
Enviado Por: Ulises Rodríguez

Ex gobernadores del PRIAN, sus familias y hasta el ex presidente Vicente Fox Quesada, concentran grandes concesiones de agua en regiones donde el vital líquido ha escaseado de manera importante.
De acuerdo a un reportaje publicado por el medio Revolución 3.0, la crisis hídrica que atraviesa México no solo responde a la falta de lluvias, también es consecuencia de un sistema de concesiones que por décadas permitió la concentración del recurso en pequeños grupos vinculados al poder político y económico.
Y es que según la base de datos del Registro Público de Derechos de Agua (Repda) con corte al 30 de Septiembre de 2025, en estados como Guanajuato, Aguascalientes y Coahuila bastiones del prianismo, donde la sobreexplotación de acuíferos es ya una emergencia ambiental, persisten títulos de extracción en manos de ex gobernadores, familias influyentes y empresarios con acceso privilegiado a decisiones de gobierno.
Uno de los casos más importantes es el de la familia del ex presidente Vicente Fox Quesada, que registra diez concesiones de uso agrícola en Guanajuato, alimentadas por acuíferos en estrés hídrico como La Muralla.
En conjunto, suman alrededor de 2.17 Millones de metros cúbicos anuales, destacando Mercedes Fox Quesada como la mayor extractora con Medio Millón de metros cúbicos al año.
Situaciones similares se repiten en otros liderazgos del PAN en el estado. La familia del senador Miguel Márquez Márquez posee cinco títulos, incluido uno a nombre del propio legislador, con una extracción permitida de 150 Mil metros cúbicos anuales.


El norte del estado, afectado por la sobreexplotación y el déficit de recarga, resiente cada vez más los efectos de este uso desigual del agua, que ha impactado el abasto en zonas urbanas como León.
Aguascalientes enfrenta un problema similar con la familia del ex gobernador Luis Armando Reynoso Femat concentra cinco registros agrícolas en el acuífero Valle de Aguascalientes, uno de los más críticos del país, con un déficit anual superior a los 95 Millones de metros cúbicos.
Sus concesiones suman más de 717 Mil metros cúbicos de extracción, en una región donde los niveles de agua subterránea han descendido entre 1.5 y 2 metros por año.
En Coahuila, el actual gobernador Manolo Jiménez Salinas cuenta con un título agrícola de 120 Mil metros cúbicos anuales, mientras que su hermano posee otro por 50 Mil.
Ambos se abastecen del acuífero Región Manzanera Zapalinamé, localizado en Arteaga, zona donde la Conagua ya ha advertido que no es posible otorgar más permisos debido a la falta de disponibilidad.
El municipio arrastra condiciones de sequía que, según el Servicio Meteorológico Nacional, han oscilado entre moderadas y extremas desde 2020.


Estos casos ilustran el patrón de concentración de un recurso fundamental en regiones donde la ciudadanía enfrenta cortes, racionamiento y disminución acelerada de niveles freáticos.
También explican parte del rechazo de la oposición y el impulso político detrás de la nueva Ley General de Aguas, aprobada recientemente en la Cámara de Diputados, que busca limitar el acaparamiento, fortalecer la vigilancia sobre las concesiones y garantizar que el agua sea gestionada bajo criterios de interés público. La legislación reconoce sistemas comunitarios, incorpora reglas para impedir la concentración en zonas vulnerables y plantea la prioridad del derecho humano al agua sobre los usos comerciales.
El semanario de Coahuila