*Se amplía a otro año el tiempo para que
AMLO cumpla lo prometido, pero si no
se puede que es lo más seguro, entonces
los ampliamos para el 2021.
Enviado por Carlos Ramos.-
Desde el primero de diciembre cambiarían las cosas, las prioridades, los sistemas. Se acabaría el neoliberalismo y la mafia en el poder.
Ya no habría corrupción porque el presidente no sería corrupto. No existirían ni los compadrazgos, ni las cuotas ni los cuates. Los niveles de delincuencia a la baja y la inversión a la alza.
Si, estoy describiendo lo que pasaría el 1 de diciembre pero del 2019. Pero ahora se amplía el plazo a 12 meses más y todo lo incumplido tiene como fecha fatal el primero de diciembre del 2020.
Hasta finales de este año se dejará de cobrar dinero a los enfermos del país, los crímenes se reducirán, la infraestructura nacional crecerá. Se dice fácil luego de un año de pifias.
Sin embargo, hasta estos primeros 20 días del 2020, siguen los asesinatos, continúa estancada la economía, hay desempleo, vienen otras caravanas migratorias, la corrupción está vigente, crecen los conflictos diplomáticos, caen las remesas y la construcción, hay mermas en la industria automotriz y continúan los organismos internacionales oponiéndose a la operación de Santa Lucía.
Pasan los días y meses y a pesar de los graves señalamientos a personajes como Bartlett y Napoleón Gómez Urrutia, no pasa nada.
20 días que parecen cortos, pero se suman a poco más de un año en que se prometió que el precio de las gasolinas bajaría y que la flotilla aérea militar del país, incluyendo al avión presidencial, se venderían.
En este poco más de un año se dejó escapar, ya aprehendido, a uno de los delincuentes más peligrosos del continente allá en Culiacán y no se han dado ni resultados, ni respuestas, ni castigo a los responsables de ese delito.
Es más, el huachicoleo no ha concluido, desaparecieron por decreto las zonas económicas especiales y se desmorona el proyecto de los Pueblos Mágicos.
Así están las cosas. No hemos visto al Ejecutivo entregar una sola obra de trascendencia para el país y si anular reformas como la educativa sin que hasta el momento exista alternativa alguna. Pero pide más meses, 12, para, dice, ahora si cumplir.
Y vuelve a fijar una fecha, el primero diciembre. Pues habremos de ser pacientes no queda de otra. Mientras tanto y vaya ironía, el Presidente de su primer nieto ni más ni menos es Trump.
Gobierno de Puebla
Uno de los más mal calificados en los gobiernos estatales es Barbosa, el poblano. Tiene a su Entidad sumida en un tortuguismo insultante.
Puebla, la bella Puebla está perdiendo hasta su belleza recubierta con Talavera porque al gobernador se le ocurrió cambiar la fachada de oficinas públicas.
Pero más grave aún, Puebla y sus municipios conurbados como Cholula, se han convertido en presa fácil de delincuentes, criminales y asaltantes.
Desde el robo de llantas, a cuentahabientes, violencia en el transporte público, hasta secuestros y asaltos a casa habitación, son las marcas de un mal gobierno que desde el inicio generó sospechas sobre Barbosa y sus declaraciones imprudentes en el helicopterazo que le costó la vida a su antecesora Martha Erika y su esposo Rafael Moreno Valle.
“No es la primera ocasión que ocurre un magnicidio” dijo el ocurrente Barbosa.
Hoy me entero que de acuerdo a información desprendida por el INEGI en el mes de diciembre pasado el 72.9 % de la población mayor de 18 años y residente en 70 ciudades, consideró que vivir en Puebla es inseguro.
En Pocas palabras, Puebla fue al cierre de año la de mayor percepción de inseguridad y con un mal gobernador.
Y dónde quedó el valiente Barbosa que le mentaba la madre a Trump desde el Senado, aquel que le dijo corrupto a AMLO y ahora es su apologista, ese, el Barbosa que dio a entender que abrazando a una mujer similar a Martha Erika se “sentía más cerca del cielo”.
Puebla ha sido un referente nacional de empuje en muchos sentidos, en desarrollo de infraestructura, en industrialización, en turismo, en gastronomía, en pueblos mágicos, en fin una gama de eventos y acontecimiento que se han ido desmoronando con la administración de Barbosa.
Es una lástima que entre los mismos ciudadanos prevengan a turistas de tener cuidado en las vías de circulación por qué “los asaltan” .
“Dejen bien vigilados sus vehículos porque les roban las llantas”.
Y cómo la 4aT, Barbosa se suma a promesas incumplidas, compromisos fallidos, manipulación constante y sobre todo, ineficiencia y omisión en el cumplimiento de sus obligaciones.
Así que Puebla de un estandarte para lucir ante el mundo, se está convirtiendo o lo están convirtiendo en una pesadilla para visitar…y peor aún, para vivir.
El semanario de Coahuila








