*El duelo no es sólo por el líder de la
iglesia católica, sino por un pastor
que caminó junto al pueblo
El mundo despidió al Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano, cuya misa fúnebre se celebró este sábado 26 de Abril en la Plaza de San Pedro. La cobertura global une a millones de fieles en oración y homenaje.
Católicos de todo el mundo llenaron la Plaza de San Pedro en una luminosa mañana de sábado en Ciudad del Vaticano para dar el último adiós al papa Francisco en su funeral.
A la misa al aire libre asistieron miembros de la realeza y jefes de Estado, así como personas que viven lejos de los reflectores, por quienes sentía un cariño especial Francisco, quien trató de edificar una Iglesia más incluyente.
El Papa Francisco, aprobó el año pasado unas directrices para que las exequias fueran menos fastuosas que las de sus predecesores.
Los ritos centenarios, sin embargo, seguirán implicando pompa católica, una audiencia de líderes mundiales, más de 200 cardenales vestidos de rojo, cantos gregorianos y grandes multitudes en la plaza a las afueras de la Basílica de San Pedro.
Durante la misa, el cuerpo del Papa fue colocado en un sencillo ataúd de madera ante los dolientes mientras un coro cantaba un salmo.
Entre los cantos, los clérigos dirigieron oraciones en diferentes idiomas -inglés, español, italiano- mientras la multitud que se congregaba en la plaza seguía la ceremonia a través de grandes pantallas de televisión.
Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, Argentina, falleció el lunes a los 88 años, tras sufrir un derrame cerebral y complicaciones cardíacas.


Su muerte marca el final de un pontificado histórico, conocido por su cercanía con los pobres, su defensa de la justicia social y su enfoque pastoral inclusivo.
La misa fúnebre del papa Francisco se celebró el 26 de Abril a las 10:00 a.m. (hora local de Roma), lo que corresponde a las 3:00 a.m., hora de México.
La ceremonia tuvo lugar en la Plaza de San Pedro y fue presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio.
En un acto profundamente simbólico y fiel a su estilo pastoral, el papa Francisco fue el primer pontífice en más de un siglo que no fue enterrado en el Vaticano. Esta decisión, tomada por voluntad propia, marca una ruptura significativa con la tradición papal.
Mientras que la mayoría de los papas son sepultados en la Basílica de San Pedro, Francisco fue enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, un lugar con un profundo significado espiritual para él. Dedicada a la Virgen María, Madre de Dios, esta basílica ha sido un sitio especial en la vida del pontífice.
Allí acudía a orar antes y después de cada uno de sus viajes apostólicos al extranjero.


El Vaticano vivió uno de los momentos más solemnes de las últimas décadas: el funeral del papa Francisco, reunió este sábado 26 de Abril a jefes de Estado, monarcas y representantes de todo el mundo en una ceremonia cargada de simbolismo.
El féretro del pontífice, un sencillo ataúd de madera forrado de terciopelo rojo, recorrió en procesión la distancia entre la Casa Santa Marta y la Basílica de San Pedro, donde permaneció en capilla ardiente hasta el viernes.
La Ciudad Eterna vivió horas de tensión y devoción mientras se preparaba para despedir al papa Francisco en lo que fue uno de los eventos más masivos de su historia.
Con 2 mil agentes desplegados, francotiradores en los tejados, sistemas anti-drones y aviones de combate en alerta, el Vaticano convirtió a Roma en una fortaleza para recibir a 50 jefes de Estado y medio millón de fieles.


Francisco, cuyo nombre secular era Jorge Mario Bergoglio, fue el primer Papa americano y el primero jesuita, singularidades que quiso reflejar en su papado.
Desde su nombramiento en marzo de 2013, Francisco quiso establecer la idea de una Iglesia “pobre y para los pobres”, con gestos de sencillez como el de no vivir en el apartamento privado de los papas en el Vaticano sino en un cuarto en la residencia de Santa Marta.
Y eso se refleja también en la manera en que se organizó su entierro.
En abril de 2024, Francisco aprobó la nueva edición del libro litúrgico para las exequias del Papa, el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis (“Rito de las exequias del romano pontífice”), en el que dio nuevas indicaciones sobre cómo deben ser los funerales de los jefes de la Iglesia católica.
La idea principal, de acuerdo al documento publicado en Noviembre de 2024, es simplificar y adaptar algunos ritos para mostrar que el funeral del romano pontífice es el de un pastor y discípulo de Cristo, y no el de un poderoso hombre de este mundo.
De hecho, para muchos expertos ese es el principal objetivo de los cambios que aprobó Francisco.



Ahora se trata más del entierro de un obispo diocesano que el de un emperador romano y ese era el mensaje que quería dejar Francisco.
A pesar de su deseo de austeridad, la plaza de San Pedro fue testigo de una despedida multitudinaria, con la presencia de los Reyes de España, Luiz Inácio Lula da Silva, Emmanuel Macron, Volodimir Zelenski y hasta Donald Trump.
En representación de la presidenta Claudia Sheinbaum, Rosa Icela Rodríguez expresó las condolencias del pueblo mexicano desde la Puerta de la Plegaria en la Basílica de San Pedro, acompañada por la titular de la Unidad de Asuntos Religiosos, Clara Luz Flores, y el embajador de México ante la Santa Sede, Alberto Barranco. Mientras, el cónclave ya se perfila con 133 cardenales, tras dos bajas por salud, entre ellas las del cardenal valenciano Antonio Cañizares y del bosnio Vinko Puljic.
El semanario de Coahuila


