-El factor Beltrones se impondrá en Sonora?
-Quién responderá mejor al proyecto Meade?
-Quién evitará enfrentamientos y rupturas
internas por grupos no favorecidos?
-Llegará el PRI unido a la jornada electoral?
-Podrá respirar el PRI con aires de suficiencia?
De José Uraña y Juan Fco. Castañeda.-
Todos los partidos lo saben: Vienen desprendimientos en todas las fuerzas políticas.
Consecuencia natural de una militancia sedienta de espacios y permeabilidad para coronar sus esfuerzos realizados a lo largo de los años -a menudo de la vida entera- en pos de una posición.
Y hoy, de golpe, ven frenadas sus ambiciones.
El frentazo es generalizado:
En Morena todo mundo conoce la regla única: es propiedad de Andrés Manuel López y como amo distribuye a placer personal -con el aval de su hijo Andy- las candidaturas.
En el PRI porque el externo -o ciudadano- José Antonio Meade tiene libertad para estructurar el equipo de postulaciones a todas las posiciones federales.
Y en el tercer bando no hay alternativa: El PAN ha atado su potencial a las exigencias del PRD y MC con el acuerdo suscrito por Ricardo Anaya, Alejandra Barrales y Dante Delgado.
En ese pragmatismo de reparto de cuotas, la militancia queda desplazada.
Coqueteos de MORENA a Manlio
De todas las fuerzas, donde se esperan mayores desprendimientos es en el PRI.
Hay resistencia de varios grupos a aceptar la asignación de candidaturas a senadores, diputados federales, diputados locales, gobernadores, alcaldes y regidores.
Ahí está la pepena.
Quien más identificados tiene a los posibles disidentes es el partido propiedad de Andrés Manuel López, cuyos operadores trabajan con frenesí para atraer a líderes reales de cada distrito, municipio o estado.
Los hay en todos lados.
Pero en quien tienen mayor interés por ser figura nacional es en Manlio Fabio Beltrones, cuyo nombre no requiere presentación: ex subsecretario, ex diputado, ex senador, ex gobernador, ex presidente nacional del PRI…
Lo codicia Morena porque, supone, tras él se irán los desplazados por el gobierno actual y por quienes manejan la campaña priista, forma simple de referirse a Enrique Peña y José Antonio Meade.
No hablamos de coqueteos de personas simples, sino de figuras como la presidenta Yeidckol Polevnsky y Ricardo Monreal, quienes reconocen las virtudes del sonorense, su liderazgo, su capacidad de operación…
Y su abandono por la ruin persecución política con la justicia como brazo operador desde el Gobierno de Chihuahua.
Siéntese a esperar los resultados.