El semanario de Coahuila
INEGI…Dos de cada tres empresas se irán a la morgue.
Enviado por Miguel Ángel López.-
El desastre ha sido potenciado por la falta de apoyo del Estado mexicano
El INEGI debe ser muy incómodo para los pregoneros de la 4T, abre todo para su principal propagandista.
Los datos de este instituto son una cubetada fría para la economía: un año más de covid-19, dos de cada tres empresas se irán a la morgue.
Este tipo de comercios los pequeños, están en la última línea de sobrevivencia, se trata de 1.8 millones de grandes, medianas y pequeñas empresas de las cuales 1.2 no verán de nuevo el sol sino que encuentran una respuesta pronto al latigazo de la pandemia.
Esto quiere dar a entender que el próximo diciembre del 2021 los niveles de desempleo gastos de picos brutales, pues por cada negocio deberíamos multiplicar por cinco personas o más de las que dependen estas fuentes de ingresos.
7 millones de mexicanos con todo y familias se verían en la desocupación, sin descontar que todas esas empresas forman parte de una gran cadena productiva que mueve a varios millones de otros negocios y sus empleados, el efecto de onda sería devastador.
Este desastre ha sido potenciado por la falta de apoyo del Estado mexicano, pues los mismos datos nos arrojan que el 94.1 de estas pequeñas empresas no recibieron ningún tipo de respaldo gubernamental, contrario a las cifras alegres que desde el segundo año de informe se ha brindado.
Los errores de la mal llamada “Cuarta Transformación” nos están costando mucho: Aeropuerto Santa Lucía
México se convierte en el ojo del huracán no solo por la combinación de la pandemia y los lastres de corrupción, violencia, narco y todos los horrores que conocemos.
Sino porque las rutas tomadas han significado un desastre en materia económica, en donde un gobierno se lanzó con un paracaídas de ocurrencias que han costado mucho y lo peor totalmente insensible, alejado ante la realidad de una nación que no encuentra al estadista que se prometió.
Los errores nos están costando mucho, estos millones de ciudadanos que dependen de sus pymes, respiran con el cuello fuera del agua esperando ahogarse.
Lo reiteraré: se trata de la clase media, esa misma que ha luchado por años para salir adelante con enormes esfuerzos levantó un negocio y hoy están al borde del precipicio.