Ándale…Di Lo que López Gatell …No Explica!!!

3 agosto, 2020 en

Elemental: Toda actividad se evalúa por los resultados

Ineptitud provocó la muerte de miles

Fracasan en estadística y orientación

Sin autoridad la multitud va al caos

La Infamia, libro de Ricardo Monreal

Codicia gubernamental sacrifica salud

Pruebas, tapabocas y derroches inútiles

Programas sociales bajo escrutinio

Un médico que traiciona su profesión

 

Enviado por Víctor Sánchez.-

La vida de los mexicanos como un pasaporte para lograr sus ambiciones

Todos los días, desde febrero pasado, el Gobierno Federal a través del subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, ofrece una conferencia de prensa en la que el burócrata “cuida” únicamente el cumplir con una hora de transmisión.

Vale la pena hacer varias reflexiones sobre el trabajo e López Gatell como vocero de la pandemia. Toda actividad se evalúa por los resultados.

Muchos dirían que te voy a referir más adelante ocurrió en todo el mundo; en la mayoría de los países. Sin embargo, hay un refrán que dice “mal de muchos, consuelo de idiotas”.

Por ello, no importa lo que ocurra en otras naciones, cuando la responsabilidad de nuestras vidas y nuestra salud está en manos de incompetentes.

Mal de muchos…consuelo de idiotas

Se le dio al equipo de ese funcionario un amplio margen de maniobra. Se le otorgó el beneficio de la duda. Se le proporcionaron herramientas de todo tipo para actuar en defensa de la vida de millones de mexicanos, en esta pandemia de magnitud nunca antes vista.

Pero, a 6 meses de estar al frente de la lucha contra la pandemia, sólo encontramos a un sujeto que está interesado en su futuro político; que se cree el adonis de la salud; y en ser zalamero del poder. Usa la vida de los mexicanos como un pasaporte para lograr sus ambiciones.

Seis meses son más que suficientes para dar resultados, pero día a día nos colocamos como unas de las naciones con el peor manejo de la pandemia y los enfermos de COVID-19 aumentan con gran alarma.

El peor manejo de la pandemia y los enfermos de COVID-19 aumentan con gran alarma.

Lo peor, es que su falta de tino, ha provocado una crisis económica nunca antes vista en nuestro país, ni siquiera en la pandemia de la Gripe Española y la Revolución Mexicana juntas los veintes del siglo pasado.

Las conferencias de prensa de todos los días, se volvieron en una tediosa presentación de mapas, gráficas y comentarios absurdos, que van contra la prevención de las enfermedades y la ciencia médica. Además, las cifras que presenta son falsas, con fines estrictamente políticos.

Pero vamos al detalle: las estadísticas que debe presentar, en la que deberían estar trabajando en todo el país, desde el hospital más modesto, es en tomar datos de todos, absolutamente todos los enfermos y muertos, sobre sintomatología; sexo, edad, enfermedades preexistentes, signos vitales y antecedentes familiares de enfermedades; estrato social, zona geográfica donde se mueve y muchos datos más.

Las conferencias de prensa de todos los días, son una tediosa presentación de mapas, gráficas y comentarios absurdos

Esto sirve para conocer el enemigo y cómo se mueve en cada región del país. Es, simple sentido común, que es menos común en la burocracia.

Sobre ello, el maestro de la guerra, el chino Sun Tzu, comenta al respecto: “si te conoces a ti mismo, pero no conoces al enemigo, por cada batalla ganada perderás otra; si no conoces al enemigo ni a ti mismo, perderás cada batalla”.

Además de la estadística, que debe estar al alcance de todos, en México y en Mundo, para evaluar el comportamiento del virus. Si muchas naciones no lo hacen, nosotros deberíamos realizarlo.

Esto hubiera servido para que los científicos de verdad, no de membrete, a través del Consejo de Salubridad General, que encabeza Jorge Alcocer, y de Ignacio Santos Preciado, se deban dar recomendaciones al Presidente de la República para dictar medidas preventivas indispensables para proteger la salud de la población.

La acción tardía del gobierno provocó que el virus se enquistara en la población.

La acción tardía del gobierno provocó que el virus se enquistara en la población. Se sabía desde la primera semana de enero que el virus podría convertirse en pandemia.

México no cerró sus fronteras y, lo peor, no colocó controles sanitarios en aeropuertos, puertos, ni pasos fronterizos, con lo que entró el virus con facilidad y provocó hasta hoy, más de 45 mil muertos y dolos insufribles en más de 400 mil contagiados en el país (según las cifras oficiales; las reales son hasta 4 veces más).

Sin embargo, no lo cumple el titular de Salud, Jorge Alcocer, ni su vocero, López Gatell, quien hasta la fecha se niegan a convertir en obligatorio el uso del tapabocas que, desde la Gripe Española, demostró efectividad para controlar la pandemia.

Pero, la necedad (no es calificativo, sino descripción) de no usarlo para no “verse mal”, no sirve de alarma para la población. Aún, en la página de Salud, dice que no es necesario que todos usen el tapabocas. ¡Qué irresponsabilidad criminal!

Cobarde, para no incomodar a su jefe

Sin autoridad, ni guía, las mayorías van irremediablemente al dolor de sufrir la enfermedad o de morir por ella. Por eso vemos otro de los errores estratégicos en una guerra, donde el Pueblo no se cuida y sale sin protección a las calles: Maniobrar con un ejército es ventajoso. Maniobrar con una multitud indisciplinada, es peligroso (Tsun Tzu).

Mucha razón tiene el guerrero chino Tsun Tzu: Un ejército victorioso gana primero y entabla la batalla después; un ejército derrotado lucha primero e intenta obtener la victoria después.

Precisamente, lo contrario es lo que hace el gobierno mexicano. Desde Jorge Alcocer, secretario de Salud, responsable de la lucha contra la pandemia, hasta su vocero, Hugo López Gatell, no han logrado contener la pandemia.

Y, es lógico que no lo logren. Para contener el COVID-19 no sirven discursos, ni el ocultamiento de información para no parecer un país que tiene más enfermos y muertos, ni mucho menos el marear a los mexicanos con datos que no le sirven, ni con mentiras deliberadas sobre cómo protegerse adecuadamente de la pandemia.

Hace unos días le platicaba en este espacio que López Gatell, se convirtió en un ente que, irresponsablemente, deja a su suerte a los mexicanos con malos consejos y con el uso político-electoral, de la información de salud. No busca el enemigo que está matando a la población.

Si no se atreve decirle al Presidente que use tapabocas, menos le diría que hay que comprar pruebas para detectar a los contagiados

Necesitamos un estratega en esta pandemia, no un “buscachambas” para asegurar su futuro. Necesitamos un orientador de salud, no un manipulador de la información.

Necesitamos un auténtico científico que esté en la primera línea luchando contra el virus, no un burócrata que nunca ha visitado un hospital Covid para ver de frente el sufrimiento del Pueblo en esta crisis sanitaria.

Cobarde, para no incomodar a su jefe, el Presidente, no se atreve a cuestionarlo. Imaginen un médico que no le dice a su paciente que terapia tomar, por temor a que no le pague la consulta.

Ese es el nivel de irresponsabilidad del vocero nacional de la pandemia, que fue impulsado por el Gobierno Federal (a manera de premio), como miembro de la Organización Mundial de la Salud (no fue invitado).

Si no se atreve decirle al Presidente que use tapabocas, mucho menos le diría que hay que comprar pruebas para detectar a los contagiados y aislarlos (en los casos necesarios, brindarles una renta durante un mes para que puedan sobrevivir). Invertir en salud; invertir en la vida de los mexicanos, no en los procesos electorales.

Programas asistencialistas y electoreros, que al final no se construye para el futuro, sino se malgasta el presente

El Gobierno, no invierte en pruebas para detectar el virus, para no “despilfarrar” según López Gatell. Pero, vamos a los números. Al mayoreo, cada prueba cuesta 10 dólares en el mercado internacional.

Somos 130 millones de mexicanos que deberíamos hacernos dicha prueba para conocer dónde están los contagiados. Esto costaría mil 300 millones de dólares (unos 30 mil millones de pesos).

Se trata de una décima parte de lo que se despilfarró al cancelar el aeropuerto de Texcoco (350 mil millones de pesos); un monto similar al subejercicio, subrayo “subejercicio”, del año pasado de los programas sociales de la Cuarta Transformación, Crédito Ganadero a la Palabra, Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida, el Programa de Mejoramiento Urbano y el Programa de Microcréditos para el Bienestar (30 mil millones de pesos).

Estos son programas asistencialistas y electoreros, que al final no se construye para el futuro, sino se malgasta el presente, representan 150 mil millones de pesos.

El programa de los jóvenes, gastó el año pasado 40 mil millones de pesos, una cantidad similar a lo que costarían las pruebas para detectar el COVID-19.

Primero Dos Bocas, el Tren Maya y el aeropuerto…los mexicanos que se mueran de covid

Otras similitudes: Sería una quinta parte del proyecto del Tren Maya (146 mil millones de pesos), una octava parte de la Refinería de Dos Bocas, en Tabasco (216 mil millones de pesos), una tercera parte del aeropuerto de Santa Lucía (90 mil millones de pesos).

Ahora bien, con los programas de austeridad de este año, podrían lograrse esos recursos. Ir a los mercados internacionales para pedir un crédito con el fin de comprar pruebas y medicinas, por mil 500 millones de dólares, los obtendríamos de inmediato.

No lo quieren hacer. Ni siquiera López Gatell se atreve a decírselo al Presidente y en cambio prefiere mentirle al Pueblo para no enfadar “al jefe”.

Dinero, hay. Hace falta que exista la voluntad política de invertirlo en la salud de los mexicanos.

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