Aeropuerto – Dos Preguntas …Error o Capricho?

22 octubre, 2018 en

El gobierno de las consultas ciudadanas

Empecinamiento por no hacer el nuevo

aeropuerto, nos ha llevado a una consulta

que no tiene otra razón más que lavar el

total desconocimiento del presidente electo

en temas de suma importancia

 

Enviado por Javier Cerón.-

Dicen que a cada santo se le llega su misita y eso es lo que viene para la mega obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) que se construye en terrenos de Texcoco y que será sometido a la vox populi, tal como lo pregonó el Presidente electo.

AMLO, que primero dijo que se cancelaría y ahora para que no se vea tan drástico el manejo o autoritarismo, entrará el maquillaje de la población, que para muchos núcleos de mexicanos opinarán de oídas porque no conocen ni los terrenos donde se construye.

Primero dijo NO, ahora le pasa al pueblo la estafeta para decir que siempre SI

Así es que viene la consulta al pueblo, tal como se ha informado por parte de los cercanos al Presidente electo, con propuestas que parecen más que sesgadas y lo que puede pasar es que si es bajo los colores del partido Morena, pues ya se tiene el perfil a dónde se quiere llegar.

Por lo pronto en la historia del país no se ha registrado una decisión de tal naturaleza donde un Jefe del Ejecutivo deje en manos de la población una obra que es una decisión de Estado.

Pero por lo pronto, seguramente habrá núcleos de población que no tienen ni idea de la mega obra, pero opinarán y entonces empiezan a aflorar las contradicciones de un gobierno electo que todavía no entra en funciones y ya toma decisiones.

Habría que analizarlo al amparo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, si es válido que un gobernante electo, meta mano a proyectos de un gobierno saliente ó esto tendría que darse hasta que legamente esté constituido.

Entonces la pregunta es: ¿es legal ó ilegal la consulta?, porque esa es la disyuntiva y es lo que la población en general no reflexiona, actúa la masa como si ya estuviera gobernando, todavía no es Presidente Constitucional y ya hay indicios de autoritarismo, imposición y tergiversación, porque si no también puede surgir la ocurrencia dé : ¿cambiar el Zócalo a Chiconcuac?, porque así lo decide el pueblo sabio.

La Consulta

Enviado por Roberto Cienfuegos

A ver. Supongamos que a lo largo de los próximos seis años el gobierno del presidente electo Andrés Manuel López Obrador tendrá numerosas oportunidades de dejar testimonio en los hechos de su vocación democrática a carta cabal.

Podrá reeducar al pueblo para que cada vez más participe en forma directa en las decisiones que lo afectan o puedan impactarlo. Se trata de un propósito loable en sí.

Consulta con amplio costo financiero y político

Ojalá se concrete para que de una vez por todas se abandone la acendrada práctica de quejarse de todo, pero actuar en nada.

De lograrlo, López Obrador se anotará un éxito notable en la tarea de refundar el país en la que él mismo se embarcó y con la que cautivó a un amplio segmento del electorado nacional.

Sí, falta que los mexicanos le entremos al compromiso de la acción para impedir que el gobierno, el próximo de López Obrador, y los que sigan, renuncien a hacer y deshacer del país como si fuera su coto propio y como si el poder que ejercen les resultara de su propiedad exclusiva y no se les confiriera para actuar en nombre y beneficio del país, que es cada uno de todos nosotros.

En vista de que desconozco todo sobre aeronáutica, me avengo a la opinión de los expertos, y en particular de la emitida hace unos días al diario “La Jornada” por el director del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Luis Agustín Álvarez Icaza Longoria. Me identifico con sus conceptos sobre el NAICM.

Dice Álvarez Icaza Longoria que la decisión de continuar o no las obras del NAIM en Texcoco debe tomarse con criterios técnicos antes que democráticos. Primera coincidencia.

Y ni siquiera será una consulta democrática la que se realice entre el 25 y 28 de octubre próximo a juzgar por sus números.

Una sola pregunta, entre 500 mil y un millón de potenciales electores y apenas un medio millar de municipios. Es decir, adolecerá de una representatividad real.

Argumenta Álvarez Icaza Longoria la conveniencia de atender las conclusiones de la consultora Mitre sobre aeronáutica, algo no hecho en Santa Lucía.

Después de todo, apunta este universitario, los aeropuertos se hacen del cielo hacia abajo y no de la tierra hacia arriba. ¿Qué se hunde la zona?. Cierto, pero el punto está resuelto desde el punto de vista ingenieril.

¿Y qué hacer con los más de Cien Mil Millones de Pesos, ya invertidos en el NAICM?…¿No importan?

Creo que bastaría que el gobierno de López Obrador revise los contratos y se ejerzan las acciones judiciales pertinentes.

Dudo que el resultado de una encuesta pueda y deba definir el futuro de una obra de infraestructura de gran envergadura para el país, así se pretenda justificar como el máximo recurso de una democracia.

La idea vino originalmente de un ingeniero agrónomo, Sergio Samaniego, quien la compartió con José María Riobóo, quizás el constructor de más confianza de AMLO.

La autoridad los escuchó en una reunión el 13 de noviembre de 2015 y los funcionarios de SCT desestimaron rápidamente la propuesta por considerarla aeronáuticamente inviable.

Lejos estaban de pensar que el político que promovía esa idea habría de convertirse en presidente de la República a partir del 1 de diciembre de 2018.

Álvarez Icaza, primero criterios técnicos luego los democráticos

Más allá de otras consideraciones, la razón del rechazo al proyecto de operar simultáneamente dos aeropuertos en la Ciudad de México, tenía que ver con la incompatibilidad aeronáutica, es decir, con la intromisión de las trayectorias de aproximación en caso de una operación comercial que exija una alta intensidad de movimientos de despegues y aterrizajes.

Sin embargo, el triunfo electoral de AMLO cambió todo.

Aunque durante la campaña expresó en diversas ocasiones que al ganar cancelaría el proyecto de Texcoco y lanzaría el de Santa Lucía, tras el triunfo, matizó su decisión y marcó un proceso en el que habría una discusión pública respecto a los dos proyectos y luego una consulta que habría de determinar el sentido de la decisión.

Sin embargo, al revelarse que la forma de consultar no será mediante encuestas sino a través de una consulta con urna y mesas de recepción, se abre la puerta para que eventualmente gane la opción que respalda el proyecto de Santa Lucía, al margen del respaldo al proyecto de Texcoco revelado por las encuestas.

Cuando fue Jefe de Gobierno del Distrito Federal, López Obrador realizó varias consultas populares, sin embargo, la mayoría de ellas las hizo a través de llamadas telefónicas.

Solo en el caso de la consulta relativa a la construcción de los segundos pisos se instalaron urnas y mesas de votación, en una consulta organizada por la autoridad electoral local.

La participación fue de 754 mil personas.

La Fundación Arturo Rosenblueth, institución a la que se ha encargado el recuento de los votos por las opciones del aeropuerto, estima que podría recibir hasta 500 mil votos procedentes de todo el territorio nacional.

Esto representa el 0.6 por ciento del padrón electoral.

Tema aeropuerto, indicara cómo será el gobierno de AMLO

Si el resultado del ejercicio de consulta se inclina por detener el proyecto en Texcoco, se va a generar una crisis de confianza respecto al incumplimiento de contratos por parte de las empresas que ya los tienen asignados.

Si el resultado del ejercicio indica que gana la opción de Texcoco, el equipo de transición se va a enfrentar al rechazo activo de diversas organizaciones que ya han dicho que si gana esa alternativa en la consulta no van a reconocer el resultado.

Pareciera que, en cualquiera de los dos escenarios, el futuro gobierno de AMLO va a tener costos financieros y políticos.

El tema del nuevo aeropuerto está lejos de ser simplemente un asunto de localización de un proyecto importante de infraestructura. Se trata también de un asunto emblemático que puede ser altamente indicativo del sentido que puede tener el gobierno de López Obrador.

El gobierno de AMLO probablemente esté caracterizado por la tensión entre dos visiones. Por esa razón resulta tan importante el resultado de la discusión respecto al aeropuerto.

Al optarse por la consulta con mesas de votación como mecanismo de decisión, pareciera que, por lo pronto, va ganando la corriente que quiere echar para abajo el proyecto en Texcoco, sin importar las consecuencias que haya.

Veremos el desenlace en los siguientes días.

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