El semanario de Coahuila
Un país sin proyecto definido más que por ocurrencias diarias
Y cuál es el proyecto de México?,
esa es la pregunta de inversionistas
que temen a la respuesta de los economistas,
los que no viven la euforia de las dádivas
y las mendicidades y nos presentan
…la triste realidad
La estupidez por delante,
descalificar a las Calificadoras
Enviado por Vladimir Galeana.-
El peligro de la triste realidad está a la vuelta de la esquina
Sin lugar a dudas Andrés Manuel López Obrador sigue disfrutando de un enorme bono democrático ya que en cada lugar que visita es patente su popularidad y la esperanza de la que es depositario por parte de los mexicanos de todas las latitudes.
El pasado fin de semana estuvo por Chetumal, y la verdad es que la gente lo cobija, lo sigue, y le lanza vítores, hurras y buenos deseos. Hasta ahora sigue siendo un fenómeno de popularidad por la esperanza que durante muchos años ha sembrado a lo largo y ancho del país.
Lo deseable es que esa luna de miel con los mexicanos sea lo más duradera posible después de tantas decepciones, pero México tiene un problema de disfuncionalidad que se puede presentar en cualquier momento.
Hasta ahora la improvisación ha sido parte consustancial del ejercicio de gobierno, y pareciera que el propio Presidente de la República responde más a lo que piensa que necesita la gente, y quizá por ello hasta ahora no se conoce a bien lo que será el proyecto de gobierno, de país, y de futuro.
López Obrador tiene la rara habilidad de decirle a la gente en cada plaza lo que ellos quieren escuchar, pero eso no basta para garantizar un buen gobierno.
Tampoco las decisiones al calor de la efusividad popular que despiertan sus arengas públicas y sus promesas en ocasiones fantasiosas por su inclinación a la prédica religiosa y al uso de lugares comunes en sus discursos, esos que al revisarlos de forma minuciosa no son más que una ventana de esperanza que ante la carencia de dinero suficiente se tornan inalcanzables.
Pero si algo podemos decir en su favor es que esa siembra de esperanza ha propiciado una cuasi religiosa respuesta de los millones de desesperanzados regados por todas las regiones del país.
El problema es que sus súper delegados se han encargado de colocar un montón de animadversión para los gobernantes constitucionalmente elegidos, y me parece que el propio Presidente de la República es quien tiene la obligación de respetar y hacer respetar el Pacto Federal que hasta ahora ha sido severamente dañado por sus personeros en cada entidad federativa.
Quitar el permiso a las calificadores… y que se gana?
Qué bueno que la popularidad de López Obrador le sigue permitiendo un amplio bono democrático para la toma de decisiones, el problema es que hasta ahora todo han sido ocurrencias del momento y no se observa un proyecto de nación o un plan maestro de desarrollo que reordene el desorden administrativo que se ha apoderado de las dependencias federales, porque pareciera que las ocurrencias vienen en cascada y todos quieren poner un granito de arena en la edificación de algo que no se tiene definido completamente.
La pregunta que muchos comienzan a realizar es: ¿y cuál es el proyecto?.
Porque hasta ahora el gobierno federal ha caminado en base a esas decisiones que de momento toma el líder, pero no se observa un esquema de orden que defina acciones concretas de lo que tiene que ser esa mal llamada “”Cuarta Transformación”.
Por el bien del país, y por el bien del gobierno, espero que haya especialistas en proyectos y programas de gobierno y no nos pasemos los cinco años venideros desmenuzando ocurrencias del día.
La estupidez por delante
…Descalificar a las Calificadoras
En otro intento vano de ocultar su estupidez, el gobierno de AMLO a través de su representación en Morena, trata inútilmente de ocultar la calificación que nos dan los organismos internacionales… que no es muy buena
Sin lugar a dudas México se ha convertido en el país de un solo hombre, y eso significa que los tiempos difíciles no están por venir porque ya se están presentando.
Parece mentira, pero hasta ahora el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador ha tenido como sello distintivo la improvisación, la ocurrencia, la inventiva, y la repetición hasta el cansancio del discurso vertido todos los días por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, con lo que podemos inferir que México seguirá siendo el país de un solo hombre.
El diferendo con el dictamen de la calificadora Standard & Poor’s ha servido al “Bien Amado camarada Líder” para reunificar a su rebaño en una sola causa y apartarla de la tentación de profundizar en los asuntos del Estado Mexicano que tienen que resolverse de forma precisa para seguir evitando que tanto los organismos internacionales como los nacionales sigan hurgando en las entrañas de las decisiones del gobierno encabezado por el tabasqueño, y salgan a relucir algunas inconsistencias más.
El bien amado camarada líder y sus ocurrencias mañaneras
Pero no todo es miel sobre hojuelas en las estructuras gubernamentales, porque en esas ansias de mostrar lealtad a quien está encargado del Gobierno Federal, la parálisis gubernativa se está convirtiendo en un dolor de cabeza.
A lo que hay que sumar las decisiones producto de las ocurrencias del momento del Presidente de la Republica y la ciega obediencia de los principales actores del gabinete.
Quienes de inmediato intentan poner en funcionamiento las palabras presidenciales, aunque en la mayor parte de las ocasiones no entiendan la forma ni la finalidad.
Claro está que mostrar y demostrar lealtad al proyecto implica poner en funcionamiento lo que se entienda de lo que dijo o quiso decir el hombre que pontifica todas las mañanas para dar a conocer lo que se hace y lo que se tiene que hacer por el país.
Y es en ese “maremágnum” de interpretaciones y razonamientos privados donde se conciben los disparates que cada día surgen en el imaginario popular a causa de los desatinos de los principales funcionarios del país.
Salomón Jara, Vocero del Movimiento de Regeneración Nacional en el Senado de la Republica, anunció que presentará una iniciativa para que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores revoque el permiso de operación de las calificadoras en México que descalifiquen a un país cuya economía se está fortaleciendo.
Salomón Jara y su disparate
Claro está que nunca mencionó ese país al que se refirió, porque si de algo podemos preciarnos es que el México que nosotros conocemos no entra en la categorización de fortalecimiento económico.
Tampoco pretendo con esto señalar que los integrantes de la mal llamada “Cuarta Transformación” están mintiendo, más bien creo que su percepción de las cosas se interpreta a conveniencia de quién encabeza el gobierno.
Lo único que debieran concebir es que si quitaran el permiso a las calificadoras, podrían seguir haciendo su trabajo sin problemas desde el extranjero, por lo que la propuesta de Salomón Jara no pasa de ser otra ocurrencia del momento como muchas que surgen en las esferas del “Gobierno de México”.
Mal empieza la semana a quien ahorcan en lunes.