resultados que tienen y se sabe mucho menos sobre cómo utilizan los recursos, eso es una deuda con la ciudadanía desde siempre.
Si los 148 mil 558 pesos de dieta y apoyos legislativos se multiplica por los 500 diputados federales, tendremos que cada mes los mexicanos pagan 74 millones 279 mil pesos sólo en salarios y apoyos. O lo que es lo mismo, 891 millones 348 mil pesos al año.
El Congreso de la Unión es el segundo más caro de América Latina.
Pero no sólo el salario de los legisladores es alto. El secretario general de la Cámara de Diputados, percibe mensualmente 147 mil 162 pesos, eso es más de lo que ganan incluso los legisladores, la mayoría de los secretarios de Estado y hasta los presidentes de los partidos políticos.
El secretario de servicios o contralor interno de la Cámara tiene una remuneración mensual de 128 mil 031 pesos mensuales.
Los estados también son cuestionados
Con información del Manual que regula las remuneraciones para los Diputados Federales, Servidores Públicos de Mando y Homólogos de la Cámara de Diputados, publicado el 28 de febrero de 2014 en el Diario Oficial de la Federación, los Diputados cuentan con las siguientes prestaciones.
Los diputados cuentan con un Seguro de Gastos Médicos Mayores por accidente o alguna enfermedad que requiera tratamiento médico, cirugía u hospitalización.
La suma asegurada básica tiene un rango de hasta mil 500 salarios mínimos generales mensuales vigentes en el Distrito Federal, es decir 100 mil 935 pesos, “con una cobertura adicional en el extranjero por otro tanto, cuya prima es cubierta por la Cámara de Diputados”.
Los diputados federales también reciben como “Gratificación de fin de año” una cantidad equivalente a 40 días de dieta.
El fondo de ahorro es otro beneficio de los “representantes populares” que consiste en la aportación de la Cámara hasta un 12 por ciento de la dieta bruta mensual en función de la aportación del Legislador.
El Seguro colectivo de vida es un beneficio que se otorga a los diputados para cubrir los siniestros de fallecimiento o de incapacidad total o permanente.
Legisladores locales
Hay otro “beneficio” para los legisladores. En caso de fallecimiento de sus beneficiarios (padres, cónyuge o hijos), la Cámara reembolsará a los diputados el importe equivalente de hasta un mes de dieta neta por los gastos funerarios (75 mil pesos).
En el Senado
En el Senado de la República la situación no es diferente. Cada legislador percibe una dieta mensual de 117 mil 600 pesos, más prestaciones.
Los beneficios adicionales incluyen seguro de vida institucional, equivalente a 40 meses de dieta bruta; seguro de gastos médicos mayores, de mil 500 salarios mínimos; seguro de separación individualizado.
Asimismo tiene derecho a una gratificación de fin de año, equivalente a 40 días de la percepción mensual, apoyos para traslado a su entidad federativa, asistencia legislativa y atención ciudadana.
Estos últimos montos no están especificados en el Manual de percepciones de los senadores y servidores públicos de mando.
El secretario general del Senado percibe mensualmente casi lo mismo que un Senador, 117 mil 100 pesos, mientras que el contralor tiene un salario de 115 mil 500 pesos.
Son un lastre
Y…en los estados
El IMCO lo dio a conocer en su Informe Legislativo 2017 que sostener a mil 124 diputados locales en 2017 nos costará 13 mil 551.3 millones de pesos, lo que equivale el gasto que en este mismo año tendrán 739 municipios de México.
No sólo eso. Los diputados de siete congresos locales (Ciudad de México, Michoacán, Sonora, Baja California, Estado de México, Jalisco y Quintana Roo), cuentan con un presupuesto hasta ocho veces mayor del que tienen los legisladores de Puebla, Colima y Tamaulipas, y de acuerdo con el IMCO, “su desempeño no es distinto al resto de los congresos” con presupuestos más bajos.
Peor aún. En estos siete congresos, el presupuesto por legislador es superior al que se le asignan a los integrantes de la Cámara de Diputados Federal.
Mientras en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México el presupuesto por diputado es de 28.8 millones de pesos, a nivel federal el presupuesto es de 15.3 millones de pesos.
En los estados de Puebla, Colima y Tamaulipas el presupuesto por diputado es de 3.5, 3.7 y 4.3 millones de pesos, respectivamente. Una diferencia de 25.3 millones de pesos entre la Asamblea capitalina y el congreso poblano.
Lo anterior significa que el costo de ocho diputados del congreso de Puebla, equivale a uno de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México.
El IMCO le ha llamado “despilfarro legislativo” a la disparidad en los presupuestos asignados a los diputados locales.
Y es que, si la función legislativa es la misma…¿por qué las diferencias presupuestales?
En el Informe, el IMCO evidenció el crecimiento presupuestal que han tenido los congresos locales en cinco años. En 2012, el presupuesto de los congresos era de 10 mil 307.9 millones de pesos, en tanto en 2017 pasó a 13 mil 551.3 millones de pesos, un incremento “injustificado” del 11.1%.
Sonora, Coahuila y Michoacán, fueron los congresos que más incrementaron su gasto injustificadamente, de 2012 a 2017, con un aumento del 69.4%, 61.1% y 53.1%, respectivamente.
El caso más emblemático de los estudiados es Durango, donde a partir de su nueva constitución se redujo el número de diputados en 17%, sin embargo, esto no se reflejó en su presupuesto.
Mientras que en 2015 su presupuesto fue de 165 mil 485 millones de pesos, en 2017 el presupuesto es de 232 mil 604 millones de pesos. A esto se suma que los congresos locales han gastado, en promedio, 17 % más de lo presupuestado.
Querétaro, Hidalgo, Puebla, Tamaulipas y Guerrero, son los estados que más gastaron conforme a lo presupuestado. En el caso de Querétaro se excedió un 64.6%, en tanto el gasto de Hidalgo se sobrepasó en un 56.7%.
Y así sucesivamente podemos dar cuenta del gasto que representan y el resultado o eficiencia por productividad.
Los ciudadanos tienen razón al inconformarse pero, hasta cuándo se procederá a “adelgazar” esta carga??