El semanario de Coahuila
En la página oficial del Banco Mundial se asientan los créditos que el gobierno de la República ha solicitado
Enviado por Vladimir Galeana.-
Cuando un gobierno populista dispone arbitrariamente de los recursos de un país para mantener una tónica de asignación de dinero a grupos sociales con la única finalidad de mantenerlos como rehenes electorales, quienes lo sufragan son los sectores productivos, pero sobre todo, de esa forma se empeña el futuro de una nación y las consecuencias resultan catastróficas.
A México le está ocurriendo este lamentable escenario y por desgracia no existe por el momento una forma de detener tan desmesuradas medidas con tal de mantener la simpatía de las clases desprotegidas.
La irresponsabilidad de quienes toman este tipo de medidas de manera irregular y tratando de que los ciudadanos no se den cuenta de ello, es porque se les abruma con mensajes que colocan el foco de atención popular en dimensiones distintas para mantener el engaño y ocultar la verdad.
Esto ha venido pasando durante los casi tres años que lleva el Gobierno de la mal llamada Cuarta Transformación, cuya verdadera finalidad es la generación de pobreza para mantener la necesidad del otorgamiento de esos apoyos populares que al final se convertirán en deuda y se mantendrán indefinidamente porque lo que en realidad están buscando es el voto fácil surgido de las necesidades de subsistencia de los sectores más empobrecidos de la sociedad.
Durante los primeros 30 meses de la administración morenista, se suman empréstitos por 3 Mil 855 Millones de Dólares. Peña Nieto, durante seis años se solicitaron 2 Mil 331Millones de Dólares.
Ese es uno de los capítulos más lamentables de los gobiernos populistas que hasta ahora se mantienen en diversos países del Continente Americano, cuyo principal ejemplo es Venezuela, que a pesar de tener una de las mayores reservas de petróleo del mundo, la miseria es la identidad de su sociedad.
Y esa es la principal meta de quien por ahora encabeza el Gobierno Federal, lo que quiere decir que el destino diseñado para imponerlo en los siguientes años es la miseria de la mayor parte de los mexicanos, y la quiebra de los sectores productivos empresariales.
Pero también habrá que señalar la habilidad del Presidente de la República para quitar el foco de atención de esa construcción de un Estado empobrecido que no tendrá más que el camino de mantener a sus habitantes a expensas de las miserables dádivas necesarias para la subsistencia.
Mientras los ciudadanos y los empresarios entramos de lleno a la discusión acerca de la sustitución y modificación de las finalidades del Instituto Nacional Electoral, por otro lado se avanza vertiginosamente en la instauración de la estrategia de la pobreza.
En la página oficial del Banco Mundial se asientan los créditos que el gobierno de la República ha solicitado en los primeros treinta meses de la administración de Andrés Manuel López Obrador, a quien habrá que reconocer por su habilidad de colocar la atención de los mexicanos en temas distintos mientras sigue endeudando al país.
Para decirlo más claro, durante los primeros treinta meses de la administración morenista, se suman un total de empréstitos por la cantidad de Tres Mil 855 Millones de Dólares, y haciendo una comparación de la administración de Enrique Peña Nieto, durante seis años solamente se solicitaron Dos Mil 331Millones de Dólares.
Para decirlo claramente, en tres años López Obrador ha endeudado el doble al país de lo que lo hizo Enrique Peña Nieto en seis años.
A ello hay que sumar la febril actividad de Maximiliano Reyes, Subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina, que de acuerdo con el periódico El País, se ha encargado de desarrollar una opaca red con el gobierno de Venezuela para intercambiar ayuda humanitaria (alimentos) por petróleo.
Hasta ahora ninguna de las operaciones que se han registrado se ha dado a conocer, pero se sabe que también se ha comercializado carbón y aluminio, además de estar construyendo otros portafolios de negocios con el gobierno de Nicolás Maduro.
Esto corrobora la corrupción que ha pretendido esconder Andrés a Manuel López Obrador, quien por cierto lleva una entrañable amistad con el Sátrapa venezolano.
Los negocios sucios aprovechando la necesidad de mantener en la pobreza a los venezolanos. Al tiempo.