Editorial
Trump pone en Riesgo
la Salud Mundial
Patógenos peligrosos conservados sin seguridad en laboratorios de toda África; paralización de las inspecciones de viruela símica, ébola y otras infecciones en aeropuertos y otros puntos de control; millones de animales enviados a través de las fronteras sin controles sanitarios.
Los brotes que comienzan en el extranjero pueden viajar rápidamente: por ejemplo, el coronavirus quizá haya aparecido en China, pero muy pronto ya estaba en todas partes, hasta Estados Unidos. Cuando la poliomielitis o el dengue aparecen en este país, los casos suelen estar relacionados con viajes internacionales.
La República Democrática del Congo sufre el brote de viruela símica más mortífero de la historia y ya hay numerosos casos en otra decena de países africanos. En Estados Unidos se agrava la crisis de gripe aviar. Múltiples virus de fiebres hemorrágicas están latentes: el del Ébola en Uganda, el de Marburgo en Tanzania y el de Lassa en Nigeria y Sierra Leona.
En 2023, USAID invirtió alrededor de 900 millones de dólares en el financiamiento de laboratorios y preparativos para responder a emergencias en más de 30 países. La pausa en la ayuda al exterior congeló esos programas. Las exenciones emitidas por el Departamento de Estado tenían por objeto permitir que continuaran algunos trabajos de contención del virus del Ébola, el de Marburgo y la viruela símica, así como los de preparación para la gripe aviar.
Pero las personas nombradas por el gobierno de Trump cortaron los sistemas de pago y crearon obstáculos para la aplicación de las exenciones. El gobierno de Trump canceló unos 5 mil 800 contratos, con lo que le puso fin a la mayoría de las iniciativas financiadas por USAID, incluidas muchas que habían recibido permiso para continuar.
La mayoría de los miembros del personal de USAID fueron despedidos o puestos en licencia administrativa sin previo aviso. La agencia contaba con más de 50 personas dedicadas a responder a brotes, como consecuencia de una iniciativa del Congreso para reforzar los preparativos en caso de una pandemia. Ahora tiene seis.
Algunos países africanos, como Somalia, tienen sistemas sanitarios frágiles y, aunque existen amenazas persistentes a la seguridad, su capacidad para rastrear las infecciones que enferman a animales y personas es mínima, ha dependido en gran medida de ayuda del exterior para examinar a los animales en busca de enfermedades.
En Asia, las relaciones son cruciales para cualquier tipo de trabajo, pero especialmente para quienes trabajan con datos de vigilancia y de pacientes. Los estadounidenses sufrirán si otros países se resisten a comunicarse con nosotros en temas de brotes de enfermedades.
El semanario de Coahuila

